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María Enciso: “Una Universidad es un centro de pensamiento crítico que no puede sucumbir a injerencias políticas"

Elegida decana de la nueva Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la URJC, comenta los retos de la enseñanza universitaria, incluida la nueva ley. 

14 enero, 2023 02:05

María Teresa Enciso (Valladolid, 1967) tomará posesión el próximo 19 de enero como decana de la recién creada Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) con energía e ilusión. 

Firme defensora de la Universidad pública y de su independencia, conoce al dedillo la institución. Catedrática de Derecho Mercantil, a su labor docente suma ser Delegada del Rector para las relaciones de la sociedad y las empresas y directora del Máster de Acceso a la Abogacía. También es consultora académica en Ontier.

La adaptación de los estudios de grado y posgrado a la nueva normativa europea, las exigencias de innovación digital, de sostenibilidad, crear un observatorio de igualdad sin caer en tópicos, acercar la Universidad a las realidades y demandas de la sociedad y situar la nueva Facultad en los rankings son algunos de los estimulantes retos que afronta.

María Enciso, decana de la nueva Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la URJC

María Enciso, decana de la nueva Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la URJC

¿Qué opina de la nueva ley de Universidades?

¿Es necesaria una nueva ley? Sí. ¿Es necesario un nuevo modelo? También, así como muchos de los ítems que plantea la ley. Pero creo que esta adolece de algunos defectos importantes. 

Una nueva ley exige un proceso de reflexión muy consensuado y esta no ha tenido el consenso de la comunidad universitaria, ni de los suyos, ni de los ajenos. La conferencia entera de rectores se ha pronunciado en contra. Sería deseable que cuando entre en vigor, las universidades puedan ir adaptándola. 

¿Permite esta ley más injerencias políticas en la Universidad si no se protege la neutralidad política del claustro de profesores?

Es uno de los grandes temores de muchos de los operadores y afectados por la reforma. Va directa al control político. Creo que la Universidad tiene que ser, ante todo, libre. Una Universidad es un centro de pensamiento crítico que no puede sucumbir a injerencias políticas del partido que sea. En eso soy tajante.

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¿Cómo afecta la transformación digital a la Universidad? 

Venimos ya hablando desde hace muchos años de innovación, digitalización, transformación digital, internacionalización… Yo creo que la transformación digital está influyendo ya en el modo de enseñar y en el contenido. 

En la URJC, la más joven de las universidades públicas de la Comunidad de Madrid, con la pandemia dimos una lección de rapidez y adaptación. Fuimos ejemplo para las otras universidades… Lo dicen ellas.

¿Los estudiantes de Derecho van a tener que memorizar menos?

Yo siempre he dicho a mis alumnos en clase que, en Derecho, lo primero es razonar y tener capacidad de relación. Para el ámbito jurídico es importantísimo el lenguaje jurídico y la precisión. Y la precisión nos la da ese memorizar. 

Pero las nuevas tecnologías pueden jugar en contra. Por ejemplo, la tentación de que un trabajo o una práctica se convierta en un “copia y pega” de Google. Hay tal cantidad de información que, si no ayudas a gestionarla, puedes encontrarte con falta de profundidad y de reflexión. 

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La transformación digital también es importante en el ejercicio del Derecho: contratos hechos con IA, bases de datos digitalizadas…

Todo: no eres nadie si no te adaptas a esta transformación digital. Colaboro como académica en un despacho, Ontier, y lo veo. Es clave. Un ejemplo: el blockchain y todas esas cadenas de bloques de datos, donde se plantean problemas como garantizar en las juntas la autenticidad y la identidad del socio que está emitiendo el voto. 

Por otro lado, he coordinado un libro sobre moda y Derecho. Me ha llamado la atención la preocupación en torno al metaverso. Una gran marca de bolsos muy conocidos y caros ha pleiteado porque un avatar en el metaverso ha utilizado ese bolso sin el consentimiento de la marca.

¿La carrera de Derecho va a seguir siendo de 4 años y un máster para colegiarse?

Estamos en pleno proceso de cambio de planes de estudios. Por eso di este paso, pues había descartado seguir en la gestión. Estaba encantada colaborando con el rector en la vida institucional de la Universidad. Era el momento de adquirir un compromiso y no de criticar todo sin hacer nada. 

María Enciso, decana de la nueva Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la URJC

María Enciso, decana de la nueva Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la URJC

Las universidades públicas han recibido críticas por endogámicas.

Sí. Estos meses se leían justificaciones a la reforma de la Universidad porque trata de luchar contra la endogamia cambiando los sistemas de selección de profesorado. 

Ahora, para bien o para mal, el sistema de selección del profesorado es nacional, no autonómico, con unos comités integrados por distintos catedráticos de distintas disciplinas y unos criterios muy objetivos que cumplir. 

¿Y cómo se accede a una u otra universidad?

La crítica está en que desde dentro de la Universidad el candidato de la misma tiene más posibilidades de salir. Cuando me examiné de la oposición a titular fue por sorteo, no con acreditación nacional.

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¿La nueva ley lo va a arreglar?

