Competición

El desierto regresa al Dakar con motivo de la 40ª edición

23 marzo, 2017 20:31

ASO anunciaba el miércoles el recorrido del Dakar 2018 con una gran novedad: el regreso de Perú a la carrera, la cual cumplirá una década disputándose sobre suelo sudamericano. El país Inca acogerá el próximo 6 de enero la salida de la carrera por las calles de su capital, Lima y atosigará a los competidores con una primera semana en la que se espera mucha arena y dunas. La prueba terminará dos semanas más tarde, el día 20 ya en Córdoba, Argentina.

Por el camino catorce etapas que pondrán contras las cuerdas tanto a participantes como a mecánicas. Algunas de ellas se disputarán íntegramente en el desierto, ofreciendo una experiencia completamente distinta a la que han vivido los deportistas este año, en la que la altitud, los cruces de camino y la navegación en pista han sido los grandes rivales. Se regresa por tanto a una dureza mucho más natural y popular entre los considerados como dakarianos, una carrera menos al sprint que puede llegar muy decidida a la segunda semana gracias a las dunas del desierto costero de Perú.

El encuentro con Perú dejó imborrables recuerdos de asombro y emoción. Las majestuosas dunas del desierto de Ica, el calor y el fervor de los fans en Lima y otros lugares, y el sabor refrescante de pisco sour, dejaron su huella en los competidores del rally. Cinco años después de nuestra última visita a la tierra de los Incas, una reunión alegre parece que acecha detrás de cada esquina.

Tras esta primera semana, la prueba no levantará el pie y afrontará su regreso a Bolivia y con él la altitud y la posibilidad de encontrarse con la lluvia y el frio. El altiplano y el Lago Titicaca serán algunos de los paisajes más característicos, mientras que la etapa de descanso será el 12 de enero en la capital, La Paz, de la cual puede volver a partir la etapa maratón si se repite el formato de este año, aunque no será hasta noviembre cuando se conocerá el recorrido detallado del Dakar 2018, la que será la 40ª edición de la carrera.

A partir de ahí se espera una competición al sprint, marcada por las diferencias que se hayan podido acumular durante los primeros días. Argentina recibirá la última parte de la prueba, atravesando provincias como Salta, San Juan, Villa Carlos Paz -casa del Rally de Argentina del WRC- y por último Córdoba, ciudad que acogerá el final de la carrera y el podio con la entrega de premios.

A pesar de que Paraguay quería tener más peso en la carrera y que ASO inició conversaciones con el Gobierno de Chile, ambos países se han quedado fuera de la próxima edición de la prueba, mientras que los representantes peruanos dejaron bien clara desde el inicio su intención de volver a formar parte del recorrido un lustro después de su participación. Éttiene Lavigne y especialmente Marc Coma, director deportivo del Dakar, han podido moldear un itinerario prácticamente a su gusto y prometiendo la arena y el desierto que tanto han exigido los participantes durante los últimos años.

La 40ª edición del Rallye permitirá dar rienda suelta a su creatividad con la amplia gama de paisajes en el menú el próximo enero. Después del filtrado de las aguas del Pacífico y un comienzo lleno de arena, la carrera abordará una trilogía Andina con un sabor diferente. La sección boliviana del rally abordará ambos lados del lago Titicaca, seguido de un día de descanso en La Paz y una caminata algo diferente por el Altiplano. El curso de la carrera permitirá al Dakar 2018 entrar por su propio pie en la tercera parte del rally, donde el vasto y variado terreno de Argentina será el escenario para la carrera. Muchos competidores ya ven a Córdoba como el sobrecogedor pico que necesitan coronar.