Montaje con una imagen de Juanjo y una imagen de archivo de un taller de mecánica.

Montaje con una imagen de Juanjo y una imagen de archivo de un taller de mecánica. Freepik

Motor

Juanjo, dueño de un taller de mecánica, sin filtros: "Abrirlo me costó 130.000 euros, tuve que hipotecar mi casa 2 veces"

El mecánico señaló el largo trabajo que ha tenido su negocio y cómo tuvo que sacrificar gran parte de su vida para sacarlo a flote.

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Si bien estamos acostumbrados a ver mecánicos en distintos barrios realizando el mantenimiento o la reparación de coches, cada taller esconde una historia.

Son negocios que, en gran medida, requieren del esfuerzo y sacrificio de emprendedores tratando de salir adelante con su pasión.

Así, uno de ellos es Juanjo, el dueño de un taller mecánico en Barcelona llamado BCN Motors y que compartió en redes sociales (@Eric Ponce), lo mucho que le había costado emprender en el negocio del automóvil.

El duro trabajo de la mecánica

Los talleres de mecánica desempeñan un papel fundamental en el día a día de millones de conductores, garantizando que los vehículos se mantengan en condiciones óptimas de seguridad y funcionamiento.

Detrás de cada reparación hay horas de trabajo especializado, experiencia acumulada y una dedicación constante por parte de los mecánicos, que a menudo afrontan jornadas largas, trabajos físicamente exigentes y la necesidad de adaptarse a tecnologías cada vez más complejas.

Montar un taller de mecánica en España requiere una combinación de formación técnica, inversión económica y cumplimiento de una normativa específica.

"La inversión inicial de este taller fue de unos 125.000-130.000 euros en compra", aseguraba Juanjo. "Ha habido momentos que me he metido ahí en el agujero ese y he echado mis horas, o sea rehipotequé mi casa para poder hacerlo".

Sin embargo, el mecánico señaló cómo en su caso no ha tenido ninguna ayuda social para montar su negocio. De hecho, reclamaba la presión fiscal en el país, "es enorme", confesaba. Por ello advertía de que abrir un negocio así puede significar la ruina.

De ese modo, a ello se suma la inversión en maquinaria, herramientas especializadas y sistemas de diagnóstico, indispensables para ofrecer un servicio competitivo y de calidad.

"Trabajo muchas horas, mira qué hora es y yo empiezo a las 6 de la mañana cada día", indicaba el mecánico. "Mis jornadas se extienden hasta muy tarde: días de llegar a las 10-10:30, alguna noche hasta pasadas las 10:30 de la noche llegar a casa".

Incluso contaba cómo ha llegado a sacrificar tiempo personal para su familia, únicamente para trabajar. "La baja de paternidad ha sido dos días. La verdad que me arrepiento de eso, no hacer tantas horas y no estar con la familia", contaba.

"Estoy más en el taller que en casa", rememoraba. "Incluso salgo con mi mujer a cenar y se acerca uno: '¿te puedo pasar el coche el lunes? Joder tío, estoy cenando".

Más allá de los aspectos legales y técnicos, sacar adelante un taller implica un esfuerzo continuo en gestión y atención al cliente.

La confianza es un factor clave en este sector, por lo que muchos negocios se construyen a lo largo de los años gracias al boca a boca y tratos cercanos.

Sin embargo, Juanjo recordaba cómo su trato con los clientes no ha sido siempre el correcto. "Algunos clientes desaparecen sin pagar", apuntaba. "Te dicen: oye, yo facturo el día 25 y te pagaré. Después desaparecen. Tengo nombres y apellidos de la factura, tengo denuncias puestas".

El mecánico era claro a la hora de reflexionar sobre su perspectiva de su negocio: "Si tuviera que invertir hoy 100.000 euros o más, lo tenía que ver muy claro y estar muy seguro de que voy a triunfar si no, no lo sé".