86-84 | El Unicaja alarga la semifinal tras ganarle con sufrimiento al Real Madrid

Reacción total del Unicaja de Málaga para alargar la semifinal de la ACB contra el Real Madrid, al que se impuso por 86-84 en un final de infarto con un resucitado para la serie Dylan Osetkowski. [Narración y estadísticas del partido]. 

El de California, con 21 puntos y 17 de valoración, sólo superado por un ejecutor de nivel pero esta vez insuficiente como Hezonja, fue el mejor cajista sobre el parqué, con continuidad toda la tarde. 

Algunos llegaban al Carpena con arena de la playa en los pies para ver a un Unicaja sin la sangría de pérdidas que lo estaba condenando, con mayor acierto -aunque no elevado- en el triple, y con un Madrid algo menor que en los dos primeros partidos. 

Feijóo, del rapapolvo a Sánchez al Martín Carpena para ver el Unicaja-Real Madrid

Se fueron heridos los blancos. Pero esta vez los árbitros, en el momento final, decantaron la balanza a favor de Unicaja sin temblarle el pulso. El choque se iba a la prórroga a falta de siete décimas, pero una revisión a la entrada a canasta de Musa que acabó con palmeo de Garuba, le daba dos tiros libres -anotados por Alberto Díaz- y posesión al Unicaja para resolver el choque. 

Ibon descartó esta vez a Ejim y Balcerowski, dos de los mejores en Madrid. Luego perdió a Tyson Pérez para la segunda mitad por un esguice en el tobillo izquierdo. Pero el plan le salió desde el principio, que resultó determinante para el desnelace final. 

Un parcial de 7-0 con 6-7 en contra, con una defensa numantina, varios robos pudiendo correr, pusieron el primer cuarto bajo la tutela del Unicaja. El arranque fue un toma y daca de unos y otros, con la previsible presión contra los árbitros en la grada. Kalinoski por fin acertó desde la línea. Pero Hezonja estaba siendo Hezonja. 

Eso no impidió que el Unicaja se llevara la primera manga 'real' de toda la eliminatoria en estos diez minutos de partido. La bocina sonó con un 23-13 celebrado por la afición. Se había ganado el último cuarto del primer partido en Madrid pero con el choque sentenciado. 

Siguió creciendo Unicaja en el segundo cuarto, cuando se fue a doce puntos (31-19). Eso, sin Tavares en pista, con un impacto tremendo cada vez que está entre los cinco de blanco. 

Se movió en esa renta el segundo cuarto, que dejó un mate sobre Garuba de Tyson Pérez cuando iba al rebote en el aro del Madrid. El dominicano se retiró cojeando y encendiendo las alarmas. 

El ambiente se recrudeció con una antideportiva a Perry sobre Campazzo, que espoleó todavía más al Unicaja a falta de 2:30 para el descanso. Con 44-27 a favor se puso el Unicaja tras otro robo y carrera de los malagueños. 

Hasta el 48-29 se elevó el equipo cajista a falta de un minuto para el descanso. Pero Alberto Díaz tenía la mosca detrás de la oreja con los árbitros tras dos acciones consecutivas resueltas a favor del Madrid. Había que jugar todos los partidos. 

Con 48-34 se fue el choque a los vestuarios. Osetkowski como máximo anotador del duelo con diez puntos, y las pérdidas esta vez condenando al Real Madrid, 3-10. La mala noticia, Tyson Perez, con un esguince en el tobillo izquierdo, se quedó en el vestuario. 

La afición del Unicaja durante el Unicaja vs. Real Madrid de la semifinal de la ACB acb Photo / Mariano Pozo

Reacción del Madrid con final de infarto

El Unicaja salió bien a la segunda parte, pero se cargó pronto de faltas, técnica a Osetkowski incluida, y el Madrid rebajó la diferencia a menos diez puntos. 53-46 antes del tiempo muerto de Ibon Navarro. 

Hezonja presionó todavía más con otro triple. Qué eliminatoria del croata. 

Al parcial de 0-13 de los blancos respondió Carter con un triple, el tercero del partido, y un parcial de 7-0. El Unicaja necesitaba más aportación desde el perímetro. Carter hacía otro bingo y Sima le sacaba un dos más uno a Hugo González, aunque falló tiro libre. Pero fue una buena reacción cajista con dos minutos de cuarto por delante. 

Con 70-60 y la reacción a tiempo de los de Ibon Navarro se encaró el último cuarto del duelo. Perdió este parcial el Unicaja por 22-26. Asumible. 

Aunque el nivel con el que entró Musa al momento decisivo del choque no lo era. Nueve puntos en cuatro minutos. Se mantuvo el Unicaja en los diez de renta y el Madrid bajó a los cinco a falta de 5:30. Respondió con un triple Osetkowski yéndose a los 21 puntos para el 80-72.

Un dos más uno de Tavares devolvió el partido a los cinco de diferencias, con Chus Mateo dislocado celebrando en el banquillo. Campazzo redujo sólo a tres puntos con 3:30.

Lo siguiente, en la pelea por un rebote Sima acabó en el suelo con sangre en la ceja tras un codazo de Tavares. A Ibon se lo llevaban los demonios. No hubo nada a juicio de los árbitros y el Madrid se puso a uno por que la jugada había seguido y acabó con una falta a Campazzo. 

El Unicaja ganaba de cinco a falta de 1:23 para el final. La respuesta malagueña a cada golpe estaba a la altura de las circunstancias. Igual que Hezonja, un francotirador con silenciador. 

Se puso a dos el Madrid (84-82) pero Campazzo cometió falta en ataque cuando buscaba el aro para empatar a falta de medio minuto. Se la jugó Perry con una posesión larga que terminó con un triple que fue al aro. La contra la culminó Garuba en un segundo palmeo y puso el empate a 84 a falta de siete décimas. 

Las miradas se centraron en el videomarcador mientras Perry se desangraba por la cara en el suelo. Musa, entrando a canasta le había dado un codazo. Valía la canasta, pero Unicaja tenía dos tiros y la posesión. La reacción de Chus Mateo no tuvo el mismo castigo que la de Ibon Navarro en Madrid. 

Alberto Díaz encestó los dos tiros (86-84) y el balón fue para Unicaja. Llull hacía el gesto de las esposas. Tavares el de hablar con una mano. Será el Unicaja el que tenga que hablar de nuevo el martes. Todas las cuentas pendientes para el cuarto partido. 

Las estadísticas del Unicaja frente al Real Madrid

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