En la mente de cualquiera / se antoja lo más perverso, / aunque padre no lo seas, / pensar en un niño enfermo.

La ciencia, que no descansa, / por las salas del Materno / milagros a mil despacha,  llena de luz el infierno.

Al personal sanitario, / sombrero fuera, señores, / nuestros héroes de diario, / nuestro orgullo y nuestro ole.

Se vacían los hospitales, /y se llenan los museos. / Ximénez toma las calles y se extiende el aeropuerto.

Parece que al fin el metro, / Juanma y Elías mediante, /  llegará hasta el mismo centro/  y luego al Palo, ¡quién sabe!

Málaga, para un poquito, / dame un respiro, chiquilla, / si yo te quiero lo mismo, / no me cojas carrerilla. 

Ni tengas prisa en crecer, / mis recuerdos no lastimes, / y llévame al autocine para ver Grease otra vez.

Buenos días, / quiero una cita. / Buenos días. / ¿Y qué necesita? / Las recetas / en la tarjeta. / No hay problema, / no hace falta que venga. / ¿Y qué he de hacer si no me encuentro bien? / Sin dudar, véngase usted pacá.

Que bien, qué bien, qué bien, qué ¡HU!

¡QUÉ EMOCIÓN, QUE PASÓN, QUE VA A VERME EL DOCTOR! / ¡AQUÍ ESTAMOS, SEÑOR, PÓNGASE USTED MEJOR!

De música y bambalinas / vuelve Málaga a estar llena / de luces y purpurina / desde el Soho, con Banderas,

limpiando la buena estrella / de Málaga cantaora / la que canta cuando llora, / la que ríe cuando sueña.