Sergio Pellicer durante un partido en La Rosaleda
Pellicer, más cuestionado que nunca al frente del Málaga CF: algunas claves
El equipo blanquiazul acumula cuatro derrotas consecutivas y recibe al líder, el Deportivo de La Coruña, el domingo en La Rosaleda.
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En el aire flota la sensación de que Sergio Pellicer, entrenador del Málaga CF, se la juega este domingo contra el Deportivo de La Coruña en La Rosaleda.
El técnico de Nules atraviesa su momento más delicado como entrenador blanquiazul después de cuatro derrotas consecutivas.
Pellicer siempre ha gozado del respeto de La Rosaleda y el malaguismo. Es un hombre de la casa, trabajador, que no saca los pies del tiesto, y que ha comandado la nave blanquiazul en los momentos más complicados desde que el jeque Al Thani dejó el barco a la deriva.
Pero no ha sido un entrenador que haya levantado pasiones, a pesar de ser prácticamente ya una leyenda en el banquillo de Martiricos. Sólo Joaquín Peiró ha dirigido en más partidos al Málaga CF que él.
Pero ahora mismo se encuentra al filo del alambre y se escucha ruido de sables en torno a su figura. Los motivos son varios:
Cuatro derrotas consecutivas, su peor racha
El Málaga está inmerso en la peor racha de resultados de Sergio Pellicer en el banquillo en esta segunda época. Son cuatro derrotas consecutivas.
Ni en la temporada 2022-2023, cuando el equipo acabó yéndose a Primera RFEF, vivió una racha tan negativa en cuanto a números.
La afición se está desengañando de la buena pretemporada del equipo y del arranque de liga. El Málaga llegó a ser líder virtual durante algunos minutos en el partido contra el Granada en La Rosaleda.
Desde entonces ha caído en picado hasta las posiciones de descenso. Una situación que se agrava después de que el mensaje que vendió el propio Pellicer es que esta temporada se subía un punto la ambición del equipo para pelear por algo más que por los 50 puntos.
Ahora ese objetivo parece una quimera.
Decisiones cuestionables
Pellicer ha empezado a tomar decisiones que tienen difícil explicación.
Desde que se lesionó Carlos Puga, salvo en el último partido en Santander, no escogió a su sustituto natural, Gabilondo. El elegido fue Murillo, renunciando a un hombre en ataque por la banda derecha que ayude a Larrubia. El de La Luz, cada vez que recibe la pelota tiene que lanzarse contra todos los rivales que le salen al paso sin nadie que desdoble o le ofrezca soluciones por fuera.
Contra el Cádiz, eligió a Einar Galilea para jugar en el perfil derecho de la pareja de centrales, cuando una semana antes en Huesca el elegido fue el canterano Ángel Recio, que rindió a un buen nivel. Galilea tuvo innumerables dificultades para sacar la pelota al estar en el perfil contrario a su pierna natural.
En el descanso intercambió sus posiciones con Javi Montero, pero en la siguiente jornada en Burgos se repitió la misma situación, esta vez jugando los noventa minutos en el perfil derecho antes de ser expulsado por protestar al árbitro en el descuento. Las dificultades fueron las mismas. Pero Pellicer insistió por ahí.
En Santander, después de una buena primera parte que culminó con el tiro en el pie que le dio Javi Montero a su equipo al ver la roja directa por una entrada desproporcionada, Pellicer sorprendió a propios y extraños con su reorganización del equipo.
Retrasó a Juanpe a la posición de central y formó un doble pivote con Rafa y Dani Lorenzo en lugar de optar por meter en el campo a otro central e incluso reforzar la posición del mediocentro con hombres como Brašanac o Dotor.
Además, dejó sólo a Chupete arriba, que sufre si está fuera del área, para que peleara los balones largos que conseguían mandarle sus compañeros. Chupe, con veneno dentro del área, no es un futbolista rápido como para ganar esos balones a la carrera.
Varios fichajes 'inéditos'
El único fichaje titular en Santander fue Javi Montero a pesar de las nueve bajas con las que viajó el equipo. Dos de ellas era una de las incorporaciones, Adrián Niño y Joaquín.
Pero el resto de fichajes vieron al inicio del partido desde el banquillo y cuando entraron había poco remedio.
Llama la atención la desaparición paulatina de Carlos Dotor, uno de los jugadores más destacados de la pretemporada y titular en el inicio de curso. En Santander ni siquiera participó.
A Brašanac se le fichó ya con el mercado cerrado para suplir la baja de Luismi. El propio Pellicer dijo en sala de prensa que les había sorprendido el estado de forma en el que llegó el serbio a pesar de no haber hecho pretemporada con ningún equipo.
Sus apariciones, salvo la titularidad contra el Cádiz, cuando fue retirado en el descanso, han sido casi testimoniales cuando está llamado a ser un puntal en este equipo al menos hasta que regrese Luismi. Contra el Dépor llega una nueva oportunidad de poder verlo sobre el césped.
No están ni se les espera a Jauregi y Dorrio. El primero se lesionó en la pretemporada y empezó con el pie cambiado. Pero desde que está recuperado sus minutos han sido escasos. Tuvo varias ocasiones claras en los últimos minutos contra el Cádiz.
En los dos últimos partidos ha tenido quince y veinte minutos, pero su protagonismo ha sido escaso a pesar de la baja de Adrián Niño, que dejaba al vasco y a Chupete como únicos delanteros.
El choque del domingo será una oportunidad para ver comprobar cómo dirige esta crisis Pellicer, que tampoco se podrá sentar en el banquillo. Se le van acabando las balas.