Fran mencionó que los viajes internacionales siempre le brindan mayores beneficios pero implican más sacrificios.
Fran, camionero, sobre cuánto puede ganar un conductor al iniciar en este sector: “Es un trabajo en el cual puedes llegar a ganar 2.000 sin tener estudios”
Fran reveló que este campo puede brindar grandes beneficios para los que inician en el mundo laboral.
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El transporte por carretera ha sido, durante años, uno de los sectores con más demanda laboral en España, convirtiéndose en uno de los sectores más buscados por trabajadores que buscan obtener importantes beneficios sin exigir títulos o una preparación académica de años. Fran, camionero con experiencia en rutas nacionales e internacionales, conoce este sector reconociendo que se trata de un oficio exigente, pero con oportunidades reales para quienes estaban dispuestos a esforzarse.
De los palets a las rutas internacionales
En una charla con el canal de YouTube Rutas Éxito, Fran recordó sus inicios conduciendo camiones de palets, un trabajo que terminó resultándole monótono. “Quería más minutos de conducción”, explicó. Aquella necesidad de nuevos retos lo llevó a buscar empleo en el transporte internacional, donde cada semana salía los domingos por la tarde y regresaba los jueves o viernes, dependiendo de la carga.
Aunque el salario inicial era bajo, “unos 2.050 euros al mes”, valoró la oportunidad como su primera experiencia fuera de España. Sin embargo, los primeros meses no fueron sencillos.
Dormir en áreas de servicio desconocidas, encontrar aparcamiento en países como Alemania o Francia y lidiar con los horarios de conducción fueron algunos de los mayores retos. “Había noches que me quedaban cuatro minutos para parar y no encontraba sitio, acababa durmiendo al borde de la carretera”, relató.
Un oficio que exigía compromiso
Con el paso del tiempo, Fran fue ganando confianza y experiencia, aunque también empezó a notar desigualdades dentro del sector. “Cuando te das cuenta de lo que cobran otros, te das cuenta de que no te están pagando tan bien”, comentó. Tras varios meses, pidió mejoras y estabilidad laboral, pero las condiciones no cambiaron, lo que lo llevó a regresar a su antigua empresa.
Esa decisión marcó una nueva etapa. “Ya volví con otras condiciones, con más minutos y más seguridad”, señaló. Además, defendió la importancia de mantener buenas relaciones con las empresas, incluso al marcharse: “Por muy mal que te hayan tratado, vete bien. Nunca sabes cuándo vas a tener que volver a tocar esa puerta”.
Un trabajo con oportunidades reales
En su conversación, Fran insistió en que el transporte sigue siendo un sector con empleo para aquellos conductores que no cuentan con una formación académica: “Es un trabajo en el cual podías llegar a ganar 2.000 largos sin tener estudios”, afirmó.
Explicó que obtener el carné profesional era una inversión relativamente accesible, “unos 3.000 o 4.000 euros”, y que muchas personas veían en él una oportunidad de ascenso laboral. Sin embargo, advirtió que no era un oficio para cualquiera: “Luego, una vez que estás dentro, te tiene que gustar. No es fácil”.
Su testimonio reflejó tanto las dificultades como las oportunidades de una profesión que sigue siendo esencial para la economía. Con su experiencia, Fran resumió la paradoja del transporte: un oficio exigente, pero capaz de ofrecer estabilidad y buenos ingresos a quienes lo ejercían con vocación y responsabilidad.