Una fotografía de esta performance.

Una fotografía de esta performance.

Cultura

Seguir a una señora de beige con un martillo en el bolso: la curiosa performance que recorrerá este sábado Málaga

Una caminata sin normas, sin filtros y sin currículum, liderada por la artista Ana Esmith, irrumpirá este sábado en el centro de Málaga para poner en jaque las convenciones sobre la identidad, la estética y el género.

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En el marco del Festival de Artes Vivas de Málaga, una figura singular caminará sin prisa este sábado por las calles del centro de Málaga. Vestida con sobriedad monocroma, zapatos discretos, guantes clásicos y un martillo que asoma del bolso, Miss Beige no grita, pero tampoco pasa desapercibida. No es necesario haber pasado por una audición, ni contar con experiencia artística, para acompañarla en esta travesía urbana. Basta con aceptar el reto: ser beige y caminar junto a ella.

La intervención, titulada “Se nota, se siente, el beige es incluyente”, es mucho más que un desfile cromático. Sus organizadores explican que se trata de una propuesta artística abierta y participativa, una performance colectiva donde lo fundamental no es lo que se ve, sino lo que se cuestiona. No hay prohibiciones: hablar, reír, consultar el móvil, incluso salir del grupo están permitidos. La única consigna: seguir en conjunto cuando Miss Beige se mueva, detenerse cuando ella lo haga.

Este ejercicio de desplazamiento compartido convierte el paisaje cotidiano en un espacio de observación crítica. El gris claro del asfalto y las fachadas se tiñe de un beige simbólico, ese tono neutro y olvidado que, sin embargo, se vuelve potente herramienta de reflexión. Porque esta acción no se limita a ocupar la ciudad; aspira a desenmascarar los códigos invisibles que definen cómo somos percibidos y cómo nos autopercibimos, explican.

El público, convertido en performer, se convierte también en espejo. Frente a las miradas ajenas, surgen preguntas fundamentales: ¿Qué imagen proyecto? ¿Cómo me ven los demás? ¿Qué separa lo que soy de lo que aparento?

Detrás del personaje está Ana Esmith, actriz madrileña nacida en 1976, quien desde 2015 da vida a esta figura enigmática. Miss Beige nació como una respuesta directa a la sobreexposición visual, a los cánones irreales que las redes sociales promueven. Su estética, deliberadamente anodina, es un grito contra la dictadura del retoque, la presión de la perfección y la erotización constante del cuerpo femenino.

Su mensaje es claro: no hace falta ser extraordinaria para tener presencia. Miss Beige representa a esa mujer que ha sido invisibilizada por no ajustarse al modelo dominante, pero cuya existencia cotidiana es, en sí misma, un acto de resistencia. No es madre si no quiere, no depende de nadie, no necesita validación masculina y, por encima de todo, se niega a ser sexualizada.

Su vestimenta —vestido sin adornos, cinturón funcional, zapatos cómodos— y su inseparable martillo funcionan como símbolos. Uno de normalidad radical; el otro, de ruptura. En conjunto, son una crítica a los rituales de la imagen, a la construcción cultural de lo femenino y a la obsesión por lo superficial.

Si se quiere sumar a esta performance arrancarán este sábado 26 de abril a las 12:00 en el Centre Pompidou e irán hasta la Casa Natal de Picasso pasando por el MUCAC Coracha.