Dicen que sí. Habrá que ver si es así… Yo creo que nunca nada es blanco o negro. Es un proceso objetivo y seguro que hay algún caso en todas las universidades de endogamia, pero no es la tónica general.

En el 2008 se recortó un 21% el presupuesto a universidades, monto que no se ha restablecido… 

Necesitamos más financiación para poder dar una calidad docente mayor, atraer más talento, investigar y alcanzar la excelencia. Ningún político puede negar que estamos poco financiados. 

Pero creo también que la colaboración público-privada es importantísima. Sabiendo que nosotros nunca podemos perder de vista nuestra misión: una transferencia de conocimiento a nuestros estudiantes, a nuestros docentes y, fuera de la Universidad, a nuestra sociedad, a nuestras empresas…

Siempre he creído en la Universidad pública. Todos mis hijos han estudiado en Universidad pública. Soy hija de catedrático de Universidad pública.

Recientemente, un profesor ha publicado un artículo lamentándose del bajo nivel de los alumnos, de la mediocridad, de la falta de respeto y de esfuerzo… ¿Cuántos años lleva usted dando clase?

Unos 30. 

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¿Lo ha notado?

Yo soy optimista y creo que los estudiantes actuales desarrollan otras habilidades. Nos rasgamos las vestiduras con que no estudian, no saben escribir, no saben hablar… Es una cuestión que viene ya de los colegios. Por eso todos los formadores tendrían que formar parte de un grupo. Es una línea: colegio, instituto y Universidad. Tampoco creo que todo el mundo tenga que ir a la Universidad. En Alemania los separan en el colegio. Aquí sería inconcebible.

La tarea de un buen docente universitario es precisamente evitar que lleguen a un despacho, a una empresa, a un partido político o a una institución pública sin esas habilidades e inculcar valores como el esfuerzo.

¿El nivel de las asignaturas ha disminuido?

Con Bolonia, sí. Bolonia en el papel era un buen sistema. El cambio de mentalidad en nuestro país cuesta y, luego, necesitamos muchos medios y recursos para implantar Bolonia tal y como fue concebida. Seguimos en pleno proceso. Y se ha hecho mucho.

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La URJC es la segunda Universidad de Madrid, con más de 45.000 alumnos…

Nosotros nacemos para dar cobertura a la demanda del sur de Madrid. Somos una Universidad donde todavía hay estudiantes que son primera generación de universitarios en sus familias. Es un orgullo.

Hay que procurar niveles de excelencia, pero también hay que atender las necesidades sociales. De hecho, mi Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas está en Vicálvaro, en un antiguo cuartel maravilloso donde tuvo lugar la Vicalvarada. 

A veces nos dicen que somos la Universidad del PP. Yo miro y digo que vengan. La Universidad es abierta, plural, solidaria, igualitaria: cabe todo el mundo. Es un lugar de pensamiento y de reflexión y va en contra de cualquier tipo de injerencia. 

He de preguntar por los másteres irregulares de Cifuentes y Casado. 

Creo que esos másteres tienen el origen en una modificación de la norma que hubo cuando tuvo lugar el cambio de licenciatura a grado. No lo conozco bien, pero sí sé lo que hemos sufrido a consecuencia de esto. Nos hizo un daño reputacional enorme, creo que inmerecido. Y tenía pinta de haber otros intereses en juego que aprovecharon para castigarnos. Porque la URJC ni es una Universidad del PP, ni lo ha sido nunca.

Quienes trabajamos en la URJC somos honrados, honestos y universitarios. He sido vicedecana, secretaria académica, he sido delegada con este rector… y nunca he visto esas cosas. 

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En 2019, la URJC fue la más transparente de España.

No hay mal que por bien no venga. Efectivamente, el rector procuró ser muy transparente. En esto, como todo en la vida, no hay que pasarse ni por un lado ni por el otro, porque luego se crea una cantidad de burocracia insufrible. Desde luego la facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas es nueva.

Buena combinación: Ciencias Jurídicas y Políticas.

El Derecho y la Política van de la mano. Los estudios jurídicos dan una formación muy importante si se hacen bien. Como dice mi hijo, amueblan muy bien la cabeza. 

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¿Quién era su padre?

Luis Miguel Enciso, catedrático de Historia Contemporánea, académico de la Historia. Fue senador de UCD por Valladolid y presidente de la Comisión de Exteriores con Marcelino Oreja. Era aquella época... Del partido liberal de Joaquín Garrigues.

Aquellos políticos tenían una magnífica formación. Parecía normal, pero comparada con el día de hoy, resulta extraordinaria. 

Eran notarios, catedráticos, médicos… Acompañaba a mi padre a los mítines. Me gusta mucho la política. Él iba siempre con su corbata y en el mitin soltaba palabras y frases en latín. Era el senador más votado en los barrios populares de Valladolid.

Ahora ha cambiado todo. Me gustaría traer gente buena. Mi reto es posicionar nuestra novísima Facultad en los rankings. En todo caso, es una aventura y un estímulo.

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Y si de ahí salen políticos serios, mejor.

Sería bueno, porque ¿quién quiere dedicarse a la política ahora?