Una señal.

Una señal.

Motor

Falla esta pregunta en el examen de conducir y no da crédito al motivo: "Esa señal la veo todos los días"

Esta señal se confunde a menudo con la R-307, que prohíbe tanto parar como estacionar y puede costarte una multa de 200 euros.

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Casi todos los conductores en España se la han cruzado decenas de veces. Está en calles residenciales, junto a pasos de peatones, hospitales o zonas de carga y descarga. Sin embargo, la señal R-308, un círculo azul con borde rojo y una única línea diagonal en rojo, sigue generando confusión entre los conductores.

Según algunos datos de autoescuelas y examinadores, el 70% de los aspirantes a obtener el carnet de conducir falla esta pregunta en el test teórico. La señal, que puede parecer sencilla, tiene un significado muy específico: prohibido estacionar. Esto implica que no se puede dejar el vehículo detenido durante más tiempo del estrictamente necesario para subir o bajar pasajeros, o para una maniobra breve.

No obstante, sí se permite parar, es decir, detener el coche unos segundos si no se obstaculiza el tráfico ni se baja del vehículo. El problema es que esta señal se parece mucho a la R-307, que comparte forma y colores, pero se diferencia en un detalle clave: lleva dos aspas rojas cruzadas formando una “X”.

Asimismo, esta señal indica “Prohibido parar y estacionar”, una restricción mucho más severa. La confusión entre ambas no solo provoca errores en los exámenes, sino también multas en el día a día, cuando un conductor interpreta mal la señal y deja el coche donde no debería.

Otro detalle importante que muchos pasan por alto es que la validez de la señal R-308 se extiende a todo el tramo de vía donde esté instalada, salvo que se indique un horario específico en una placa adicional. En calles largas, puede aplicarse durante metros sin que haya repetición de la señal, lo que obliga al conductor a estar especialmente atento al entorno.

Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerdan que una señal mal interpretada puede tener consecuencias, no solo económicas, con sanciones que alcanzan los 200 euros, sino también en la fluidez del tráfico o la seguridad vial. Aparcar donde no se debe puede obstruir carriles de emergencia o pasos de peatones, y en determinadas situaciones, puede incluso derivar en la retirada del vehículo por parte de la grúa.