El sonido del claxon se ha vuelto habitual: se utiliza para expresar frustración, saludar o incluso apremiar a otros conductores en diversas situaciones. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que
estas prácticas están reguladas y su uso indebido puede acarrear sanciones económicas.
• Para advertir de un peligro real.
• Al realizar un adelantamiento fuera de poblado, especialmente a vehículos de dos ruedas.
• En vías estrechas con muchas curvas, para advertir de la presencia del vehículo.
• En situaciones de emergencia, como el traslado urgente de una persona al hospital, combinando el uso del claxon con las luces de emergencia.
Cualquier otro uso de la bocina,
como pitar por impaciencia, saludar, celebrar un evento o expresar descontento,
se considera indebido y puede ser sancionado con multas que oscilan entre 80 y 200 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Además, su uso en zonas señalizadas con la prohibición de señales acústicas, como las cercanas a hospitales o residencias, está expresamente prohibido y puede conllevar sanciones adicionales.
Es importante destacar que el uso indebido del claxon no solo puede resultar en multas económicas, sino que también contribuye a la contaminación acústica y puede generar estrés y distracciones en otros conductores, aumentando el riesgo de accidentes.
La DGT recomienda que, para evitar sanciones y fomentar una conducción segura y respetuosa, el claxon se utilice únicamente en las situaciones permitidas por la normativa y se evite en cualquier otra circunstancia.