¿Qué se construirá en los terrenos de La Rosaleda si se traslada el estadio? Málaga ya tiene un plan

Lo que parecía enterrado definitivamente, vuelve a cobrar vida. La renuncia al Mundial ha reabierto la puerta a una posible mudanza del estadio de La Rosaleda de su barrio actual, Martiricos. Y, con ello, a la construcción de un nuevo estadio en otro emplazamiento de la capital de la Costa del Sol.

Aunque la decisión final se relaciona con la redacción de un estudio sobre posibles parcelas alternativas, tal y como ha anunciado el alcalde, Francisco de la Torre, la simple opción de que se produzca ese cambio de ubicación obliga a preguntarse qué pasaría con los terrenos actuales del estadio.

El asunto no es nuevo, como demuestra el hecho de que el vigente Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), que data de mediados de 2011, ya responde a esta cuestión.

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Bien es cierto que los redactores del planeamiento, tras varios ajustes, condicionaron cualquier aprovechamiento futuro de estos terrenos a la construcción de una Nueva Rosaleda. Con este objetivo se reservó terrenos en San Cayetano, en Puerto de la Torre, para la construcción del nuevo complejo.

Sea como fuere, de ir adelante la apuesta por un nuevo estadio en otra zona de la ciudad, podría recuperarse la apuesta por reclasificar los actuales terrenos junto al cauce del Guadalmedina, abriendo la puerta a la construcción de 404 viviendas.

Atendiendo a la ficha urbanística, se dibujan cinco edificios de 8 plantas. Del desarrollo residencial completo, 283 viviendas serían de régimen libre, a las que sumar otras 121 de protección oficial.

Ordenación recogida en el PGOU de Málaga para los terrenos de La Rosaleda.

A estos aprovechamientos se añaden otros 13.300 metros cuadrados de techo para uso terciario, comercial y empresarial.

Todo el desarrollo relacionado con equipamiento público y privado, comercial, terciario y empresarial se proyecta en un conjunto unitario que iría en una banda paralela a la fachada del río, con 35 metros de ancho por 350 metros de largo.

La misma podría tener una gestión mixta-pública, configurándose como "un gran centro de servicios y de equipamientos públicos y privados".

Hay que recordar que el plan de regeneración del cauce del río Guadalmedina al que ha dado forma en los últimos años el Ayuntamiento, otorga especial relevancia al emplazamiento del estadio.

En este sentido, en el marco de esta gran operación, valorada en unos 200 millones de euros, se apunta la posibilidad de impulsar una reordenación del espacio libre junto al estadio de La Rosaleda y la construcción de un aparcamiento.

Entre las propuestas realizadas se hablaba de disponer un nuevo espacio libre al norte de La Rosaleda, ampliando los usos deportivos e incluyendo una gran plaza frente a la entrada norte del estadio.

También se manejaba la opción de catalogar el edificio de la subestación eléctrica como patrimonio industrial, pudiendo realizar proyecciones en su fachada oeste, como cine de verano o autocine.

Sobre el futuro espacio, el propio alcalde, que ha abierto la puerta a la redacción de un estudio de alternativas para un nuevo estadio, señala que más allá del uso residencial ahora manejado en el PGOU se podría dar cabida otros usos educativos y culturales, capaces de dar dinamismo al distrito Palma-Palmilla.

Hay que recordar que uno de los grandes objetivos que se había marcado el regidor con la fallida ampliación de La Rosaleda era generar nuevos espacios para convertir el estado en un gran centro de actividades los 365 días del año. Y ello incluyendo, por ejemplo, espacios comerciales, hoteles y zonas donde poder desarrollar grandes eventos.