Los K-cars representan una opción lógica para quienes necesitan desplazarse y no pueden acceder a modelos más costosos

Los K-cars representan una opción lógica para quienes necesitan desplazarse y no pueden acceder a modelos más costosos Toyota

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Un experto en automoción sobre los coches japoneses de menos de 10.000 euros que podrían conquistar Europa

El especialista señaló que estos vehículos son ideales para residentes en zonas rurales. 

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Los K-cars podrían convertirse en la próxima gran revolución de movilidad económica en Europa. Así lo explicó Joseba, un especialista en automoción, que ve en estos vehículos ultracompactos una oportunidad real para democratizar el acceso al coche nuevo.

Qué son los K-cars y por qué interesan a Europa

A través de su canal Easy Gas, el experto reveló que estos modelos nacieron en Japón, donde siete de cada diez vehículos vendidos pertenecen a esta categoría. Su fórmula es clara: coches de menos de 3,40 metros, con menos de 60 CV y un precio inferior a los 10.000 euros.

La idea ha empezado a estudiarse en la Unión Europea, donde se valora replicar esta normativa para permitir la fabricación de modelos similares y abrir un nuevo segmento de acceso.

En España, subrayó, no existe hoy ningún coche nuevo por ese precio, lo que convierte a los K-cars en una alternativa especialmente atractiva para familias con recursos limitados o residentes en zonas rurales sin transporte público suficiente.

El papel de las subvenciones para que funcionen

El experto también fue directo: ningún fabricante europeo puede producir un coche de 10.000 euros sin ayuda estatal. Por ello, consideró imprescindible acompañar esta categoría con incentivos públicos, igual que ocurre en Japón.

Entre esas medidas mencionó desde la exención del impuesto de matriculación hasta posibles ayudas por kilovatio en caso de versiones eléctricas.

El objetivo sería facilitar que cualquier hogar pudiera adquirir un vehículo básico de cuatro o cinco plazas, incluso con su maletero limitado, cubriendo necesidades esenciales de movilidad.

El obstáculo cultural: el coche como estatus social

Aun con sus ventajas, el especialista señaló un problema que podría frenar su adopción: la mentalidad del consumidor europeo. Explicó que en buena parte del continente el coche sigue siendo un símbolo de posición social, y que muchos compradores continúan asociando tamaño, potencia y presencia con estatus.

Dime qué coche tienes y te diré quién eres”, resumió, destacando que este condicionamiento cultural no existe del mismo modo en Japón.

Aun así, consideró que los K-cars representan una opción lógica para quienes necesitan desplazarse y no pueden acceder a modelos más costosos, especialmente en zonas donde el transporte público no llega.

El experto defendió que esta categoría debería llegar para quedarse. A su juicio, permitiría que familias humildes accedieran a un coche nuevo sin endeudarse y cubriría una necesidad social básica: poder desplazarse para trabajar, estudiar o atender necesidades cotidianas.