La periodista de investigación Pilar Velasco

La periodista de investigación Pilar Velasco

Actualidad

Pilar Velasco y la prensa como vigilante del poder: "Nosotros destapábamos los casos de corrupción”

La reconocida periodista de investigación, directora de Demócrata, habla de su pasión por el oficio, de precariedad y la masculinización de su entorno.

3 marzo, 2023 02:05

Se escucha ruido de fondo. “Te llamo en tres minutos”, responde rápidamente antes de colgar Pilar Velasco, madrileña, periodista de investigación y de datos, experta en información nacional (Cadena Ser), colaboradora de Televisión Española, Antena 3 y Cuatro, voz radiofónica con Carlos Alsina y adalid de El Nacional o infoLibre, entre otras cabeceras. Ahora, además, arranca como directora del nuevo medio, Demócrata: "Es una nueva cabecera de nicho para poner en valor la información parlamentaria".

“Estamos viviendo un momento excepcional”, explica Velasco en una segunda llamada, “porque la información está tensionada, en un contexto de crisis, inflación, campaña electoral, polarización y creo que vamos a vivir campañas muy agresivas”, señala, mientras se percibe aún cierto ajetreo tras su voz seria, probablemente en mitad de algún acontecimiento. “¿Hoy? Mucho lío [sonríe], normalmente empiezo muy pronto por la mañana, antes de las seis, me levanto con prisas, leo toda la prensa y organizo las llamadas. Después voy a ver a gente que me cuente”.

¿Cuál es la rutina de una periodista de investigación? “Mi hábito de trabajo conlleva muchas horas”. Se refiere a una agenda de llamadas con las que contacta o va a ver a personas de todo tipo: diputados, asesores, fiscales, jueces, especialistas en diferentes temas, etc., para preguntarles directamente sobre una cuestión. Los políticos dan mucho briefing off the record [información directa fuera de las grabaciones] "y suelen estar dispuestos a explicarnos para que entendamos y les preguntemos”. 

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Hubo varias mujeres que la inspiraron a elegir su profesión, pero se refiere a algo que le genera extrañeza: “Lo cierto es que no he tenido directoras nunca… y eso es una pasada, ¿no crees?”.

La actualidad informativa 

Como investigadora se ocupa de dos grandes temas, el político y el judicial: “Y a esas dos ramas de fuentes les tienes que dedicar suficiente tiempo para estar actualizada. Luego hay temas más colaterales sobre los que no soy especialista, para los que tengo que hacer muchas llamadas y estudiar diferentes fuentes”. Como ejemplo pone “un tema como el protocolo del aborto, que necesita de muchas llamadas y consultas a a expertos y expertas, fuentes de la comunidad autónoma, del Gobierno y personas con alto conocimiento para formar una opinión”.

El periodismo de investigación, explica, “es como el deporte, necesitas de un esfuerzo para mantenerte día a día, poco a poco, porque si no, pierdes el paso. Sobre todo por la sensación de responsabilidad en la construcción del mensaje: los análisis de una periodista tienen que llevar muchas fuentes detrás, si no, no son honestos".

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"El espectador se merece que los trabajemos: al margen de que esté de acuerdo o no, por la tendencia ideológica, creo que el que escucha te da su respeto cuando explicas algo y se ve que has trabajado mucho la información, que tu criterio sale de algún sitio, no sirve con expresar una opinión categórica sin más”, afirma con convencimiento. Una de las claves de su trabajo es que “la información tiene que ser útil para quien la está escuchando, lo cual implica darle un contexto para que entienda".

Esto es: "Qué está pasando, cuáles son realmente claves, dónde está la tensión política, cuáles son los intereses electorales, qué hay de artificio en lo que vemos, qué de batalla política, qué puede afectar al ciudadano de lo que estás discutiendo y qué no”. La utilidad del mensaje, dice Velasco, “la trabajo sobre esas preguntas e intento que no se me olviden y no me arrastre el tema per se”. Para ello, se pregunta directamente cada vez: ‘¿Esto que estoy analizando le es útil a quien te escucha?’. Porque “quien nos escucha o nos lee es tan inteligente como quien elabora la información, esa es la clave. ¿Esto sirve para algo a quien escucha?”. 

Su paso estelar por la Universidad de Yale

En 2018 recibió una beca de excelencia en la Universidad de Yale, en Global Affairs, para escribir sobre corrupción. Su relación con el Jackson Institute ahora continúa como afiliada: “Desde que recibí la Yale World Fellow, soy afiliada al Jackson Institute e intento mantener el trabajo con los grupos de allí. Te obliga a repensar de manera global, a salir de una cierta burbuja. Los grupos de trabajo son de gente de altísimo nivel de excelencia intelectual y profesional”. 

