Escribo estas líneas a primera hora de un miércoles, desde el AVE Madrid-Málaga de retorno. Aún con esa nebulosa que acompaña al canto de la alondra, me propongo entre ensoñaciones rememorar la noche de ayer. Una noche esperada que comenzó a primera hora de la mañana, con otro AVE partiendo en la dirección opuesta.

Es el evento del año, el Spring Cocktail en la Embajada Británica. Una noche en la que las más destacadas empresas con intereses en España y Reino Unido se reúnen para hacer balance y celebrar las excelentes cifras que reflejan unas relaciones sólidas entre ambas naciones.

Atendiendo al VIII Barómetro de la Inversión Británica en España, el Reino Unido es el país europeo que más invierte en España; solo a nivel global por detrás de Estados Unidos. En los últimos 25 años, la inversión británica en España llegó hasta los 62.000 millones de euros, lo que supone el 12,2% del stock extranjero.

¿Dónde invierten históricamente las empresas británicas? Telecomunicaciones, suministro de energía, tabaco y metalurgia. Esta inversión procedente de Britania, es la responsable del mantenimiento de más de 227.000 puestos de trabajo en nuestro país.

El peso de la Inversión Extranjera Directa (IED) del Reino Unido en España es casi del 20% en Andalucía. Nuestra comunidad sigue siendo una región con mucho potencial para crecer y atraer más empresas británicas, en donde actualmente dan trabajo a más de 14.000 personas.

En contra de lo que cabría esperar, el turismo no es el protagonista de la inversión procedente de la isla coronada. La industria alimentaria es el principal receptor de la inversión en Andalucía, seguida de la construcción y las actividades inmobiliarias.

En un contexto positivo de inversiones y tras varios años de experiencia, podríamos concluir que el impacto del Brexit no ha minorado el interés del inversor británico por nuestro país, aunque sí se ha dificultado la forma de hacer negocios, principalmente en los siguientes puntos:

CIRCULACIÓN DE PERSONAS

  • En cuanto a la circulación de personas, el nuevo acuerdo implica la necesidad de obtener autorizaciones y/o visados para los trabajadores con carácter previo al ejercicio de la actividad laboral o profesional en España.



  • La obtención de estas autorizaciones y visados, en particular las referidas a profesionales altamente cualificados y a trabajadores afectados por movimientos intra-empresariales, se realiza a través del Régimen de Movilidad Internacional, cuyos plazos legales son de 20 días hábiles para la autorización y de 10 días hábiles para los Visados.

FISCALIDAD

  • El cambio de estatus del Reino Unido como tercer país ha supuesto importantes cambios en el tráfico comercial, provocando que muchas empresas de cada lado del canal tengan que reconstruir sus estrategias comerciales y adaptarse a los cambios en los aranceles, el registro sanitario de los productos y las implicaciones del IVA en sus operaciones.

ADUANAS

  • En cuanto a las aduanas: si bien es muy positivo que el acuerdo comercial haya establecido un arancel cero para el tráfico de mercancías, el aumento significativo del control y los trámites para el movimiento de mercancías entre la UE y el Reino Unido, especialmente para los productos sanitarios y fitosanitarios es una barrera importante. Adicionalmente, así como la dificultad de la comprensión de las reglas de origen

EDUCACIÓN

  • Se dificulta el movimiento de estudiantes entre ambos países y es complejo la circulación de becarios y la obtención de visas para realizar intercambios entre estudiantes. El Reino Unido ha sido históricamente un país atractivo para los estudiantes españoles y es un tema de relevancia sobre el que seguir trabajando.

A pesar de que la nueva relación comercial y de inversión con el Reino Unido no haya tenido un impacto negativo en las inversiones procedentes del país británico, las empresas sí observan que algunos aspectos empresariales pueden verse afectados. Uno de los aspectos que más impacto recibe por la nueva situación es la movilidad y contratación de trabajadores. Contratar británicos en España o españoles en Reino Unido tiene una mayor complejidad y mayores trámites burocráticos, lo que a veces frena el proceso. Otros aspectos que con mayor incidencia son los costes arancelarios que algunos productos están comenzando a tener y aspectos relacionados con la logística.

Los lazos entre España y el Reino Unido son centenarios e inquebrantables y la experiencia demuestra que los empresarios siempre encuentran el camino para alcanzar el éxito o acaso la supervivencia de sus empresas, a pesar de las regulaciones que se nos pongan en el camino.

La noche era cálida en Madrid y entre brindis y queso Cheddar, nos sentimos como en casa en ese pedacito de Inglaterra enclavado en Puerta de Hierro. Los ingleses hablaban en español y los españoles en inglés, y nos entendíamos, porque cuando el objetivo es común, se habla el mismo idioma.