Fernando Domínguez, en una ilustración con el DES.

Fernando Domínguez, en una ilustración con el DES. E. E.

Tecnología

El futuro de la IA pasa por combinarla con física cuántica: este malagueño de adopción es quien la hará crecer

Fernando Domínguez Pinuaga, vicepresidente de Sandbox AQ y residente en Málaga desde 2024, predice una nueva revolución tecnológica que puede jubilar a ChatGPT.

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La inteligencia artificial está en boca de todos, pero... ¿y si la verdadera revolución no estuviera en los modelos de lenguaje que ya tenemos como ChatGPT y compañía, sino algo que va un poco más allá?

El secreto puede estar en la combinación de los actuales avances de IA con una visión vanguardista de la ciencia: la física cuántica.

Unidas, prometen ofrecer soluciones a problemas tan acuciantes como la enfermedad de Alzheimer... y un malagueño de adopción es la clave para su expansión internacional.

El malagueño de adopción, valenciano de origen, es Fernando Domínguez Pinuaga. Reside en la Costa del Sol desde hace menos de dos años y es vicepresidente de Asuntos Globales de Sandbox AQ, un gigante tecnológico que nació en los laboratorios de Google, se independizó y ha crecido hasta convertirse en una de las referencias globales en su sector.

Domínguez explicó este martes en una ponencia exclusiva en el DES cómo la combinación de IA y física cuántica puede resolver problemas que hoy nos parecen inabordables.

"Los grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés) están en su piso ahora mismo, pero todo el mundo pensaba que iban a revolucionarlo todo... y todavía no", argumentó Domínguez Pinuaga, en referencia a la tecnología que permite productos como ChatGPT: "¿Dónde está esa revolución que todo el mundo hablaba? Muchos padrinos de la inteligencia artificial advierten de que hay que tener cuidado con los LLM: parece que piensan, pero no".

Para él, la verdadera disrupción puede venir de lo que llama LQM, large quantitative models. En español, grandes modelos cuantitativos.

Esta inteligencia artificial avanzada integra física, biología y matemáticas complejas para simular el comportamiento del mundo real con una precisión sin precedentes.

Es decir, no son modelos que solo generan texto o imágenes, sino que pueden, por ejemplo, simular proteínas que sirvan para tratar enfermedades como el Alzheimer o predecir con fiabilidad riesgos cibernéticos del futuro.

Domínguez lo explicó con claridad: “No puedes preguntarle a un LLM cuál será el fármaco que curará el Alzheimer. Pero sí puedes pedirle a un LQM que simule las proteínas que mejor funcionen para ello”, compartió en el DES.

Esa diferencia puede ser clave: de acuerdo con figuras como Ilya Sutskever, uno de los fundadores de OpenAI, los modelos actuales han empezado a tocar techo porque ya no hay más datos con los que alimentarlos.

La solución que proponen desde Sandbox AQ no está en inflar más los modelos actuales, sino en combinar inteligencia artificial con otras ramas del conocimiento humano.

La compañía desarrolla software que aprovecha principios de la física cuántica sin necesitar hardware cuántico.

Entre sus aplicaciones prácticas están la encriptación post-cuántica, que ya usan organismos como la DISA (Defense Information Systems Agency) o la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y sistemas de navegación que no dependen del GPS, usando el campo magnético de la Tierra combinado con sensores e IA.

Uno de los principios bajo los que nació la compañía es el de acercar la ciencia al emprendimiento tecnológico, y en ello están.

Aunque parezcan ideas de ciencia ficción, todas estas tecnologías ya están en marcha. Y su desarrollo ha despertado el interés de grandes nombres: Sergey Brin, Eric Schmidt, Mark Benioff o Yann LeCun son algunos de los inversores y mentores que respaldan Sandbox AQ.

La empresa ha levantado centenares de millones de dólares y ocupa un rol prominente en la carrera internacional por liderar la nueva era tecnológica.

"Si los LLM no son suficientes, pero apenas estamos rozando la superficie de la revolución de la inteligencia artificial, ¿qué hay más allá?", se preguntó Fernando Domínguez Pinuaga en el DES, donde resaltó que añadir a esta tecnología "ecuaciones que entienden cómo funciona el mundo hoy" les hace tener un impacto potencial enorme en sectores como el de las finanzas, el farmacéutico, el aeroespacial o la química.

Todos esos avances los está expandiendo Domínguez Pinuaga como vicepresidente de Asuntos Globales, pero con Málaga como base. Desde aquí es desde donde ha hecho un llamamiento: "Cuando hay una tecnología de moda, es que solo estás viendo la punta del iceberg. Los LQM explican cómo funciona el mundo y los vas a poder aplicar a cualquier industria", sentenció.