Forma parte de la Junta directiva de la Asociación de Periodistas de Investigación (2017), un grupo multidisciplinar, de investigación de datos y con distintos perfiles. Sin embargo, desde muy joven ha querido ser periodista, redactora: “Siempre supe el tipo de información que quería hacer, la convencional, de investigación. Se trata de trabajar tú misma tus informaciones y trabajar en equipo, asociada a los departamentos de investigación".

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"Tuve la suerte de empezar joven y mantenerme en esa ruta durante muchos años, desde que era becaria en Interviú. Luego, con veinticuatro o veinticinco llegué a la SER, a la sección de Informativos, con un equipo excelente. Entonces el uso de las redes era distinto, la investigación requería el anonimato, pero era una oportunidad increíble para investigar casos de corrupción y hacerlo razonablemente bien. Ahora las cosas han cambiado, pero tenemos nuevas oportunidades. Cuando daba clase a las y los jóvenes periodistas, yo les decía ‘Apostad y no os mováis’, para ganar dinero hay opciones, pero cuando eres joven puedes mantener esas apuestas”, relata.

Para ella la profesión se ha precarizado tanto que, a veces, parece que si te esfuerzas “te tiene que llevar a otro sitio, pero no tiene por qué”: “Yo me fijo en la generación de los periodistas clásicos y creo que es importante que no nos olvidemos de los esfuerzos que se han hecho para mandar a periodistas fuera de España y ver qué estaba pasando allí fuera”. En cuanto a su peor momento profesional, confiesa que “entre 2011 y 2015 fueron años muy duros, con mucha crisis económica”: “Tuve muchas dificultades para sacar informaciones adelante y no lo pasé bien. Las carreras no son lineales y tienes momentos de aprendizaje, la tensión económica, política y editorial muchas veces también hacen que cueste tanto sacar informaciones adelante”. 

El efecto Wow!

Para Velasco, la sensación de logro o efecto wow, “durante muchos años se producía cuando terminaba de investigar una noticia, la cerraba y aparecía otra”. Una buena noticia “normalmente cuesta mucho trabajarla y es una gran satisfacción sacarla adelante”, señala: “Por ejemplo, antes de que el caso Gürtel estuviera avanzado, hubo muchos años en que los casos de corrupción los sacábamos los periodistas”. La caja B del PP no se investigaba en la Audiencia cuando habló de esto Pedro J. en El Mundo. “Una noticia costaba hacerla meses, era duro, correoso. Pero aparecían esos momentos en los que estabas trabajando con equipos tan fantásticos y aprendiendo tanto”. Ahora destaca momentos de gran satisfacción profesional en la tertulia de Carlos Alsina (Onda Cero) o cuando los directores y directoras de los programas en que participa tienen “un buen dato”. 

En su experiencia, “en la sección de investigación siempre ha habido poquísimas mujeres”, explica, y añade que eso quizá sea debido a que “la información de investigación es un entorno muy masculinizado, y muy unido a la dirección”. Esto empieza a cambiar en su criterio y señala a Jill Abramson, la primera directora del New York Times, Jane Mayer de New Yorker o Janine Gibson del Financial Times. Sin embargo, "las mujeres aportan valores distintos cuando están en una dirección. Hemos estado muchos años trabajando en entornos solo masculinos y eso era una anomalía absoluta, generando una distorsión. ¿Cómo no vas a tener mujeres liderando equipos si somos más de la mitad de la población?”.

En su opinión, “la precampaña autonómica y de las elecciones generales va a condicionar la agenda informativa, en un contexto multipartidista”: “Tras la desaparición del bipartidismo, cada cual juega muy fuerte con precampañas muy duras. También la inflación y la economía van a seguir marcando agenda, y la guerra cultural que sigue viva en Europa y en España, un debate sobre los valores, las líneas rojas, el rol de la mujer, la democracia, la ultraderecha y desde luego la atrocidad de la guerra de Ucrania van a seguir en la agenda”. 

Enamorada de Madrid

La autora de libros como No nos representan o Jóvenes aunque sobradamente cabreados, explica que las noticias muchas veces “tienen sus tiempos” porque están asociadas a un momento determinado y dependen de mil factores”: “Miras hacia atrás y piensas, ‘¿por qué tardó tanto en salir o por qué salió y no tuvo impacto aquella noticia?’”. No siempre, pero a menudo es necesario sacar el termómetro para ver qué está pasando en la esfera pública y en la vida real: “A veces merece la pena poner la atención donde está y a veces no”.

Respecto a Madrid, ciudad de la que se define como una enamorada, se pregunta: “¿Por qué no podemos tener una alcaldía que ponga Madrid en el mapa? ¿Para cuándo una buena agenda de movilidad, una ciudad más verde y sostenible, más pensada para las personas, que sea puntera, para cuándo una buena agenda cultural? Imaginemos un Madrid con un poco de mejor gestión que afecte a la ciudad entera y no solo a ciertos barrios”, dice, categórica. Velasco se disculpa porque regresa a un acontecimiento que mañana o pasado será el centro de los titulares.