Lijia Cai, empresaria china.

Lijia Cai, empresaria china.

Mujer

Una empresaria china que vive en Barcelona, sobre por qué los chinos no compran casas en España: "Tienen miedo"

Lijia Cai es la fundadora de una consultora dedicada a asesorar a inversores chinos interesados en colocar su dinero en Europa.

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Según datos del Ministerio del Interior, las denuncias por ocupación ilegal en España aumentaron un 7,4% hasta alcanzar las 16.426 en 2024, siendo Cataluña la comunidad autónoma más perjudicada.

A pesar de la menor incidencia con respecto a otros años, la okupación es percibida como un problema social importante por muchos españoles, según el CIS. Y, de hecho, hasta un 24% cree que hay posibilidades "medias o altas" de que le okupen su vivienda.

Este miedo, además, no es solo común en nuestro país, sino que ha llegado a otros países. Según la empresaria china Lijia Cai, este fenómeno ha hecho que muchas personas tengan miedo de comprar viviendas en España: los primeros, los empresarios chinos.

La okupación: un miedo 'mundial'

Lijia Cai ha sido la primera invitada mujer del canal de YouTube de Wall Street Wolverine. Nació en Wuhan, China, una de las ciudades más dinámicas e industrializadas del país asiático. Sin embargo, a los 18 años decidió trasladarse a España para estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones,

Llegó sin apenas dominar el idioma y tuvo que adaptarse a una cultura completamente diferente mientras se formaba en la carrera. Con el paso del tiempo, no solo consiguió integrarse, sino que ha construido una sólida trayectoria profesional.

A día de hoy, Cai trabaja como Product Marketing Manager en una empresa internacional de software del sector Oil & Gas y, además, es la fundadora de una consultora dedicada a asesorar a inversores chinos interesados en colocar su dinero en Europa, especialmente en proyectos de energías renovables.

Es precisamente su posición profesional la que le ha permitido observar la cantidad de chinos que no invierten en España, todos ellos, motivados por un mismo miedo: la okupación.

Según Lijia, la okupación es un aspecto muy preocupante para la imagen internacional de España. Esta práctica ilegal ha trascendido las fronteras y ha llegado incluso a influir en las decisiones de inversión de los empresarios chinos.

"Muchos chinos que tienen dinero para invertir en el mercado español no lo hacen por miedo a los okupas. Es un tema que le ha llegado a todo el mundo, a mí, como vivo en Barcelona, me preguntan si mi casa está bien", confiesa entre risas.

Lijia Cai en el canal de Wall Street Wolverine.

Desde su perspectiva, la okupación no solo afecta al mercado inmobiliario, sino también a la percepción de seguridad jurídica en el país. Para los chinos, el concepto de propiedad es casi sagrado, a pesar de no tener una propiedad privada del terreno.

Según explica, el Estado Chino es el dueño del suelo y los ciudadanos solo adquieren el derecho de uso del inmueble por un tiempo determinado. "Si compras un piso, no eres propietario del terreno realmente", señala.

Precisamente por eso, muchos chinos sienten una gran atracción por comprar propiedades en el extranjero, donde sí pueden ser dueños plenos de su vivienda. Sin embargo; esa atracción se ha visto frenada en el caso de España por el temor a la okupación.

"Si una persona dedica toda su vida a trabajar para conseguir algo, y alguien se lo puede quitar tan fácilmente, se elimina la motivación para que la gente trabaje", advierte.

Para ella, este problema no es solo una cuestión social, sino también económica: desalienta la inversión extranjera, daña la imagen del país y genera incertidumbre en un mercado que podría ser muy atractivo para los capitales asiáticos.

Además de la okupación, para la empresaria china existe otro problema en España y es el sistema de las ayudas. Lijia Cai explica que en China existe una cultura de trabajo muy arraigada, impulsada por un profundo sentido de inseguridad.

En su país, la estabilidad laboral y el respaldo del Estado son limitados, lo que lleva a las personas a ser extremadamente trabajadoras y ahorradoras. "Las personas confían plenamente en sus ahorros", explica.

España, en cambio, le resulta un país con un carácter completamente opuesto. Según la empresaria, el sistema de ayudas español, aunque bien intencionado, acaba desincentivando la productividad y la iniciativa.

En su opinión, existe una dependencia excesiva del Estado que reduce la motivación para trabajar o emprender.

Sin embargo, a pesar de estas "críticas", Cai afirma sentirse profundamente vinculada a España. Aprecia su estilo de vida y, sobre todo, la forma de ser de su gente, a la que considera más "honesta y real" que la de otros países donde también ha tenido experiencia profesional, como Estados Unidos.