Los dulces que preparaban.

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Málaga ciudad

De la repostería al infierno laboral: cae en Málaga una red que explotaba a inmigrantes en obradores clandestinos

Cuatro personas han sido detenidas por un delito de trata y delitos contra la salud pública en una operación que ha destapado talleres sin licencia donde se elaboraban dulces tradicionales marroquíes.

Más información: Desarticulada en Málaga una red de explotación laboral: las víctimas comían y dormían en coches

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Bajo el olor dulce de la repostería marroquí se escondía una amarga realidad. En pleno corazón de Málaga, unos obradores ilegales elaboraban dulces tradicionales marroquíes en condiciones insalubres, con trabajadores explotados y sin papeles, víctimas de una red criminal que los traía a España bajo engaño.

La Policía Nacional ha logrado desarticular esta organización en el marco de la operación Baklava, una investigación que ha destapado un entramado dedicado tanto a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral como al favorecimiento de la inmigración ilegal.

Cuatro personas han sido detenidas por su presunta implicación en estos delitos, que también incluyen falsedad documental, vulneración de los derechos de los trabajadores y delitos contra la salud pública.

Cruzaba fronteras

La investigación comenzó en 2024, cuando los agentes de las Unidades contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF), tanto a nivel provincial como central, detectaron movimientos sospechosos vinculados con la llegada irregular de ciudadanos marroquíes.

La red utilizaba tres métodos distintos para introducirlos en España: desde la obtención de visados mediante documentación laboral falsificada, hasta la suplantación de identidad con pasaportes y permisos de residencia ajenos, pasando por el transporte en pateras desde Marruecos, poniendo en grave riesgo la vida de los migrantes.

Una vez en territorio español, las víctimas eran captadas para trabajar en obradores clandestinos de repostería, donde pasaban largas jornadas en espacios cerrados, sin ventilación, sin contrato y en condiciones de extrema precariedad.

Dulces elaborados entre la suciedad y la explotación

Durante los registros realizados en varios domicilios de la zona centro de Málaga, los agentes hallaron auténticos obradores ilegales dedicados a la fabricación y distribución de productos de repostería marroquí sin licencia ni control sanitario.

Los locales carecían de medidas higiénicas mínimas: utensilios sucios, espacios infestados de insectos y roedores, productos almacenados sin refrigeración y una total ausencia de controles sanitarios. “Era un riesgo real para la salud pública”, señalan los investigadores, que contaron con la colaboración de la Inspección de Sanidad del Ayuntamiento de Málaga, responsable de levantar acta de todas las deficiencias detectadas.

La situación laboral de los trabajadores era igualmente grave: sin papeles, sin protección sanitaria y cobrando salarios injustos, lo que no solo los convertía en víctimas de explotación, sino que agravaba el peligro de contaminación alimentaria por la falta de protocolos de higiene.

Destrucción de los productos y dinero desviado a Marruecos

Las autoridades ordenaron la destrucción de todos los productos elaborados en los obradores ilegales para evitar su distribución. La actuación permitió también aflorar unos 45.000 euros de beneficios ilícitos que la organización habría desviado hacia Marruecos.

Con la operación “Baklava”, la Policía Nacional da por desmantelada una red que unía la trata de personas con la producción clandestina de alimentos, un negocio tan lucrativo como peligroso, en el que los dulces escondían una amarga explotación.