Málaga da el paso definitivo para transformar el barrio de Lagunillas. Situado a apenas unos metros de la Plaza de la Merced y de la casa en la que nació Pablo Ruiz Picasso, esta zona está marcada desde hace décadas por la degradación. Pese a ello, se ha convertido en los últimos años en punto de atracción de inversores inmobiliarios, hasta el punto de acoger numerosos proyectos residenciales. 

Una pujanza, muestra del potencial del entorno, que se va a ver ahora incrementada con la decisión del Ayuntamiento de ir adelante con un ambicioso proyecto de regeneración urbana.

Tras adjudicar a finales del pasado mes de noviembre una primera fase de las operaciones, valorada en casi 1,4 millones de euros, ahora pone en marcha el mecanismo para contratar una segunda intervención, tasada en 2,7 millones de euros (IVA incluido), con un plazo de 12 meses. Las empresas interesadas en participar de este concurso tienen hasta el 5 de febrero para presentar sus ofertas.

El ámbito de actuación incluye, principalmente, la calle Lagunillas (incluyendo la Plaza de la Victoria) y la Plaza Miguel de los Reyes. Los trabajos ya adjudicados afectan a las calles Coto de Doñana, Alonso Benítez, Vital Aza, Pasaje Valentín Martínez, Huerto del Conde y Cobertizo del Conde (parcialmente). 

En esencia, los trabajos previstos deben permitir renovar la pavimentación, la red de saneamiento y la red de abastecimiento de agua; crear una red de baldeo; mejorar el alumbrado público e instalar de bajo consumo. 

Se prevén canalizaciones renovadas de todos los servicios y la eliminación de cableado aéreo; eliminación de barreras arquitectónicas y mejora de la accesibilidad; instalación de mobiliario urbano; calmado del tráfico de vehículo privado, evitando un tráfico de paso y convirtiéndolo en zona 20.

Para ello, las calles pasarán a tener plataforma única, con diferenciación de pavimentos en la zona central de calzada. Todo ello empleando criterios de accesibilidad universal mediante aplicación de la guía de criterios ONCE para viales con plataforma única. Y se utilizarán materiales con propiedades especiales en cuanto a su capacidad drenante, fotocatalítica y fonoabsorbente, entre otros.

Imágenes del proyecto de renovación del entorno de la calle Lagunillas.

Como se recoge en el proyecto global, la renovación implica un cambio en las condiciones de uso, limitando la intensidad de tráfico y proponiendo medidas que eviten el uso de tráfico rodado de paso, y mejoras para los peatones en general, y para los vecinos en particular, con ampliación de zonas de aceras.

Poner en valor el barrio

Los técnicos municipales toman como referencia la calle Lagunillas, en torno a la cual se plantea, "a modo de alfombra", un entramado que crece en dos direcciones. "Con el objeto de poner en valor el trabajo más artesanal, doméstico y de proximidad que caracteriza al barrio, se opta por una distribución apoyada en un trabajo por piezas, utilizado en composiciones de reciclado de tejidos, donde se combinan distintos materiales y formatos", se detalla en el proyecto.

Esto permite "singularizar" puntos de ensanche de la vía, generando pequeños espacios de estancia o dar tratamiento similar a una vía de menor sección o a un espacio de mayores dimensiones.

Y como ya hiciera con el proyecto de renovación de la calle Carretería, el Ayuntamiento fija unas condiciones claras para limitar la futura ocupación con mesas y sillas del espacio público. Atendiendo al proyecto, el objetivo es garantizar un adecuado equilibrio entre los distintos usos que se dan.

Según se indica, se trata de una vía de marcado carácter de paso, con anchos estrictos que "no es compatible con una ocupación por parte de las terrazas". Por este motivo, la propuesta de los técnicos es la de elevar a la Junta de Gobierno Local la "prohibición de ocupación de vía pública mediante terrazas en toda la calle, con excepción (si bien sujeto a la ordenación propuesta) de las autorizaciones existentes en la actualidad".

De manera precisa, se propone reconvertir a uso peatonal el tramo final de Lagunillas en conexión con Jardín de los Monos, reforzando de este modo su uso ciudadano como espacio singular y recuperando el carácter comercial de esta calle. En el caso de la Plaza Miguel de los Reyes, se busca convertirla "en centro de reunión de vecinos de todas las edades, potenciando la presencia de niños, por lo que se refuerza la dotación de juegos infantiles para todas las edades". Asimismo, se reubicará la escultura del artista que da nombre a la plaza.