Novedades en los trabajos de construcción del tejado a dos aguas de la Catedral de Málaga, la solución definitiva para acabar con los problemas de humedades que están dañando el templo principal de la ciudad.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el obispo de la Diócesis de Málaga, Jesús Catalá, han comparecido esta mañana para informar de convenios suscritos entre el Consistorio, a través del Instituto Municipal de la Vivienda, y el Cabildo Catedral por el cual se canaliza la subvención directa a esta institución a efectos de sufragar parte de los gastos de la obra de rehabilitación de la cubierta. En las firmas también ha participado el deán de la Catedral, José Ferrary.

En total, la aportación municipal asciende a 4,5 millones de euros, de los que más de 626.000 ya se otorgaron y 3,8 se formalizan mediante el acuerdo firmado hoy. Esta cantidad supone el 28,7% del coste total de la obra.

Así, a través de este convenio, el Consistorio aporta 3.873.704 euros, que se unen a los 626.296 euros ya formalizados en mayo de 2023 a través de otro convenio para canalizar la ayuda directa al Obispado de Málaga.

Esa primera aportación se ha destinado a sufragar los honorarios técnicos correspondientes al análisis patológico de la edificación, proyectos de arquitectura e ingeniería, así como otros estudios técnicos necesarios del proyecto de intervención en las cubiertas.

Así, el compromiso de financiación municipal para la ejecución de esta intervención de rehabilitación asciende a 4.500.000 euros, siendo el coste total de 15.674.321 euros.

Esta cantidad se enmarca en el protocolo de colaboración en la ejecución del proyecto del tejado de este monumento de tal relevancia patrimonial de la ciudad de Málaga y suscrito entre el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y la Diputación.

Del mismo modo, el Gobierno central vinculó su posible participación en la financiación de las obras del nuevo tejado a las ayudas recogidas en convocatoria del 2% cultural.

Después de Semana Santa

Aunque los trabajos comenzarán después de Semana Santa, la instalación de las grúas (de más de 60 metros de alturas) para poder acceder al tejado del templo ya comenzó.

Sin embargo, este hecho no va a impedir que las hermandades puedan acceder al primer templo de la Diócesis desde el Sábado de Pasión al Viernes Santo.

Esto se debe a que el proyecto de rehabilitación incluye colocar un basamento de hormigón donde se apoyará la futura grúa y por tanto se ha modificado el diseño de la rampa para salvar ese obstáculo. 

Esta ha sido la idea con la que han trabajado conjuntamente los arquitectos de la Catedral y lo de la institución de San Julián después de que lo aprobara la junta de gobierno y las autoridades competentes, ya que el entorno en el que se ubicará forma parte de la zona de protección de un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural. 

Por todo ello, la rampa va a cambiar las dimensiones con las que fue concebida originalmente, reduciéndose de 6,21 metros de ancho a 4,14. Del mismo modo, el condicionante de tener que pasar por encima del dado de hormigón con el que se cubrirá la base de la grúa también provocará que sea "un poco más larga". 

Otro aspecto a tener en cuenta es el aumento de tamaño de la plancha central (situada en la jurisdicción de la puerta principal de Postigo de los Abades y sobre la que pivotan los tronos para acceder al templo). Esta ampliación va a permitir "maniobrar mejor" a las andas, según apuntan desde la Agrupación.