Málaga

A la espera de saber el día y la hora, el Metro de Málaga ya atisba el Centro de la ciudad. Casi empieza a tocar ese momento histórico en el que será capaz de saltar la frontera de El Perchel para adentrarse bajo la Avenida de Andalucía y la Alameda Principal. La palabra dada por el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, acota a mitad del mes de agosto próximo el momento en que tendrá lugar tan esperado y significativo hito: la llegada de los trenes al casco urbano.

Día arriba, día abajo, la elección de ese calendario no parece casual. Ocurrirá, de cumplirse el anuncio, casi ocho años después de la primera inauguración del ferrocarril urbano. El trazado incompleto entre los extremos de las líneas 1 y 2 y el intercambiador de El Perchel, localizado junto a Renfe, tuvo lugar un 30 de julio de 2014, aunque no fue hasta el 31 de julio arrancó la explotación comercial.

Los ritmos de trabajo acelerados en los meses previos permiten ajustar los tiempos de terminación de todo el proceso de arquitectura, instalaciones, comunicación, señalización e, incluso, de pruebas del material móvil.

Bendodo eligió ayer una referencia ciertamente simbólica para los malagueños: la Feria del Centro. Para concluir que será posible que, siempre que tengan lugar los festejos, cualquier ciudadano que viva en la zona de Carretera de Cádiz o el barrio de Teatinos, por ejemplo, podrá subirse a uno de los trenes para llegar casi hasta la misma calle Larios en el suburbano.

La suma de la última pieza al recorrido, integrado por los tramos Renfe-Guadalmedina y Guadalmedina-Atarazanas, supone apenas 1 kilómetro lineal. Y pese a ello representa un salto exponencial en la explotación del suburbano. 

Los datos de demanda manejados por la propia concesionaria concluyen que con la puesta en carga de este tramo, el Metro podrá mover unos 18 millones de pasajeros al año. La cifra de pasajeros dista de los 6,9 millones que llegó a mover la red ferroviaria en 2019, antes de que el impacto de la pandemia de la Covid rebajase sensiblemente el uso de este medio. 

Los tiempos que ahora se pueden precisar respecto a la llegada al Centro son particularmente relevantes si se analiza el proyecto del ferrocarril urbano desde su origen mismo. Fue a finales de 2004 cuando la Junta de Andalucía adjudicó a un grupo de empresas, en aquel entonces liderado por FCC (ahora desaparecida de la concesión), la construcción de una red compuesta por dos líneas, con final junto a la plaza de toros de La Malagueta

La oferta de este consorcio fijaba un plazo de 40 meses para la ejecución de la obra y su puesta en funcionamiento. Conforme a este plazo, una vez colocada la primera piedra en junio de 2006, la culminación de la infraestructura tendría que haber sido una realidad en febrero de 2009. De ello pasan ya más de 13 años.

El Metro de Málaga actual poco o nada tiene que ver con aquel primero que se dibujó. El trazado hasta la Malagueta fue eliminado, evitando el paso bajo el Parque, y localizando su punto en el Centro en la Alameda.

Para compensar esa reducción del trayecto, en la necesidad de sumar nuevos viajeros y alcanzar la demanda que garantice el equilibrio económico-financiero del suburbano, se incorporó la prolongación desde El Corte Inglés hasta la zona norte. En concreto, hasta el Hospital Civil. La suma debe permitir superar los 21 millones de pasajeros anuales.

Aunque ya se atisba la llegada a la Alameda, queda aún un trecho largo por recorrer antes de poder alcanzar el Civil. La Junta trabaja actualmente en la redacción del proyecto de construcción de este ramal, que discurrirá totalmente soterrado y cuyo coste rondará los 150 millones de euros

Será cuando el documento esté sobre la mesa cuando podrá perfilarse el momento cierto de terminación de la red del suburbano. Lo que se sabe seguro es que el compromiso de la Consejería de Fomento con la concesionaria actual, en manos principalmente de un fondo de inversión francés, es que ese hecho tenga lugar antes de finalizar 2027.

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