Ngozi Okonjo-Iweala, nueva directora general de la OMC.

Ngozi Okonjo-Iweala, nueva directora general de la OMC. Efe

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Okonjo-Iweala, la pionera que hace historia: es la primera mujer y líder africana en dirigir la OMC

La economista nigeriana estudió en Harvard, tiene 25 años de experiencia en el Banco Mundial y dirigió dos ministerios a la vez en su país. 

17 febrero, 2021 13:57

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La economista nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, una política con amplia experiencia en cargos de responsabilidad nacional e internacional, ha hecho este lunes historia al convertirse en la primera mujer y el primer líder africano que dirigirá la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Nacida el 13 de junio de 1954 en Ogwashi Uku, una localidad habitada mayoritariamente por la etnia igbo en el delta del río Níger (sur de Nigeria), Okonjo-Iweala tiene también nacionalidad estadounidense desde 2019.

Estados Unidos es de hecho el país donde recibió su formación superior, ya que estudió en centros del prestigio de la Universidad de Harvard (donde en 1976 se licenció cum laude en Economía) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que en 1981 le concedió el doctorado en Economía Regional y Desarrollo.

Comenzó su trayectoria profesional en 1982 en el Banco Mundial (BM), donde ha trabajado más de 25 años en dos etapas y desempeñó diversos cargos de responsabilidad, entre ellos el de directora gerente ("número dos" de la entidad) entre 2007 y 2011.

Durante su gestión en el BM promovió numerosas iniciativas para ayudar a los países más pobres a afrontar las crisis financieras y alimentarias.

En la política nacional nigeriana fue asesora económica del presidente Olusegun Obasanjo (1999-2007) y ministra de Finanzas del país más poblado de África entre 2003-2006 y 2011-2015. También fue ministra de Asuntos Exteriores durante tres meses en 2006, siendo la primera mujer al frente de las dos carteras.

Mientras ocupó la cartera de Finanzas, fue clave para el crecimiento económico del país, mediante una política basada en la transparencia y la lucha contra la corrupción.

A su vez, logró aliviar la deuda externa al obtener una cancelación sin precedentes del Club de París y protagonizó un ambicioso programa de reformas para contener el gasto público.

Desde 2015 ha sido consejera de compañías como Twitter y la entidad financiera Standard Chartered, pero también de organizaciones como la Alianza para las Vacunas GAVI, fundamental en la actualidad para la distribución de vacunas contra la Covid-19 en países en desarrollo.

Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, ha sido reconocida como una de las personas más influyentes en el mundo por publicaciones como Time, Forbes y Newsweek.

Autora de varios libros, ha recibido títulos honoríficos de universidades estadounidenses como Yale y Pensilvania, así como el irlandés Trinity College de Dublín.

La OMC y su antecesor, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) habían tenido en casi 75 años de historia seis máximos responsables europeos, uno asiático, uno americano y uno de Oceanía, pero nunca hasta ahora un director o directora general procedente de África.

Tras más de medio siglo de control europeo del organismo, en 1999 comenzó una regla no escrita de rotación continental en la OMC que hacía pensar que en esta ocasión un líder africano podía ser elegido, aunque hubo otras dos candidaturas de ese continente: la de la keniana Amina Mohamed y la del egipcio Abdel-Hamid Mamdouh.

Retos de la OMC

"Agradezco la confianza depositada en mí, al tener en cuenta no sólo mi identidad como mujer y africana, sino también mi experiencia y mi pasión", señaló la nigeriana tras confirmarse su designación, en la reunión del Consejo General del organismo, celebrada virtualmente debido a la pandemia.

Por teleconferencia, Okonjo-Iweala prometió "iniciar las amplias reformas que la OMC necesita para adaptarse el futuro", con retos como retomar las negociaciones comerciales paralizadas desde hace más de una década, la recuperación de los intercambios tras la pandemia o la reanudación del papel arbitral del organismo.

"Los retos que afronta la OMC son numerosos pero no son imposibles de superar: hay esperanza, sobre todo si trabajamos juntos de forma transparente para construir confianza y diluir la tensión política", aseguró la africana.

"Espero trabajar con todos para construir la OMC que todos queremos, una organización que sea dinámica, robusta y apoye al desarrollo sostenible mediante el comercio", concluyó.