Fernando, el hombre culto que dormía en la calle y se fue sin molestar: murió en La Unión en soledad

Se llamaba Fernando y se fue sin dar un ruido y tumbado en el banco que durante meses se convirtió en su hogar. Él es la persona sin hogar hallada sin vida en la puerta del supermercado Maskom de La Unión que ha llenado titulares en los últimos días.

Poco antes de morir, Fernando saludó con un "buenos días" a un vecino que iba a desayunar a un bar cercano. Al salir, se topó con la escena: Fernando, inmóvil, cubierto con una manta térmica. Ya había fallecido. “No me lo podía creer”, confiesa aún con incredulidad.

Quienes lo conocieron lo recuerdan como un hombre "extremadamente culto" y tranquilo, siempre con un libro en las manos. Daba igual si llovía, ahí estaba él con su lectura. "Cuando lo veíamos por las mañanas o por las noches en la parada de la iglesia de Cruz de Humilladero siempre le preguntábamos qué lees y él nos refería título, autor, trama, personajes... Leía de todo para pasar las horas, pero novela negra y novela histórica eran sus géneros predilectos", explican desde Corazones Malagueños, asociación que le tendía una mano.

No pedía dinero. Y aceptaba comida sólo cuando la necesitaba. Muchos vecinos le pagaban el desayuno en el bar Cañamero para ayudarle a comenzar el día con algo de energía.

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Llevaba aproximadamente un año en la zona de La Unión. Cuando no dormía frente al Maskom, lo hacía en la oficina de Cajasur, en la misma calle. “Se movía con el sol para mantenerse calentito en invierno”, relata un vecino.

Aunque hay varias versiones en redes sociales que dicen que Fernando podría haber muerto tras una paliza, de forma violenta, desde la Policía Nacional aclaran a EL ESPAÑOL de Málaga que a día de hoy no hay ninguna investigación abierta tras ver que el cadáver no presenta indicios de violencia, a la espera del informe definitivo de la autopsia.

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Malestar

El sábado, el día antes de encontrarlo muerto, el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibía sobre las 17.30 horas una llamada que alertaba sobre la presencia de un hombre estaba siendo “incapaz de controlar sus esfínteres” en la vía pública. Los testigos dudaban sobre si podía ir o no bebido por el estado en el que se encontraba. Era Fernando.

Hasta el lugar se desplazó la Policía Local que, según 112 manifestó no poder acudir, por lo que acudió a la zona la Policía Nacional. Si bien, parece que todo quedó ahí tras calmarse todo, ya que hay vecinos que lo vieron por la noche durmiendo en calma.

A la mañana siguiente, su cadáver era localizado en su banco de confianza. Se trasladaron a la zona la comitiva judicial y la Policía Nacional, quienes certificaron su fallecimiento bajo la atenta mirada de los vecinos de la Cruz de Humilladero, que no daban crédito a lo que estaba ocurriendo.

La noticia ha calado de lleno en el barrio, donde recuerdan a Fernando como un buen hombre, que estaba algo “desgastado” por la crudeza de la calle. Hay quien habla de que Fernando tenía familia, varios hijos y que vivió durante años en la zona de García Grana-4 de diciembre, pero que las circunstancias de la vida lo llevaron hasta vivir a la intemperie.

"Al tiempo que recordamos a Fernando demandamos más seguridad y atención para los seres humanos más vulnerables que son aquellos que ni siquiera tienen un techo, unas leyes más humanas y, por encima de todo, un cambio en nuestra mirada", han declarado desde Corazones Malagueños.

Más de 200 personas viven en las calles de la ciudad, según el Ayuntamiento de Málaga. Muchos de ellos son malagueños, pero otros vienen de fuera de la provincia. Diferentes factores han provocado que se convierta en “un polo de atracción” para personas que viven en la calle.

Así lo constatan los propios técnicos del Ayuntamiento de Málaga en documentos oficiales, en los que asumen que se trata de una de las urbes españolas con mayor concentración de este tipo de personas.

"Su ubicación geográfica, situada al sur del continente europeo, el ser una urbe eminentemente turística, capital de la Costa del Sol, su condición de ciudad cosmopolita y bien comunicada, con una demografía multicultural y el tener un clima mediterráneo suave y benigno, le hace ser una de las ciudades españolas con mayor concentración de población y por tanto en la que conviven y transitan muchas de las personas de las consideradas o que se encuentran en situación de calle", indican.