Dunas de Artola.

Dunas de Artola.

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La playa de Málaga que esconde kilómetros de dunas naturales y la torre vigía más alta de la provincia

En Cabopino, a pocos kilómetros del centro de Marbella, se encuentran el Monumento natural de las Dunas de Artola y la Torre de los Ladrones.

5 agosto, 2023 05:00

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Los vientos dominantes del noroeste y las corrientes que emergían del litoral llenaron siglos atrás de material detrítico la costa malagueña. Tal fue la concentración, que dio lugar a un cordón dunar que se extendió por una veintena de kilómetros. El paso de los seres humanos y la imponente huella urbanística que dejan a su paso ha acabado con buena parte de ese paraíso natural, aunque aún queda un resquicio a pocos metros de las villas, los yates, los hoteles y los campos de golf con los que hoy en día se identifica Marbella.

Este enclave privilegiado se conoce como las dunas de Artola y se ubica en la playa de Cabopino, en el límite con Mijas y a lo largo de un poco más de un kilómetro de longitud. Junto a las de Casasola, constituye el último reducto del sistema dunar de la costa malagueña y tiene alto valor ecológico por su diversidad biológica y geomorfológica. Por todo ello, está protegido ambientalmente como un Monumento Natural. 

Un sendero de pasarelas y puentes de madera invita a los visitantes a disfrutar del complejo, donde es posible diferenciar hasta tres tipos de dunas: las "de playa", que tienen cierto movimiento y unas rizaduras muy características; las móviles inactivas, en gran medida cubiertas de vegetación; y, en la zona más alejada del mar, una franja de dunas fósiles inmóviles rodeadas por un extenso pinar.

Dunas de Artola.

Dunas de Artola. Junta de Andalucía

Lo especial de este paraje, como no puede ser de otra forma, se extiende por todo su alrededor, donde además se halla otra joya única de la costa malagueña. Junto a las arenas, no es difícil avistar la Torre de los Ladrones, una torre defensiva declarada bien de interés cultural.

En época nazarí, se cree que servía para unir Marbella y Fuengirola. Desde esta atalaya se ejercía la vigilancia de la parte oriental y parece ser que fue en sus proximidades cuando, en 1365, Ibn Battuta estuvo a punto de ser cautivo por los tripulantes de una galera cristiana.

En 1497, cuando los Reyes Católicos destinaron allí un atalaya por la importancia del sitio, se incrementó su guarnición para el control de los mudéjares. En el siglo XVIII todavía participaba en la defensa costera. 

Torre de los Ladrones.

Torre de los Ladrones. Ayto de Marbella

Se cree que los rayos de una tormenta debieron dañarla antes de 1563. A día de hoy, está totalmente restaurada y conserva el curioso nombre con el que se la conoce desde finales del siglo XV. Este recuerda a los voladizos o matacanes de protección que servían de observación y puesto de ataque al enemigo que se aproximaba a la base de la fortificación y todavía llamados ladroneras.

Esta torre vigía, la más alta del litoral malagueño, cuenta con una base cuadrada y presenta forma de prisma con unas dimensiones de 3,65 metros de lado y 14,60 de alto y alberga en su interior tres plantas y un terrado practicable a modo de terraza. Su construcción exterior de ladrillo no ofrece hueco alguno, tan sólo una imposta como elemento de adorno. 

La conjunción de la duna y la torre hacen de Cabopino un espacio de especial belleza y tranquilidad. El lugar que esconde la belleza natural de una playa de arena fina y dorada que ha conseguido huir del urbanismo costero, con vestigios de la historia y la máxima expresión de la naturaleza salvaje.