El experto señaló que muchos anuncios de venta de coches que incluye el anuncio de ‘recién pintado’ es visto como algo positivo
Sergei, ingeniero en coches, sobre cómo cambia en España la percepción de un coche repintado “Es de los pocos países que esto es al revés”
El experto señaló que diversos factores como el clima suelen diferenciar a España de otros países.
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La forma en que se valora la pintura de un coche cambia radicalmente según el país. Mientras que en gran parte de Europa un vehículo repintado pierde valor de inmediato, en España todavía ocurre lo contrario: muchos compradores ven un repintado como un punto positivo. Sergei, ingeniero especializado en diagnóstico y verificación de vehículos, explica las razones técnicas y climáticas que están detrás de esta diferencia, y por qué este detalle genera tantas confusiones en el mercado de ocasión.
Por qué el repintado preocupa más en Europa que en España
A través del canal de YouTube Al Corte, Sergei recordó que el uso del medidor de espesor de pintura, llevaba más de diez años extendido en otros países europeos, especialmente al este, donde forma parte del proceso básico para evaluar un coche usado. Allí, un repintado se interpreta como un elemento negativo, porque implica retirar la protección original de fábrica y exponer el metal a futuros problemas.
El ingeniero resumió que en España ocurre algo sumamente diferente: “Se valora muchísimo más un coche con pintura original que uno recién pintado. España es de los pocos países que esto es al revés”. Y explicó por qué: en países con inviernos fuertes, reactivos químicos en las carreteras y climas mucho más duros, una pintura no original puede deteriorarse en uno o dos años.
A eso se suma que la calidad de las masillas, las pinturas y algunos trabajos de chapa es menor, lo que hace que un repintado sea sinónimo de riesgo.
La importancia de la pintura original y por qué se defiende tanto
Para Sergei, la pintura de fábrica es una especie de “escudo” que no debería tocarse salvo que sea estrictamente necesario. Esa capa original no lleva masillas improvisadas ni procesos artesanales; está aplicada por robots en condiciones controladas de temperatura y calidad, y garantiza una protección anticorrosión que a largo plazo marca la diferencia.
Por eso en Europa del Este y en el mundo de los coches clásicos y deportivos la regla es clara: cuanto más original sea el coche, más vale. “Lo de serie tiene más valor. Lo pintado vuelve a oxidarse más fácil”, explicó.
Esta mentalidad se extiende especialmente a vehículos de alta gama, donde hoy es más común proteger el frontal con PPF (film de protección), una práctica que en España apenas empieza a adoptarse, sobre todo por su elevado coste. En esos mercados, repintar un coche se considera casi un último recurso.
Recién pintado: práctica, visual y cotidiana
El experto señaló que en España la pintura tiene un sentido mucho más práctico y cotidiano. Aquí se aparca de “toque a toque”, hay más tolerancia a los roces y el coche se percibe como una herramienta más que como una inversión. Por eso, en vehículos utilitarios de 2.000 o 3.000 euros, muchos compradores prefieren verlo “bonito”, aunque el trabajo de pintura no sea perfecto. “Aquí hay muchos anuncios que ponen ‘recién pintado’, y lo ven como algo positivo”, afirmó.
Esa percepción también se debe al clima: sin inviernos extremos ni carreteras cubiertas de sal, una pintura no original aguanta más tiempo en buen estado. Esto hace que, en España, lo visual compita con lo técnico, algo impensable en mercados donde la pintura original es casi religión.