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Alemania ordena retirar de la circulación hasta 1.700 Volvo XC60 diésel por un dispositivo ilegal para desactivar gases
La multinacional sueca y la Autoridad Federal de Transporte Motorizado de Alemania mantienen discusiones sobre la homologación de estos vehículos.
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Volvo Cars, multinacional sueca perteneciente al grupo chino Geely, ha recibido la orden de retirar del mercado alemán cerca de 1.700 modelos XC60 2.0 diésel Euro 5.
La orden ha sido emitida por la Autoridad Federal de Transporte Motorizado (KBA) y obliga a la multinacional sueca a ponerse en contacto con los propietarios de estos vehículos en el plazo de dos meses para su desmantelamiento.
Fuentes de la marca sueca confirman a EL ESPAÑOL-Invertia que se encuentran en conversaciones con las autoridades alemanas dado que estos vehículos "no presentan ninguna anomalía".
La KBA detalla que ha descubierto un dispositivo de desactivación de emisiones. Concretamente, "la recirculación de gases de escape se reduce en función de la temperatura exterior, lo que reduce la eficacia del sistema de control de emisiones en lo que respecta a los óxidos de nitrógeno".
La autoridad alemana asevera que se trata de 1.700 vehículos matriculados entre marzo de 2011 y abril de 2013. Entonces, estos modelos montaban propulsores diésel con tracción delantera con 163 CV de potencia (120 kW).
Cabe destacar que la homologación de estos vehículos fue llevada a cabo por la autoridad española, es decir, el Ministerio de Industria.
Las mismas fuentes aseguran a este periódico que, de llevar a cabo este cambio, "dicha modificación en los motores afectaría a la seguridad de los clientes", al tiempo que recalcan que "no hay ninguna anomalía en esos vehículos".
Sólo afecta a Alemania
Según ha podido saber este periódico, se trata "sólo de 1.700 unidades" y "no afecta a ningún otro mercado".
De hecho, fuentes de la compañía explican a este diario, que "los coches siguen circulando sin problemas".
No obstante, la KBA asegura que "el rango de temperatura se aplicó de tal manera que la reducción de la recirculación de gases de escape se produce durante la mayor parte del año".
"Sin embargo, según la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), dicha función no es admisible dado el objetivo del reglamento", detalla la KBA.
Así, los vehículos afectados estaban equipados con un sistema de control de recirculación de gases de escape (EGR) dependiente de la temperatura, una tecnología que reduce o desactiva por completo la purificación de los gases de escape en determinadas condiciones.
Esta función, denominada ventana térmica, garantiza que la recirculación de gases de escape sólo funcione plenamente a temperaturas entre 15 y 30 grados Celsius.
Si la temperatura exterior es inferior o superior a este límite la EGR se reduce drásticamente. Esto provoca un aumento de las emisiones de óxidos de nitrógeno durante la conducción, a veces significativamente por encima de los límites legales.