Muchos recordarán aquellos espléndidos bancos de cerámica instalados a finales de los años 90 en el Paseo del Parque de Málaga. Los asientos, obra de la prestigiosa ceramista Amparo Ruiz de Luna, llevaban inscritos en sus azulejos versos de poetas autóctonos como Manuel Altolaguirre: "Yo y la luz te inventamos, ciudad que ahora en un alba de fantasía y de sol naces al mundo".

Unas cuantas empresas los donaros en 1997 con motivo del primer centenario del Parque. "Estos bancos de cerámica son parte de la memoria histórica de la ciudad, de su patrimonio cultural, llevaban muchos años en el Parque y formaban parte del paisaje urbano cotidiano de los habitantes y visitantes de la zona", llegó a afirmar Pedro Moreno Brenes en su momento.

La Gerencia de Urbanismo decidió retirar los asientos en 2007 a causa de la remodelación del Paseo del Parque y los depositó en la Finca Quintana, la sede de Parques y Jardines del Ayuntamiento en ese momento y actual casa de la Peña de Los Verdiales. Los antiguos bancos de cerámica del Parque siguen abandonados allí 15 años después de su traslado. Lo denuncia un vecino de la zona a EL ESPAÑOL de Málaga.

Los antiguos bancos del Parque abandonados.

Los asientos descansan rotos y apilados a la intemperie en la parte trasera de la antigua sede de Parques y Jardines, en la calle Llobregat (en la zona de Jardín de Málaga, más arriba del viaducto de san Telmo). "Los bancos apilados se ven perfectamente justo detrás de un escenario que hay donde se apilan también otros materiales", explica este vecino malagueño.

"El estado de conservación, si es que deciden colocarlos en otro lugar, no es el mejor", alerta este asiduo a la Peña de Los Verdiales y amante del arte, que recuerda que son "los antiguos bancos cerámicos que había en el Parque, obra de la prestigiosa ceramista, ya fallecida, Amparo Ruiz de Luna, cuya colección vidriada fue adquirida por el Ayuntamiento para un museo del que nunca más se supo".

El Consistorio llegó a plantear la restauración de algunos de los bancos, que quedaron dañados tras ser arrancados con una radial del Paseo del Parque, y llevarlos a algún espacio acorde a su estética como el Jardín de la Concepción hace bastante tiempo. Sin embargo, nunca destinaron ninguna partida a ello porque la economía de ese momento no lo permitía.

Gemma del Corral, concejal de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento, explica a este periódico que llegaron a hablar con la propia autora, Amparo Ruiz de Luna, y les dijo que era bastante "díficil" recuperar los bancos. Preguntada por la situación actual de los asientos, reconoce, que "por lo visto están acopiados allí y no están en una situación óptima. Necesitan un proceso de restauración para ponerlos en uso".

La concejal se compromete a restaurar y recolocar los bancos de cerámica si están a tiempo y es posible. De ser así, contactarían con algún artista para acometer la recuperación. "Merece la pena estudiar la posibilidad de su restauración. Desgraciadamente no podrá hacerlo su autora, pero si algunos ceramistas de la ciudad", ha señalado. 

El Piyayo y otros mosaicos

Si hablamos de patrimonio de la ciudad no reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), no podemos olvidarnos del mosaico de El Piyayo en calle Granada, que esta semana ha sido objeto de debate en Twitter. La empresa que lo retiró hace unas semanas, la cadena de restaurantes de sushi Sibuya, ha confirmado a EL ESPAÑOL de Málaga que la pieza se encuentra en "buenas condiciones" y que será donada a la concejalía del Cultura del Ayuntamiento.

Fachada de la antigua Bodega El Patio.

Sin embargo, no es el caso de los mosaicos de la antigua bodega El Patio en la misma calle. Ya no están. Igual ha ocurrido en la Calle Niño de Guevara donde había un montón de mosaicos de Daniel García Romero, ceramista de Málaga, con escenas castizas, de Semana Santa, toros y flamenco.

"Se los han cargado", denuncia un vecino de la ciudad, que reconoce que no están protegidos pero que "pertenecen al imaginario colectivo de la ciudad" como un rótulo publicitario de un querido bar o la imagen de Casa Mira. En calle Nosquera también hay un bar castizo con cerámica de Alicia Guerrero, actualmente media rota y abandonada.