Marc, transportista de 32 años, no se corta sobre cuánto gana Freepik / YouTube Rutas de Éxito
Marc, transportista de 32 años: "Con mi sueldo me he podido comprar mi casa y amigos de mi edad aún viven con sus padres"
Un camionero español explica cómo un trabajo que al principio rechazaba terminó dándole estabilidad económica.
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Marc, transportista de 32 años, cuenta que nunca imaginó verse al volante de un tráiler, pero la necesidad le cambió los planes y lo llevó a un oficio que, según admite ahora, le ha abierto la puerta a una vida cómoda. En una conversación con el canal de YouTube Rutas de Éxito, repasa cómo pasó de mirar el sector del transporte con recelo a convertirlo en su mejor decisión.
“Ha sido lo mejor que he hecho”: cuánto gana y cómo vive
Marc recuerda que durante mucho tiempo evitó el mundo del transporte porque tenía “ciertos prejuicios” sobre la profesión. Sin embargo, cuando necesitaba estabilidad económica, aceptó un puesto como conductor y descubrió que el sector podía ofrecerle más de lo que esperaba. “Ha sido lo mejor que he hecho”, resume.
Hoy, con 32 años, destaca que su jornada de nueve horas diarias le deja unos ingresos que difícilmente habría obtenido en otros sectores. “Me gano bien la vida, me he podido comprar mi casa”, afirma, convencido de que el esfuerzo marca la diferencia. Y lo compara con amigos que aún no han logrado independizarse: “Mis amigos de mi edad siguen viviendo con sus padres”.
En su caso, cada mes percibe alrededor de 2.300 euros y, cuando puede, acepta algún viaje extra para ahorrar un poco más. Asegura que esa combinación le permitió dar el paso de comprar vivienda, algo que considera un hito personal y familiar.
Un trabajo distinto al de una fábrica
El camionero explica que la rutina del transporte no se parece a la de otros empleos más repetitivos. La compara directamente con la vida laboral de su esposa, que trabaja en una fábrica y llega a casa “agotada”. Él, en cambio, sostiene que su jornada, aunque sea más larga, se vive de otro modo. “Vas conduciendo, vas con tu música, vas en tu camión… 12 horas en un camión no se igualan a 8 horas en una fábrica”, reflexiona.
Para él, el cansancio físico es menor y la parte mental también se lleva mejor. Al terminar su turno, siente que aún tiene energía para disfrutar de su familia. “Yo llego a casa y me voy con el niño o con la niña a comprar, y mi mujer llega a casa y necesita dormir”, explica.