El Ayuntamiento de Málaga tiene ya el camino prácticamente expedito para poder afrontar la largamente anunciada remodelación de los paseos marítimos de Pedregalejo y El Palo. Al menos en lo que respecta a la Dirección General de Costas, cuyos informes obligan a realizar ciertos ajustes en los proyectos constructivos elaborados por la Gerencia de Urbanismo.  

Los cambios son, aparentemente, de calado menor, sin alterar en lo sustancial la naturaleza de la operación diseñada por el Consistorio, con la que se pretende remozar de manera drástica la actual estampa que presentan dos de los grandes atractivos turísticos de la capital de la Costa del Sol.

Pese a que el pronunciamiento del organismo estatal, en otras ocasiones un quebradero de cabeza para los intereses municipales, parece allanar el escenario inmediato, el escollo con el que se topa el Ayuntamiento a la hora de afrontar ambas intervenciones es, principalmente, económico. De acuerdo con los datos iniciales, la inversión precisa para afrontar las dos obras ronda los 12 millones. 

Una de las secciones en las que se divide el proyecto de urbanización del paseo de El Palo.

Con el objetivo de reducir el impacto que ello supone para las arcas municipales, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, remitió escritos a la Junta de Andalucía y al Gobierno central con la esperanza de que las dos instituciones aceptasen participar y asumir una parte del coste global. 

Del conjunto de actuaciones proyectado, el de mayor dimensión es el del paseo de El Palo, justamente el último en ser objeto de informe por parte de Costas, que, en términos generales, es favorable. Los números cifran en unos 5 o 6 millones de euros el coste estimado.

El informe de Costas tiene fecha del pasado 15 de marzo. El mismo fue elaborado después de que el ente estatal recibiese el 16 de febrero la petición formal por parte de Junta de Andalucía para analizar la propuesta técnica. De acuerdo con el documento oficial, la zona afectada se divide en seis tramos afectados por dominio público marítimo terrestre. 

El primero de ellos se inicia en el arroyo Jaboneros hasta el ensanche correspondiente a la Plaza del Padre Ciganda, con unos 500 metros de superficie. El segundo, tiene 55 metros en línea recta. El tercero, cuenta con 910 metros, hasta el entorno de la calle Playa Virginia; el cuarto, con 30 metros. El quinto tiene 95 metros, hasta la altura del restaurante “El Tintero”, y el sexto, con 110 metros, completa la actuación.

Infografía del proyecto de reurbanización del paseo de Pedregalejo.

De acuerdo con el texto de Costas, en varias de estas zonas se determina "la exclusión del dominio público marítimo-terrestre de los terrenos correspondientes a los núcleos de población" de Pedregalejo y El Palo, si bien se precisa que la eficacia de la medida "queda condicionada a la aprobación de la Orden conjunta del Ministerio de Hacienda y Administraciones públicas y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente".

Apuesta municipal

En cuanto al proyecto municipal, según recoge el informe, el objetivo es impulsar una remodelación del paseo marítimo de El Palo generando "un uso lúdico al espacio del paseo y las zonas contiguas y hacer de aquel un elemento diferenciador de la zona".

Para ello, se prevé "una fuerte intervención en demolición" que afectará al pavimento existente, incluyendo losas de hormigón y mezclas bituminosas; gradas y escalones presentes a lo largo del paseo; albardilla de coronación del actual murete de límite con la playa; murete del paseo, en los tramos en los que éste se abre al mar, y en las zonas verdes de los accesos.  

La operación también incluye la retirada de árboles no significativos y el trasplante de palmeras; afectación sobre las terrazas, un edificio de aseos, farolas, bancos, papeleras y otro mobiliario urbano. 

Para pavimentar el nuevo espacio, se dispondrá un paseo con un ancho uniforme de 6,50 metros, al lado del cual se dispone un carril bici de 2,50 metros y una calzada de 3,5 metros. "El ancho del paseo es prácticamente el que tiene en la actualidad, mientras que el carril bici se superpone al aparcamiento existente, aparcamiento que se ha desplazado al Norte, en los tramos en los que ha sido posible para no afectar en exceso a la acera correspondiente", se indica.

