David mencionó que a pesar de la presión del trabajo obtiene gran satisfacción con su trabajo.

David mencionó que a pesar de la presión del trabajo obtiene gran satisfacción con su trabajo.

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David, transportista de animales, no se corta sobre cuánto gana: “Somos de los que mejor pagados estamos en el tema de tráiler”

El trabajador español reveló que su sueldo se encuentra cercano a los 3.000 euros al mes. 

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En el sector del transporte, no todas las rutas ni las cargas se pagan igual. Y eso lo sabe bien David, conductor especializado en el traslado de animales vivos, quien aseguró sin rodeos que su rama “es una de las mejor pagadas dentro del mundo del tráiler”. En su caso, afirmó estar “muy contento” con su sueldo y explica que, tras años de experiencia y formación adicional, ha encontrado estabilidad y buenas condiciones en un oficio exigente pero rentable.

Un trabajo bien pagado dentro del transporte

David detalló en una entrevista en el canal de YouTube Ruta Éxito, que los transportistas de animales vivos se sitúan entre los mejor retribuidos del sector. “Local, cada día en casa, unos 2.400 euros; nacional, unos 2.700; e internacional, de 3.000 euros para arriba”, resume. 

Aseguró que su salario se mantiene estable sin importar la cantidad de horas o los trayectos realizados: “Da lo mismo que haga 12 o 15 horas, siempre cobro igual. Es lo pactado con mi jefe”.

Además de su licencia para transportar animales, cuenta con el ADR y el certificado de cisternas, lo que amplía su perfil profesional. “Yo considero que los que llevamos animales vivos somos de los que mejor pagados estamos en el tema de tráiler"

Si me equivoco, que me corrijan”, comentó entre risas, pero dejando claro que su situación es buena. Incluso su entorno lo confirma: “Un amigo mecánico en Iveco siempre me dice que me puedo dar con un canto en los dientes con lo que cobro”.

Entre granjas, horarios y responsabilidad

Lejos del estereotipo del camionero que pasa horas esperando, David aseguró que su rutina es muy diferente. “No tengo esperas ni pérdidas de tiempo. Los granjeros me están esperando cuando llego, y a veces parece que soy Jesucristo que baja del cielo porque se nota que están nerviosos por soltar el material”, cuenta entre bromas. Explicó que esa agilidad hace que su trabajo sea más eficiente y menos agotador que otros tipos de transporte.

El conductor destacó, además, el trato humano con los ganaderos. “Muchos viven junto a sus granjas, así que lo que transporto es su sustento, su vida. Ellos cuidan el producto y eso se nota en cómo nos tratan”, dice. Según David, esta cercanía contrasta con el ambiente más impersonal de los almacenes o plataformas logísticas: “Ahí a veces te dicen: ‘Si no te descargo hoy, te descargo mañana’. En cambio, en el campo todo el mundo quiere que salga bien y rápido”.

Un oficio exigente que requiere cabeza

Pese a los buenos salarios, David insistió en que transportar animales vivos implica una gran responsabilidad. “Hay que ir rápido por el bien del animal, pero con cabeza. Un frenazo o una curva mal tomada puede volcar un carro, y con él, los siete que van detrás”, advierte. Explica que los remolques van diseñados con divisiones específicas y que cualquier error puede tener consecuencias graves. “Es como una ambulancia: vas deprisa, pero con cuidado”, resume.

Aunque reconoce que el trabajo puede ser estresante, también destacó el sentido de satisfacción que genera. “Llegar y ver que todo ha salido bien, que los animales llegan en condiciones, eso compensa todo”, concluye, dejando claro que, al menos en su caso, el transporte de animales no solo paga bien: también se hace con orgullo y cabeza.