El pádel es el deporte social por excelencia, y cada vez el de más gente. Hay, de hecho, un desfase entre lo rápido que crece el negocio derivado de este deporte y la velocidad aún lenta en la que se transforman los clubes. Es ahí donde entra la startup malagueña Ballify, que pretende digitalizar toda esa gestión de los profesores y academias mediante una aplicación móvil... y que busca compañero de viaje con especialización tecnológica para el proceso.

Su CEO es Raúl Chamizo, también entrenador de pádel desde 2019, que explica en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga que la idea nació de su propia experiencia directa con los desafíos de gestión en uno de los clubes más grandes de Sevilla, donde realizó prácticas. "Lo que buscamos es intentar coger los principales problemas que tienen ahora mismo de comunicación y gestión de una academia y facilitárselos con una aplicación móvil", indica.

"Cuando un entrenador está en su día a día en las clases, quiere estar dedicado a lo importante, que es a estar pendiente a tus jugadores, a dar la clase lo mejor posible, a estar corrigiéndolo", señala. La aplicación busca minimizar el tiempo dedicado a la gestión y comunicación, que actualmente la realizan los propios profesionales mediante herramientas genéricas como Whatsapp. Su previsión es que automatizar de forma especializada este proceso permitiría a los entrenadores concentrarse en la enseñanza.

Esa hipótesis de negocio que comparte Chamizo se ve reforzada por el crecimiento de la afición popular al pádel. "Se estima que para 2026, si ahora mismo en el mundo hay 40.000 pistas, para 2026 se estima que haya 85.000, más del doble en dos años", detalla. Ese aumento casi exponencial de jugadores y academias requerirá, por tanto, de una gestión más eficiente. No es un análisis externo, sino que él mismo ha vivido toda su etapa laboral ligada al deporte y ha localizado ese problema.

 "Yo he jugado toda mi vida al fútbol y después lo he entrenado, luego he sido entrenador de pádel, de vóley... Todo es perfil deportista", señala. No obstante, ha mantenido desde el inicio un interés por la tecnología y la innovación que lo llevó a buscar soluciones a los problemas que enfrentaba en el ámbito deportivo, en línea con el pujante sector del sportech.

Ahora, su prioridad es la búsqueda de un socio complementario, especialmente en el ámbito más tecnológico para terminar de desarrollar y escalar una solución que cubra el nicho que ha identificado."Estamos abiertos un poco también a seguir conociendo e intentar llegar a tener el equipo perfecto", expresa. Para él, la importancia de la colaboración y la complementariedad de habilidades con esa hipotética nueva persona que se sumara al proyecto sería clave para llevar su emprendimiento a buen puerto.

Por lo pronto, Chamizo forma parte del programa Go2Work especializado en tecnología profunda o deep tech de la Escuela de Organización Industrial, que acoge el Polo Digital. Para él, el ecosistema tecnológico local es "más internacional, abierto y cambiante" que, por ejemplo, el de Sevilla, donde estudió y se introdujo en el sector. 

"Creo que este ecosistema está creciendo mucho más rápido que el de otras ciudades, también por el propio crecimiento de Málaga como ciudad y provincia", concluye: "Mi objetivo es facilitarles la vida a los entrenadores, lo que va a suponer mejores clases y mucha más calidad para los entrenadores y para los jugadores. Al final se trata de aportar mi grano de arena para que el pádel siga creciendo... Y si es desde Málaga, pues mejor".