Infografía de una de las plazas-puente proyectada sobre el río Guadalmedina, en Málaga.

Infografía de una de las plazas-puente proyectada sobre el río Guadalmedina, en Málaga.

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Málaga huye de un embovedado masivo en el Guadalmedina: cinco plazas-puente, parque en el cauce y casi 86 millones

La enésima propuesta de actuación rebaja el cemento sobre el encauzamiento y baja el lecho del río para garantizar la capacidad de desagüe en caso de grandes avenidas.

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Málaga sueña con el día en que será capaz de dignificar la que durante años ha sido considerada una gigantesca cicatriz urbana: el río Guadalmedina. Por más intervenciones menores que se han desarrollado en el cauce, que parte en dos la ciudad, ninguna ha sido capaz de ennoblecer tan estratégico espacio.

El reto adquirido por los diferentes gobernantes, desde que por vez primera, en el siglo XVI se plantease por vez primera la necesidad de actuar, tiene ahora continuidad con el enésimo intento de Francisco de la Torre y el Ayuntamiento de reconvertir la traza en un espacio de oportunidad.

Con la incertidumbre de si será esta la ocasión definitiva, el equipo de gobierno avanza en la ambiciosa hoja de ruta trazada. Lo hace con una primera fase de evidente impacto ciudadano, que, de hacerse realidad, permitirá curar la herida y enlazar las márgenes con grandes puentes-plaza en forma de X.

Aunque habrá que esperar algunos meses antes de tener sobre la mesa el anteproyecto de la operación, encargado a la consultora Esteyco, ya es posible empezar a imaginar cómo será el río en caso de ir adelante con la ambiciosa intervención.

Cinco son los puentes-plaza en forma de X fijados sobre el Guadalmedina en el tramo de más carácter urbano, entre La Goleta y Santo Domingo. Piezas de conexión que podrían llegar a sumar un máximo de 15.000 metros cuadrados. Una dimensión que, por poner en contexto, equivale, por ejemplo, a cinco calles Larios.

Imagen aérea de la gran intervención sobre el Guadalmedina.

Imagen aérea de la gran intervención sobre el Guadalmedina.

Tres de estas estructuras, cada una con hasta 3.000 metros de superficie, se dibujan en entre los puentes de Armiñán y Aurora. La solución supone una variación clara respecto a la posibilidad que se manejó de cubrir esta extensión del cauce con una única plaza-puente.

El objetivo es potenciar la permeabilidad entre la trama urbana y el cauce, sin restar protagonismo al río.

Recorridos diagonales

Los nuevos puentes conectarán ambas márgenes del río a través de recorridos diagonales, aportando espacios de estancia y zonas de juego. El cauce combinará el canal de aguas bajas y espacios verdes con otros usos como actividades deportivas sin necesidad de elementos fijos que pudieran interferir en las condiciones hidráulicas del mismo.

Las otras dos plazas-puente se situarían a la altura de Santo Domingo y del actual puente de la Trinidad. A todo ello hay que sumar un parque verde en el cauce entre el puente de Armiñán y la pasarela peatonal de El Perchel.

La operación, en esta fase inicial, se completará con intervenciones en las calles del entorno. Es el caso de la avenida de Fátima y el Pasillo de Santo Domingo por la margen derecha; y la avenida de la Rosaleda y Pasillo de Santa Isabel por la izquierda, donde se plantearán actuaciones de pavimentación y la incorporación de arbolado y espacios de estancia de forma que ambos bulevares.

Uno de los elementos clave de la intervención pasa por asegurar el funcionamiento hidráulico del río. Para ello, se apuesta por un lecho regular que permita mayor capacidad hidráulica que la actual, garantizando hasta 460 metros cúbicos por segundo.

Imagen del cauce del río Guadalmedina de su Málaga.

Imagen del cauce del río Guadalmedina de su Málaga.

La medida considerada más óptima para reducir los muros de ribera y mantener la capacidad hidráulica pasa por rebajar la lámina de agua mediante la modificación del perfil del lecho entre los puentes de Armiñán y Aurora, la eliminación de obstáculos actuales (pilas) y la creación de dos saltos (uno aguas arriba del puente de Armiñán y otro aguas abajo) para aumentar la pendiente en este tramo.

Lo ahora conocido es la fase inicial del plan especial diseñado para el río. En su conjunto, según los documentos municipales, el proyecto de regeneración es de un mayor calado.

En concreto, se estiman 200 millones de euros de inversión en su conjunto, incluyendo el soterramiento del tráfico en los laterales del río.