El doctor Salagaray con una paciente.

El doctor Salagaray con una paciente.

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Victor Salagaray, el médico que acaba con la alopecia femenina: "El impacto visual y anímico es brutal"

MagasIN conversa con el mayor experto madrileño en los nuevos tratamientos capilares para el rediseño de la línea frontal y la recuperación de contornos en mujeres por enfermedad o accidente.

29 enero, 2022 02:52

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Victor Salagaray (Madrid, noviembre 1974) es el gran experto madrileño en salud capilar. Su campo de actividad se trata de un tema de preocupación general porque, en sus palabras, “más o menos, se habla de que el 50% de hombres y mujeres en algún momento de su vida van a sufrir este problema”.

En su clínica, uno de los lugares clave de este ámbito existe una casuística variada para las mujeres que le visitan: “Nos demandan cosas distintas, algunas de las cuales ni se conocen, y es importante saber que existen opciones, porque el impacto visual y anímico que tienen este tipo de tratamientos es brutal”. De hecho, una gran cantidad de sus pacientes femeninos son “derivados de psiquiatría y cirugía de urgencias”.

Según explica Salagaray a MagasIN, existen dos grandes grupos de las mujeres que le visitan. El primero serían “las mujeres jóvenes, debido al estrés, a algún tipo de medicación (como antidepresivos), enfermedades propias del pelo o desarreglos hormonales (como pueden ser los quistes ováricos, que se tratan con anticonceptivos) o como consecuencia de otras enfermedades. A veces sirve simplemente con tomar alguno de los avanzados suplementos”.

Por otro lado, estaría otro caso muy habitual, “la alopecia a partir de la menopausia, cuando muchas mujeres pierden los niveles normales de su hormona femenina, y les afecta normalmente por la parte superior, como le ocurre a los hombres”.

Desde hace muy poco, son posibles nuevas opciones y tratamientos, que para el Dr. Salagaray es importante que se den a conocer “para que muchas mujeres y hombres sepan que quizá algo puede solucionarse fácilmente”.

El doctor Salagaray.

El doctor Salagaray.

Rediseño de la línea frontal

En primer lugar, la cirugía capilar realmente como una forma de “dibujar el nacimiento del cabello” es ahora posible con técnicas mucho menos invasivas. Es posible incluso “cambiar la línea frontal” o el diseño del cabello como “marco de la cara”. Se trata de una cirugía cada vez más frecuente porque “permite incluso cambiar la simetría facial sólo con el pelo”.

Salagaray explica cómo la proporción facial (la “regla de los tercios” rige aquí las decisiones, con dos ecuadores, en la mitad de la frente y en la parte inferior del labio) hace que se pueda cambiar la implantación del cabello. Un ejemplo sería para él “Naomi Campbell, que cambió ese dibujo para proporcionar su rostro”, probablemente porque las “continuas tracciones muy fuertes del cabello hacia atrás” pueden provocar también esta falta de cabello en nacimiento.

Estos cambios de dibujo por así decirlo han de realizarse con mucho cuidado, para ello, Salagaray pide “opiniones de terceras personas, peluqueros o estilistas, porque es muy difícil dibujar una frente que no ha existido. En cualquier caso, se trata de una novedad, muy delicada y demandada ahora”.

Tratamientos unshave

Para los cambios lentos de densidad capilar “existen ahora tratamientos naturales en mujer, con técnicas sin afeitar, que permiten avanzar en una cirugía pero sin quitar el pelo”, como explica Salagaray.

Realmente, se procede a un auténtico trasvase, “cambiamos el pelo de sitio, lo cogemos de las zonas donantes, de la nuca y laterales. Por explicarlo de forma sencilla, el pelo de la nuca no tiene receptor hormonal y no se pierde por alopecia. Esa raíz del pelo es lo que introducimos en la piel, es como una semilla, a los tres meses empieza a crecer, a los seis meses y al año es definitivo”. En diez días, confirma, “muchas pacientes están ya recuperadas y a los seis meses de haberse operado los resultados son muy visibles”.

Recuperación de contornos

Algunas enfermedades autoinmunes, explica el experto, “pueden provocar que se pierdan las cejas, la línea frontal del pelo y las patillas”. Explica cómo la mujer del director de cine autor de la película Dune, Dino de Laurentiis, inspiró las estéticas de sus personajes en este hecho tras el padecimiento de su mujer.

“Ahora es posible recuperar estos contornos y cambiar muchísimo el aspecto de las mujeres, copiando el diseño exacto original por medio de una fotografía”. Una quemadura “de aceite o agua hirviendo, o la consecuencia de un accidente de tráfico”, o cualquier cirugía previa por “tumor cerebral o radio” puede en algunos casos solucionarse con Bioestimulación intralesional, una ayuda local por así decirlo, inyectando “nutrientes y plaquetas”.

Si esto no funciona, siempre es posible trabajar “injertando las cicatrices y borrándolas, insertando grasa para rellenas y poniendo pelo en la propia cicatriz”. También en el caso de “liftings antiguos en el cuero cabelludo, cuando ha quedado un surco” o de pacientes que tuvieron “una cirugía muy larga, o incluso un coma que ha provocado una calva en la zona de la nuca”.

La importancia del pelo

Dentro de la medicina estética, explica Victor Salagaray, “el pelo es importantísimo, e incluso sigue siendo un tema tabú. A veces va acompañado de un trastorno obsesivo compulsivo, de la ansiedad y la depresión, de hecho, un médico que me deriva muchos pacientes es el psiquiatra”. Para él, “en la mayoría de los casos se debe comenzar con un tratamiento no quirúrgico, como es el caso probablemente de David Beckham, que tras dejar de ser deportista de élite recuperó su salud capilar”.

Comenzó en este sector por casualidad, y recuerda “que en el 2007 esto estaba muy poco avanzado, pero tenía muchísimas posibilidades”. Después de un trayecto internacional de formaciones en centros de prestigio de Canadá, Japón o Perú, Salagaray comenzó a realizar estas cirugías reparadoras que tienen resultados muy notables en personajes muy conocidos: un caso espectacular, en su opinión, es “el presidente de Tesla” o el conocido actor “Matthew McConaughey”. Por el contrario, “Kevin Costner y Liam Neeson son contraejemplos de un buen tratamiento”.