Si alguien te preguntara si es posible dormir en el interior de una sandía, probablemente creerías que está chiflado automáticamente. Pero ojo, que a veces las locuras tienen más cordura de lo que uno cree. Desde julio de 2019, un 'glamping' de un pueblo malagueño, llamado Jimera del Líbar, te permite ese capricho: dormir dentro de una sandía.

Málaga esconde algunas estancias curiosas como este singular camping está compuesto de ocho sandías de dos plazas y un total de doce pepinos de tres plazas –una de ellas para niños menores de 12 años-. Todas las hortalizas -que son tinajas de hormigón pintadas y adecuadas- cuentan con servicio y ducha privados en otras estructuras en forma seta aparte. Así, estas hortalizas también cuentan con una parcela exterior, electricidad, sábanas desechables, mantas y ventiladores así como una mesa y sillas. 

En las sandías y pepinos apenas se puede hacer mucho más que dormir, puesto que tienen el espacio justo para el colchón y poco más, una experiencia que llama mucho la atención a los clientes de este 'glamping' donde se le da más importancia a la sostenibilidad y a la naturaleza que a los lujos.

Setas donde se ubican los baños. Cortijo La Flor

Respecto a las instalaciones, más allá de cada hortaliza, cuentan con un restaurante que tiene dos piscinas que están abiertas hasta el 30 de septiembre. Así, el recinto ofrece una amplia variedad de actividades para disfrutar de la naturaleza y que no de tiempo a aburrirse. Un paseo en kayak, paintball, rutas con un guía o incluso barranquismo y vías ferratas. Hay para todos los gustos por unos precios bastantes competitivos.

Además de Villa Sandía, el complejo cuenta con dos antiguos molinos de agua totalmente independientes y equipados, contando cada uno con una piscina privada y con veinte y quince plazas respectivamente con un impresionante paisaje y junto al río, puesto que estos molinos están en la orilla opuesta a las sandías y pepinos.

Pero, vamos a lo importante. ¿Cuánto vale el caprichito de dormir dentro de una sandía o un pepino? Pues te diremos que están bastante bien de precio. Pasar la noche en una sandía para dos personas cuesta 50 euros. El pepino, con capacidad para tres, tiene un coste de 65 euros la noche.

En cuanto a los dos molinos, el Molino El Inglés, con capacidad para 15 personas, tiene un precio de 290 euros la noche. El Molino La Flor, un poco más grande, vale 360 euros por pernoctación.

El interior de una sandía. Villa Sandía

El complejo, además, cuenta con muchas zonas comunes, preciosas, en mitad de la naturaleza. Una de las más aclamadas, las denominadas Pitufo Cabañas, unas casitas del bosque de color azul a las que solo pueden entrar los niños buenos, según la organización del complejo. Así, estas criaturas azules del bosque también preparan cabañas para pasar la noche de bodas, con botella de champán incluida.

Para los más pequeños y dentro de la finca, tienendos burritos enanos -Felipe y Borjamary-. Están sueltos en un cercado al lado de la recepción, frente a los molinos, y lo único que exigen es que les trate con cariño y cuidado. En la web dejan caer como idea que si le guardas el pan sobrante del día o restos de fruta o zanahoria, se volverán locos de alegría.

Cabañas Pitufo. Molino La Flor

Sin duda, se trata de una genial opción muy diferente para disfrutar en pareja, familia o con amigos de una escapada rural de lo más original, ya sea dentro de una sandía, un pepino o un molino, en función de lo que cada uno quiera.