Antonio García se exhibe con Corvette en Sebring

Antonio García se exhibe con Corvette en Sebring Corvette Racing Sebring

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Antonio García se exhibe con Corvette en Sebring

El madrileño firmó una de las actuaciones de su carrera deportiva para lograr un tercer triunfo de categoría en las 12 Horas de Sebring. Cadillac arrasó entre los Prototipos como ya ocurrió en las 24 Horas de Daytona

21 marzo, 2017 16:49

Decir que Antonio García es un gran piloto ignorado en España es faltar a la verdad. El madrileño se ocupa regularmente de recordar a todos los aficionados al motor que su palmarés sigue creciendo. Y eso difícilmente pasa desapercibido aunque no se siga con interés el mundo de la resistencia. En esta ocasión le tocó además ser el protagonista absoluto en la categoría GTLM de las 12 Horas de Sebring 2017, que se adjudicó junto a Jan Magnussen, Mike Rockenfeller y Corvette Racing.

La marca estadounidense suele destacar en las carreras más largas por sus habilidades estratégicas, pero en los últimos tiempos nada había podido hacer el C7.R contra los nuevos Ford GT, vencedores la temporada pasada en Le Mans y hace unas semanas en Daytona. Sin embargo unas paradas magistrales dejaron a Antonio García en cabeza cuando cayó la noche sobre Florida y él se encargó del resto.

Primero aguantó los ataques de Patrick Pilet al volante de uno de los nuevos Porsche 911 con motor central y cuando el francés cayó víctima de un pinchazo, no dio opción al Ford GT de Joey Hand, Dirk Müller y Sébastien Bourdais, el más victorioso de los coches del óvalo azul. Los pilotos de Ford no daban crédito al ritmo exhibido por Corvette en la recta final de carrera, pero probablemente la clave de este tercer triunfo consecutivo para Corvette no estuvo en la mecánica.

Si ya en los últimos años los GT venían robando protagonismo a los Prototipos por la implicación de tantas marcas y el reiterado cuerpo a cuerpo, el complicado parto de la categoría DPi invita aún más a ello. Si en Daytona ya arrasaron los Cadillac, la fiabilidad en Sebring volvió a jugar a favor de los prototipos estadounidenses, que coparon el podio absoluto. Y Wayne Taylor Racing volvió a ser el equipo triunfador, con los hermanos Taylor y Alex Lynn batiendo a los prototipos de Action Express.

Pese a que Rebellion Racing marcó la pole y ello hacía presagiar mayor igualdad que en la primera cita del año, finalmente sólo uno de los LMP2 inscritos fue capaz de aguantar el ritmo: el Oreca de JDC-Miller Motorsports, cuarto clasificado. El resto, así como los DPi de Nissan y Mazda, fueron cayendo a medida que avanzó la carrera. Ello además propició que los dos primeros clasificados en LMPC, una categoría monomarca de claro caracter pro-am, acabaran quinto y sexto. Ahí también repitió el equipo vencedor en Daytona, Performance Tech Motorsports.

Al menos en GTD disfrutamos de un ganador totalmente de nuevo. En su segunda carrera en suelo norteamericano el Mercedes-AMG GT3 firmó pole y victoria. Riley Motorsports se llevó el triunfo en la categoría con mayor variedad de marcas y equipos de la mano de Jeroen Bleekemolen, un as de la especialidad, Ben Keating y Mario Farnbacher.