Pedro y su compañera de anuncio.

Pedro y su compañera de anuncio.

Cultura

Pedro Rudolphi, el actor malagueño del anuncio de la Lotería de Navidad: "Es el mejor escaparate para un intérprete"

Interpreta al novio de la protagonista, Vero, que se obsesiona con conocer la historia que hay tras un décimo enmarcado que compra en un mercadillo.

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El rostro que esta Navidad acompaña a millones de españoles frente al televisor tiene acento malagueño. Pedro Rudolphi, actor, director y guionista nacido en Marbella y criado entre San Pedro Alcántara y Cartajima, pueblo donde tiene a su familia paterna, forma parte de la pareja protagonista del anuncio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.

El spot, convertido cada año en una pieza de culto nacional, ha marcado un antes y un después en su trayectoria. “Creo que es un gran escaparate, la mejor publicidad que te puede salir como actor”, admite.

Pedro interpreta al novio de la protagonista, Vero, que se obsesiona con conocer la historia que hay tras un décimo enmarcado que compra en un mercadillo de antigüedades hasta cumplir con su cometido. "De él tengo la paciencia, sin duda", confiesa Pedro entre risas.

Su camino hasta llegar al anuncio más famoso de la televisión en España no es lineal, pero sí profundamente vocacional. Hijo de una fotógrafa, creció entre clases de conservatorio, cámaras y un descubrimiento que marcaría su adolescencia: la danza.

Con 12 años empecé a bailar breakdance con amigos. Trabajé en espectáculos y en algún musical. Ahí se despertó algo”, recuerda. Aquella pulsión artística se amplió después con el interés por grabar y editar vídeos. Sin embargo, su salto a la interpretación llegaría algo más tarde.

Con 18 años se marchó a Inglaterra. Allí trabajó, perfeccionó el inglés y siguió bailando. Al mismo tiempo estudió Dirección y Guion en una escuela de cine en Londres mientras actuaba en un musical tributo a Michael Jackson. Esa experiencia le abrió la puerta a algo inesperado.

“Me empezó a picar el gusanillo de la interpretación, lo reconozco”, relata. Tras seis años en Reino Unido, regresó a España, pasó una temporada en Málaga y se mudó a Madrid, donde decidió dejar la danza y formarse como actor. Tenía 24 años. "Me pilló mayorcito", asevera.

Hoy combina esa faceta de la actuación con la dirección y la docencia. Fundó su propia escuela en la capital, Alpha Estudio, además de su productora, Alpha Producciones. “Para mí el éxito no es pegar el pelotazo. El éxito es poder dedicarte cada día a algo que te gusta. Si no estoy rodando, estoy dando clase o estoy detrás de la cámara. Eso ya es éxito”, afirma.

Emprender no ha sido fácil, reconoce, pero le ha permitido algo poco común en la profesión: mantenerse siempre vinculado a las artes escénicas. “La mayoría de actores tienen que buscar trabajos en otros campos. Yo tengo mucha suerte de poder sobrevivir dentro de este ambiente”.

El casting que lo llevó al anuncio de la Lotería

Su participación en el anuncio de este año llegó, como casi todo en la profesión, a través de un casting. Primero mandó un vídeo grabado en casa, luego tuvo pruebas presenciales hasta llegar a conocer al director del spot, el cineasta Álvaro Brechner. El resultado: un anuncio que más que un spot es un cortometraje.

“Lo encaramos como cualquier proyecto de ficción. Tuvimos conversaciones para entender el tono, que este año era muy de comedia, pero también tierno. Había que calibrar cuánto subir la comedia y cuánto mantener la naturalidad”, explica. La clave fue el trabajo conjunto con la actriz protagonista, Carmen del Rosal. “Estar un poco al servicio de ella, de lo que necesitaba la escena”.

Aunque la publicidad suele ser un territorio más rígido, el director, Brechner, abrió espacio a lo inesperado. “Había improvisación. Hacíamos tomas larguísimas, de hasta diez minutos sin cortar. Algunas frases del anuncio salieron así, improvisando”, revela. El rodaje se hizo entre finales de septiembre y principios de octubre, en pleno calor otoñal. “Pasamos un poco de calor con los abrigos”, admite entre risas.

Proyectos en marcha y una escuela que no deja de crecer

Mientras el spot se reproduce en bucle en televisiones, webs y redes sociales, Rudolphi mantiene sus rutinas al margen de todo ello. Vive el logro con calma. Su escuela en Madrid acaba de pasar por una reforma para mejorar instalaciones y ampliar talleres, cursos y formaciones. “Me lleva eso bastante tiempo ahora”, explica.

En cuanto a la interpretación, avanza que tiene proyectos “de los que aún no puede hablar” y recuerda la dinámica del sector: castings constantes, oportunidades que van y vienen, proyectos que se confirman y otros que desaparecen.

Él prefiere no obsesionarse con todos esos gajes del oficio que ha elegido de por vida. “Intento disfrutar cada cosa que hago, sea un corto, un pequeño rodaje o una clase. Si me tengo que quedar ahí, voy a estar bien también”, insiste.

Volver a casa por Navidad

Aunque salió de Málaga con 18 años y desde entonces no ha vuelto a vivir en la provincia, mantiene un vínculo profundo con la tierra. Cada diciembre vuelve a casa. “La Navidad la paso siempre en Málaga con la familia, salvo algún año que me tocó trabajar en Londres”, cuenta. Compra lotería, aunque a veces ni siquiera por iniciativa propia. “Si no la compro yo, la compra mi padre. Al final siempre hay un décimo por ahí”.

Este año se quedará en Málaga “todo diciembre hasta después de Reyes”. Una desconexión necesaria tras meses de reforma en la escuela. “Necesito un poco de descanso, aunque luego siempre acabo trabajando en remoto. Pero allí estoy más tranquilo. Y hace un poquito menos de frío que en Madrid, como la tierra, nada”.