El mural en cuestión.
La ingeniosa respuesta de Vélez-Málaga a un grafitero enamorado: "Fátima, si dices que no, le pasamos la factura"
El Consistorio ha tirado de humor para responder a esta pareja de tortolitos: “Fátima, nosotros también te amamos… pero así no”. Una manera de denunciar con gracia un mensaje tierno, pero en el lugar inadecuado.
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Si usted es de la zona oeste de Málaga, en cada caminata por el paseo marítimo se topará con la Torre Mónica, una chimenea que recibió este nombre tras una locura de amor. José Carlos, un quinceañero muy enamorado, se subió a ella con un bote de pintura para sorprender a la que hoy sigue siendo el amor de su vida. Aquello fue toda una chiquillada, que ha provocado que 30 años más tarde, la chimenea de Los Guindos haya tomado el nombre de la joven en honor de su historia.
Pues bien, este martes los vecinos de Almayate, en Vélez-Málaga, vivieron algo parecido a lo que debieron vivir los malagueños aquel verano del 1993 con Mónica y José Carlos. Sobre el mural que da la bienvenida a la localidad, alguien había plasmado una declaración de amor que no pasó desapercibida: "Fátima, te amo".
¿Quién es Fátima y cuál es su historia de amor? La desconocemos. Pero el Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha tirado de humor para responder a esta pareja de tortolitos: “Fátima, nosotros también te amamos… pero así no”. Una manera de denunciar con gracia que aunque el mensaje es tierno, el lugar elegido no fue precisamente el más adecuado.
El consistorio ha optado por la creatividad usando sus redes sociales para remarcar que los grafitis son actos vandálicos, aunque no se han limitado a la reprimenda: "El amor es un sentimiento que embellece el alma… pero esto ha afeado nuestro pueblo, ha supuesto un acto incívico y, además, nos costará dinero de todos restaurar este espacio", han señalado.
El escrito, acompañado de la imagen de la pintada, dejaba claro que pronto un equipo de limpieza trabajará para devolver al mural su estado original y que este tipo de gestos no pueden repetirse. Por lo que parece que Almayate no acabará cogiendo dentro de treinta años el nombre de Fátima. La historia de amor ha llegado algo menos lejos que la de Mónica.
Pero el Ayuntamiento ha ido más allá, dirigiéndose directamente a la protagonista de la declaración: “Fátima, si estás leyendo esto, esperamos que al menos digas que sí… Y si decides decirle que no, mándanos el número del autor y le pasamos la factura”, le han dicho con arte.
Desde el Ayuntamiento de Vélez-Málaga han recordado a los más románticos que hay muchas formas de declararse sin dañar el patrimonio urbano: flores, cartas, canciones, pancartas… cualquier opción es válida, menos ensuciar espacios públicos.