ETAP de El Atabal.
Málaga 'triunfa' con las medidas contra la sequía: este es el agua que ha ahorrado estos años
Reduce significativamente el uso de agua procedente de los embalses, apostando por recursos alternativos como pozos y el azud de Aljaima.
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El plan de ahorro desarrollado en los dos últimos años por el Ayuntamiento de Málaga, con la implantación de restricciones en el consumo y el riego, ha dado sus frutos.
En concreto, según ha dado a conocer este miércoles el Consistorio, las medidas dispuestas por la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), se ha alcanzado una reducción del 6% en el consumo.
A lo largo de 2024, la entidad municipal distribuyó desde los depósitos a las redes de abastecimiento de la ciudad 42,2 hectómetros cúbicos de agua. Son 2,7 menos que en 2022 (44,9 Hm3 y un 5,97% menos) y confirma la tendencia a la baja ya experimentada en 2023, con 44,6 Hm3 (-5,3%).
Esta acción está teniendo continuidad en 2025. Muestra de ello es que en los tres primeros meses del año se han distribuido 9,4 Hm3, un 8,2% menos respecto a los 10,2 registrados en el mismo periodo de 2024.
Según el dato facilitado por la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez, esta reducción del consumo ha posibilitado que el uso urbano en Málaga se sitúe en una media de 169 litros por habitante y día.
La concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez.
Este dato no sólo está por debajo de la dotación máxima de 225 litros acordados por la Comisión para la Gestión de la Sequía en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas en la reunión del pasado 25 de marzo, sino también de los 180 litros como máximo que fueron fijados en octubre de 2024 debido a la persistencia de la sequía.
La mejora de la situación hidrológica ha posibilitado que el sistema de explotación Guadalhorce-Limonero haya pasado de la situación de escasez severa a escasez moderada, lo que ha conllevado el levantamiento de todas las restricciones al uso de agua potable que seguían activas en la ciudad, siempre que se siga cumpliendo la dotación máxima de 225 litros por habitante y día para uso urbano.
Mantiene el plan
Pese a esta mejora, el Ayuntamiento mantiene su planificación prevista para ahorrar agua potable mediante la regulación de la presión que se inyecta en las redes de toda la ciudad para minimizar las fugas, el plan de choque de reparación de conducciones para reducir las pérdidas, el control de los grandes consumidores para detectar posibles fugas en canalizaciones interiores o la extensión del recurso procedente del freático para riego de zonas verdes y limpieza viaria.
Los trabajos realizados para extender la regulación de presiones mediante la instalación de válvulas han permitido aplicar esta minoración en horas valle y de menor demanda, principalmente por la noche, sin tener que llegar a restricciones.
Actualmente, ya están regulados un centenar de los aproximadamente 150 sectores que hay en la ciudad, dando cobertura al 70% de la longitud total de la red de distribución, que supera los 1.900 kilómetros.
En cuanto al plan preventivo de búsqueda, localización y reparación de fugas, en 2023 se ejecutaron 1.326 actuaciones sobre la red de abastecimiento y las acometidas, mientras en 2024 se localizaron y repararon más de 500 fugas llegando a un total de 1.135 obras tanto en redes como en acometidas.
De esta forma, la regulación de presiones, la reparación de fugas y las obras de renovación de redes en distintos puntos de la ciudad han permitido reducir en un 2,6% el agua total distribuida desde los depósitos en 2024 (1,1 Hm3). El resto del ahorro procede de la mayor concienciación ciudadana y de la reducción en otros usos como riego de zonas verdes y limpieza viaria.
Nuevos recursos hídricos alternativos a los embalses
En paralelo, también avanza en la puesta a disposición de nuevos recursos hídricos alternativos a los embalses mediante la recuperación de una serie de pozos situados a ambas márgenes del tramo final del río Guadalhorce para el abastecimiento urbano o la potenciación del uso de aguas regeneradas.
En este periodo, Emasa ha reducido de forma considerable los aportes procedentes de los embalses mediante un mayor aprovechamiento de recursos alternativos.
Por un lado, las aguas subterráneas de los pozos de Fahala y Aljaima. Y por otro, las aguas superficiales captadas en el azud de Aljaima, que permite bombear y tratar en la potabilizadora de El Atabal parte del caudal del río Guadalhorce poco después de su confluencia con el río Grande y que durante tres meses de 2024 aportó la totalidad del consumo. Estos pozos y el azud han cubierto un tercio de la demanda de la ciudad.
De este modo, los recursos procedentes de las presas que fueron tratados en la planta de El Atabal sumaron 39,1 hectómetros cúbicos, un 33,1% menos respecto a los 58,4 utilizados en 2023. En cambio, el volumen de agua obtenida de pozos y del azud de Aljaima se incrementó en 2024 en un 158,5% al alcanzar los 16,2 Hm3 frente a los 6,2 del ejercicio anterior.
Por tanto, entre todas las fuentes de captación (embalses, pozos y azud), el total de agua bruta que llegó a El Atabal fue de 55,3 Hm3, un 14,5% menos que los 64,7 registrados en 2023.
Detrás de este decremento también está reducción de los aportes que desde la capital se venían realizando a la Axarquía desde 2022 con un flujo de 9 Hm3 anuales y que fueron suspendidos por la Comisión para la Gestión de la Sequía en abril de 2024.