El grueso de la pavimentación del paseo está formado por una losa prefabricada de hormigón fotocatalítico de dimensiones generales 60x40 cm, 60x120 cm y 100x90 cm, todas de 12 cm de espesor, a las que hay que añadir otros acabados en piedra natural, mezcla bituminosa coloreada y hormigón fratasado coloreado para el carril bici. 

Accesos más amplios

Los accesos a la playa se han concebido más amplios que los actuales, que concentran el acceso en zonas puntuales. De este modo, "se ha abierto el paseo al mar, siendo prácticamente todo el frente del acceso un punto de bajada a la playa, bien mediante escalones de gran formato, bien mediante rampa, para garantizar la accesibilidad de minusválidos".

Otra imagen de cómo se proyecta la reforma del paseo de Pedregalejo.

Al respecto, Costas apunta la necesidad de que la continuidad longitudinal del paseo no se vea interrumpida por los escalones de gran formato ni por cualquier otro elemento que desvirtúe las condiciones de la servidumbre de tránsito, en la que, además de asegurar el paso público peatonal, también debe garantizarse el paso de los vehículos de vigilancia y salvamento.

También se ponen ciertos reparos a la idea del Ayuntamiento de instalar una serie de quioscos y aseos a lo largo del paseo. En este punto, el ente estatal subraya la necesidad de que los mismos "se ubiquen fuera de la playa". 

"Carece de sentido que se prevea en un proyecto unas instalaciones en playa que habrán de ser en su momento objeto de autorización o concesión administrativa y cuya procedencia deberá ser estudiada en el respectivo expediente de autorización y concesión", se señala.

Costas también advierte de que cualquier actuación en materia de reposición de servicios afectados y canalizaciones subterráneas de servicios (abastecimiento, aguas fecales, alumbrado público, baja tensión y telefonía) deberán ejecutarse fuera de la playa.

Esta exigencia afecta a la propuesta municipal de incluir una nueva canalización de riego desde la calle Mario Moreno hasta el inicio de la plaza del Padre Ciganda, "que discurre por la zona de playa con una longitud de 100,77 metros, siendo no compatible esta actuación con la normativa sectorial de Costas, por lo que deberá reubicarse la misma dentro de la zona señalada como paseo marítimo". 

En el expediente, se incide en que tanto el riego "como cualquier otra actuación que favorezca la sustitución de depósitos granulares por superficies antropizadas de cualquier naturaleza (por ejemplo, las islas vegetales denominadas oasis), deberá evitarse, procediendo por tanto la retirada del total de las islas vegetales existentes en zona de playa en el tramo proyectado".

Se menciona también la construcción de tres nuevas estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR) al inicio de la calle Quitapenas, sustituyendo a la existente en las proximidades del arroyo Jaboneros; otra en la parte oeste de la plaza del Espigón, al lado del arroyo Gálica, y una tercera al inicio del tramo de la playa de El Dedo, en las proximidades del arroyo Gálica. 

Pérgolas

Otro elemento característico del proyecto es la pérgola que se propone a lo largo del paseo. La misma es metálica, con 4,75 metros de altura y 5 de ancho. Costas advierte de que en los tramos en los que no pueda garantizarse la eficacia de la servidumbre de tránsito, con una distancia de 6 metros libres, debe plantearse una pérgola mediante viga en voladizo, evitando la inclusión de un obstáculo en las zonas donde no se consiga ese ancho mínimo.

El informe de Costas hace mención también a la parte de jardinería, precisando que las zonas verdes que actualmente hay en los accesos a la playa "verán reducida su extensión, limitándose al espacio necesario para la supervivencia de las palmeras más significativas". Para acotar estas zonas, se dispondrá una chapa de acero corten alrededor, de forma circular, para que las tierras queden contenidas. 

"Las especies que no resulten significativas serán eliminadas", se destaca, informando de que se mantendrán los ficus existentes entre los arroyos Jaboneros y Gálica. Aquellas palmeras que sí se quieran mantener pero que estorban en su actual ubicación, serán trasladadas a las plazas, no habiéndose previsto nuevas plantaciones que pudieran interferir en la servidumbre de tránsito de 6 metros de anchura.