Vista de Baños de la Encina.

Vista de Baños de la Encina.

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El bonito pueblo de Jaén que ofrece un viaje en el tiempo: tiene el castillo más antiguo de España

Es famoso por sus calles empinadas y su rica historia, que abarca desde la prehistoria hasta la época medieval y renacentista.

Más información: El pueblo más acogedor de Europa está en Jaén: una joya natural con monumentos únicos

Patricia Sierra
Publicada

España cuenta con paisajes naturales incomparables: desde las conocidísimas Costa del Sol y Costa Brava hasta las majestuosas cumbres de los Pirineos y Sierra Nevada. Entre estos escenarios únicos se despliega una gran variedad de pintorescas localidades cargadas de historia y belleza.

Uno de los municipios que más atención despierta se encuentra en la provincia de Jaén. Se ubica en las estribaciones de Sierra Morena, y es famoso por sus empinadas y estrechas calles cargadas de historia, así como por el entorno natural que le rodea.

Se trata de Baños de la Encina, un municipio que ha sido galardonado en múltiples ocasiones por su riqueza cultural, histórica y turística, lo que lo convierte en un destino muy solicitado.

La localidad está situada en las faldas de Sierra Morena, acompañada del embalse del Rumblar, conocido como el gran pulmón natural del municipio. Está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Su casco histórico, de origen árabe, es uno de sus mayores atractivos.

Uno de los grandes encantos de Baños de la Encina reside en su arquitectura, caracterizada por sus calles estrechas y empinadas, casas solariegas y palacios de los siglos XVII y XVIII.

Baños de la Encina refleja su pasado morisco y medieval en cada uno de sus rincones. Uno de sus grandes emblemas es el Castillo de Burgalimar. Esta fortaleza almohade del año 968 es considerada el castillo más antiguo de España.

La historia de este pueblo se remonta al 1500 a.C., con los restos encontrados en el yacimiento de Peñalosa. Alcanzó su máximo esplendor durante la dominación musulmana, época en la que se construyó el castillo que fue a parar a manos cristianas en 1225.

Sin embargo, el castillo volvió a manos musulmanas y no fue reconquistado definitivamente hasta la victoria cristiana en la decisiva Batalla de las Navas de Tolosa.

​En el siglo XIX, el pueblo vivió una nueva época de auge económico gracias a la explotación de las minas de plomo. Sin embargo, el cierre de estas minas en el siglo XX provocó un gran éxodo de población hacia zonas industriales, un fenómeno que aún se recuerda con las Fiestas del Emigrante.

Monumentos

El pueblo ofrece un viaje en el tiempo a través de sus calles y monumentos, que narran la historia del pueblo desde la Edad de Bronce hasta la época medieval.

Uno de los enclaves que no puedes perderte es el Castillo de Burgalimar, símbolo del pueblo. Destacan sus 14 torres rectangulares que se levantan majestuosas sobre el cerro. El castillo es visitable y ofrece unas vistas panorámicas espectaculares del pueblo y la campiña jiennense.

También merece la pena visitar la Iglesia de San Mateo, ubicada en el corazón del pueblo, este templo del siglo XV y XVI combina los estilos gótico y renacentista. En su interior alberga un valioso sagrario de ébano, carey y marfil, y es famosa por su monumental torre octogonal.

Destaca la Ermita de Cristo de Llano, que esconde una de las grandes sorpresas del pueblo. Mientras que su exterior se caracteriza por una sobriedad extrema, su interior es una joya del barroco andaluz. Su camarín, dedicado al Cristo del Llano, está decorado con exuberantes yeserías, espejos y pinturas murales que crean un efecto visual único.

​No puedes perderte el yacimiento arqueológico de Peñalosa, situado a orillas del embalse del Rumblar se encuentran los restos de un poblado de la Edad del Bronce.

​El embalse de Rumblar, además de ser una fuente de agua, es un espacio natural de gran valor. Sus orillas son ideales para la práctica de senderismo, y en zonas como la conocida "playa del Tamujoso", se puede disfrutar de un baño.