El experto dejó claro desde el inicio que este tipo de compras exige cabeza fría y números claros.

El experto dejó claro desde el inicio que este tipo de compras exige cabeza fría y números claros. Freepik

Motor

Máximo, analista en automoción, sobre los coches que puedes comprar por menos de 1.000 euros y valen toda la pena

El experto recomendó asumir desde el principio un presupuesto adicional para una revisión completa nada más comprarlo.

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Comprar un coche por menos de 1.000 euros no es, necesariamente, una mala idea si se sabe dónde mirar y qué exigir. En un mercado marcado por la subida de precios del vehículo nuevo y de ocasión, todavía existen opciones muy baratas que pueden resultar funcionales durante varios años, siempre que se asuman ciertas condiciones. Así lo explicó Máximo, analista en automoción, en una charla publicada en el canal de YouTube Garaje Hermético, donde defendió que “hay coches en el entorno de los 1.000 euros que valen la pena”, aunque con matices importantes.

Coches baratos sí, pero con expectativas realistas

El experto dejó claro desde el inicio que este tipo de compras exige cabeza fría y números claros. Se trató, en todos los casos, de coches con entre 20 y 25 años de antigüedad y kilometrajes elevados, normalmente por encima de los 200.000 kilómetros. Aun así, recordó que la vida útil de muchos motores de esa generación puede situarse en torno a los 350.000 o incluso 400.000 kilómetros si han sido bien mantenidos.

Haced números”, insistió el analista, al explicar que un coche con 250.000 kilómetros todavía puede ofrecer varios años de uso si el conductor recorre unos 15.000 kilómetros anuales. En ese escenario, la compra puede compensar, aunque advirtió de un punto clave: el precio real no acaba en el anuncio.

El coste real va más allá del precio de compra

Uno de los mensajes más repetidos fue que un coche de 1.000 euros rara vez se queda en esa cifra. Máximo recomendó asumir desde el principio un presupuesto adicional para una revisión completa nada más comprarlo. “Calcula que te va a costar el doble”, señaló, en referencia a frenos, neumáticos, amortiguadores, líquidos, distribución y una puesta a punto básica orientada a la seguridad.

Ese gasto adicional, que estimó entre 600 y 1.000 euros si no aparecen averías graves, no debía verse como un problema, sino como una inversión. “No es un gasto, es una inversión”, afirmó, especialmente si el coche va a utilizarse a diario.

Modelos recomendados por su fiabilidad y sencillez

Dentro de ese presupuesto, el analista seleccionó varios modelos que consideró interesantes por su robustez, disponibilidad en el mercado y mecánicas sencillas. Entre ellos destacó:

  • Audi A4 B5 (1995–2001), con el motor gasolina atmosférico 1.8 de 125 CV.

  • BMW Serie 3 E46 (1998–2007), especialmente los 318 y 320 de gasolina sin turbo.

  • Citroën Xsara (1997–2004), con el 1.6 16V de 90 CV.

  • Mazda 6 primera generación (2004–2013), con el motor 1.8 de 120 CV.

  • Mercedes Clase A primera generación (1997–2005), tras las mejoras de estabilidad.

  • Renault Mégane fase 2 (1999–2002), por su abundancia y bajo coste.

  • Seat Ibiza (2002–2008), incluso con diésel atmosférico por sencillez.

  • Skoda Octavia primera generación (1997–2004), con motores 1.6 o 1.8 atmosféricos.

  • Toyota Avensis (1997–2003), especialmente el 1.6 de gasolina.

  • Volkswagen Golf IV (1998–2006), con los conocidos motores 1.6 y 1.8 sin turbo.

En todos los casos, subrayó que no se trata de buscar “el modelo perfecto”, sino la mejor unidad disponible.

Los consejos clave antes de comprar

Más allá de los modelos concretos, el experto insistió en varias recomendaciones generales que consideró fundamentales:

  • Priorizar la unidad y su estado, por encima del modelo, la versión o el color.

  • Apostar por mecánicas sencillas, mejor gasolina atmosférica que diésel o turbo.

  • No descartar cambios automáticos antiguos bien cuidados, por su durabilidad.

  • Revisar historial de mantenimiento, número de propietarios e ITV al día.

  • Contar siempre con la ayuda de un experto o mecánico, aunque haya que pagar la revisión.