Poco a poco se va abriendo el abanico de alternativas a los motores de combustión interna más tradicionales. Vehículos eléctricos, híbridos, de pila de hidrogeno o incluso alimentados por gas comparten carretera con nosotros todos los días y con el paso de los meses, su presencia incluso se hace mayor, convirtiéndose en los reyes del asfalto en ocasiones excepcionales como los episodios de alta contaminación que vivió Madrid durante la semana pasada. Una de esas opciones entre los combustibles considerados de bajas emisiones contaminantes, el GNC o Gas Natural Comprimido, está gozando del interés de uno de los grandes grupos automovilísticos a nivel mundial.

El Grupo VAG, hace tiempo que dejó un hueco dentro de su estrategia comercial a este tipo de vehículos, por lo que no ha sido de extrañar el ver que SEAT presentaba hace sólo unos días su nuevo vehículo propulsado por GNC, el SEAT Ibiza TGI, el cual se ha convertido en una propuesta muy interesante para todos aquellos que busquen un vehículo práctico en el día a día que cuente con un propulsor alimentado por gas, con menos emisiones y un consumo inferior, que además ofrece una respuesta del motor similar a la de una bloque de combustión de gasolina.

En este caso, el Ibiza TGI equipa un motor 1.0 TSI de tres cilindros que eroga 90 CV de potencia y un par de 160 Nm entre las 1.900 rpm y las 3.500 rpm. Concretamente son 5 CV menos que un motor de gasolina tradicional, con unas prestaciones que le permiten hacer el 0 a 100 km/h en 12,1 segundos y una velocidad punta de 180 km/h. La utilización de un depósito de 13 kilogramos de gas natural comprimido (instalado en el lugar en el que iría la rueda de repuesto) complementa a un depósito de gasolina de 40 litros, algo que le permite el uso de ambos combustibles.

Los datos del motor 1.0 TGI usando GNC y con una caja de cambios manual de cinco relaciones, sitúan el consumo medio declarado en apenas 3,3 kilogramos a los 100 km, algo que le permite completar un centenar de kilómetros por unos 2,81 euros si tenemos en cuenta que en la actualidad el kilogramo de Gas Natural Comprimido se encuentra sobre los 0,90 euros. Las emisiones por su parte se establecen en sólo 88 g/km de CO2. Es por ello que el coche suele anteponer el uso del GNC frente al de la gasolina, no pasando a utilizar este último hasta que el depósito de gas se encuentra completamente vacío. Entre ambos depósitos, el SEAT Ibiza 1.0 TGI es capaz de cubrir sobre el papel hasta 1.320 kilómetros, indicando a través de un testigo cuándo se encuentra utilizando cada tipo de combustible.

Uno de los grandes pros del modelo es que cuenta con la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico, algo que lo permite circular por los lugares restringidos a aquellos vehículos que no la poseen durante los episodios de alta contaminación. Además, su compra puede estar bonificada en determinados ayuntamientos, recibiendo los compradores que se acojan al nuevo Plan MOVALT una subvención de 2.500 euros por su compra. El SEAT Ibiza 1.0 TGI se ofrece en todos los acabados de la gama Ibiza (Reference, Style, Xcellence), incluso en el acabado FR, denominado para la ocasión como SEAT Ibiza FR EcoPlus. Los precios se mueven desde los 17.110 euros de la versión Reference, hasta los 22.310 del EcoPlus.