El pueblo de Peratallada.

El pueblo de Peratallada. iStock

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El precioso pueblo medieval de Girona donde todo sigue como en el siglo XIII: murallas, fosos y calles de piedra intactas

Murallas, fosos y calles empedradas que parecen detenidas en el tiempo. Así es uno de los pueblos medievales más bonitos de Girona.

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A lo largo de nuestra geografía podemos encontrar verdaderas joyas medievales, entre las que tenemos que destacar un precioso pueblo medieval de Girona, en el que las murallas, los fosos y las calles de piedra han logrado superar el paso del tiempo. En su momento tenía fama de ser el pueblo más fortificado de Cataluña y no es otro que Peratallada.

Las murallas que rodeaban a este pueblo se alzaban para impedir el acceso de los invasores, alejando así el peligro y consiguiendo que se mantuviese la paz en el interior, donde sus habitantes hacían vida. Su nombre viene dado por la gran roca de piedra calcárea sobre la que se construyó el pueblo.

En primer lugar, se construyó el castillo de Peratallada, en el siglo X, para seguidamente dar paso a unas murallas que fueron levantadas entre los siglos XI y XIII. Por aquel entonces la población ya había crecido alrededor del castillo, y esos muros sirvieron para poder delimitar los márgenes del pueblo.

Tiempo más tarde se sumó un palacio gótico, mientras que junto a las murallas se alzaron diferentes torres, entre las que se encuentran la Torre Oeste y la Torre de la Hora. Entre sus empedradas calles hubo lugar para plazas y comercios, y también se buscó un lugar para construir la iglesia románica de San Esteve.

Peratallada es uno de los pueblos medievales mejor conservados y más bonitos de todo el país, motivo por el cual en el año 1975 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. De hecho, consigue mantener gran parte del esplendor de la época medieval.

¿Cómo es Peratallada hoy en día?

En la actualidad, al visitar Peratallada se puede disfrutar con los vestigios de su fortaleza, puesto que parte de sus murallas han conseguido superar el paso del tiempo, además del foso. También se mantiene el Portal de la Virgen, que es la única puerta de acceso a la muralla medieval que aún se conserva, así como las mencionadas Torres de la Hora y la Torre del Oeste, que son parte de su muralla.

En el centro del pueblo podemos encontrar la Torre de Homenaje, que mantiene la estructura original del Castillo de Peratallada, si bien no se puede visitar actualmente al ser una propiedad privada. Lo que sí se puede ver es el edificio y la entrada principal desde la Plaza del Castillo. 

En cualquier caso, este precioso pueblo medieval tiene mucho que ofrecer a través de sus calles empedradas, desde las cuales se puede llegar a espacios como la pequeña Plaza del Oli, la Plaza del Esquiladors, en la que se reunían los esquiladores de ovejas, o la Plaza de les Voltes, que recibía este nombre porque en la Edad Media estaba porticada por el este y el norte.

Si visitas el pueblo, no te puedes olvidar de acudir a la Iglesia de San Esteve, que data de finales del siglo XII y comienzos del XIII. Es un templo de estilo románico en el que destaca su bonita fachada, adornada con un sencillo rosetón, así como un interior en el que se conserva un sepulcro gótico del siglo XIV. Una curiosidad al respecto del templo religioso, es que se encuentra fuera del recinto amurallado, algo poco habitual en la época.

El mejor momento para poder disfrutar de todo lo que te puede ofrecer este precioso pueblo medieval de Girona es octubre, cuando se celebra su popular Feria Medieval. En esos días sus calles y plazas parecen regresar a la Edad Media, donde los presentes se visten con atrezo de la época, mientras venden productos locales y artesanía. Tampoco faltan los espectáculos, con torneos de caballeros y juglares con los que hacer las delicias de los visitantes.

Otros pueblos medievales con encanto de Girona

Más allá de Peratallada, pueblo situado a apenas 40 kilómetros de Girona y cerca de la Costa Brava, podemos encontrar otros pueblos medievales que también deberías visitar, entre los que se encuentran:

  • Besalú: este pueblo es considerado toda una joya medieval en la que destaca por encima de todo su espectacular puente románico del siglo XI, así como su antigua entrada al pueblo, que da acceso directo al barrio judío. En su interior hay muchos lugares destacados, como el monasterio de Sant Pere y el hospital de San Julià.
  • Pals: este hermoso pueblo medieval se sitúa en una colina con vistas al mar Mediterráneo, en plena Costa Brava, un lugar ideal para disfrutar de una gran apuesta cultural y natural. Entre sus puntos de mayor interés se encuentran la Iglesia de Sant Pere, la casa fortificada Ca la Pruna y la Plaza Mayor con el Ayuntamiento, mientras que en su entorno natural destacan las playas Gran y Grau.
  • Castellfollit de la Roca: construido sobre un acantilado de más de 50 metros de altura, es un sitio único que bien merece una visita, siendo además parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa. Conserva todo su trazado medieval original, con calles estrechas y empinadas. Desde la iglesia de Sant Salvador se ofrece una vista impresionante del entorno natural que lo rodea.
  • Vulpellac: este pequeño pueblo del municipio de Forallac destaca por tener un casco urbano declarado Bien de Interés Nacional como Conjunto Histórico. Lo ha conseguido gracias al conjunto formado por el castillo-palacio con la parroquia, en un lugar que permite viajar en el tiempo para comprender el esplendor de la Edad Media.