Daniel Fernández Rodríguez, nacido en Barcelona en 1988 y que actualmente reside en Valencia, de cuya universidad es profesor, ha ganado la XXII edición del Premio de Poesía Emilio Prados para autores menores de 35 años por su poemario Las nubes se levantan. El autor catalán definido por la crítica como un poeta "sereno" ya se había hecho con reconocimientos tan importantes como el Antonio Colinas.

Así lo ha anunciado este viernes el diputado provincial de Cultura, Víctor González, tras la deliberación del jurado, presidido por el poeta Carlos Marzal. El jurado también ha estado integrado por la poeta y fotógrafa María Alcantarilla, Virginia Navalón, José Antonio Mesa Toré, director del Centro Cultural Generación del 27, y Manuel Borrás en representación de la editorial Pre-Textos, que edita la obra ganadora como parte del premio, dotado también con 6.000 euros.

El diputado ha recordado que el Premio Internacional de Poesía Emilio Prados, convocado por el Centro Cultural Generación del 27 de la Diputación de Málaga, se creó en 1999. Su primer ganador fue el escritor gaditano José Lupiáñez, y un año después se convirtió en un galardón exclusivamente para jóvenes poetas, diferenciándose así del otro certamen poético organizado por el centro, el Premio Internacional Generación del 27.

Desde entonces se han sucedido veintidós convocatorias que lo han convertido en uno de los premios más prestigiosos del país dedicados a descubrir nuevas promesas entre los jóvenes escritores en lengua española, ha recordado González.

Este prestigio se debe a la calidad del jurado, que estuvo presidido durante más de una década por el poeta valenciano Francisco Brines (galardonado en 2020 con el Premio Cervantes), y en 2012 tomó el testigo Pablo García Baena, quien entre otros muchos méritos, había recibido los premios Príncipe de Asturias y Reina Sofía. Tras la muerte del poeta cordobés en 2018, es Carlos Marzal quien lo preside.

Además, el Premio Emilio Prados ha impulsado la obra poética de autores hoy ya tan imprescindibles como el cubano Alexis Díaz-Pimienta, el mexicano Omar Pimienta, o los españoles Josep María Rodríguez, Juan Manuel Romero, Carlos Pardo o Javier Vela.

El premio también ha descubierto a poetas inéditos que, con su primer libro, merecieron el galardón, casos de Andrés Navarro, el guatemalteco Jeymer Gamboa, Alberto Carpio o el ganador del año pasado, Juan de Beatriz.

"Este hecho, el que autores desconocidos recibieran el premio, sumado a que sean varios los poetas hispanoamericanos que también lo han conseguido, explica que el Emilio Prados goce de gran prestigio como certamen riguroso a ambas orillas del Atlántico", ha afirmado el diputado, que ha destacado que año tras año se registra una notable participación femenina que ya hizo merecedoras del triunfo a autoras como Lola Mascarell, Gracia Aguilar o Virginia Navalón.

La publicación de las obras premiadas en la valenciana Pre-Textos, es otro de los grandes alicientes del Emilio Prados para los jóvenes que aspiran a obtenerlo, junto con la dotación económica de 6.000 euros, ha agregado.

González ha recordado que a finales del mes de octubre se falló el otro gran premio poético de la Diputación, el Premio de Poesía Generación del 27, que recayó en el santanderino Marcos Díez. Este premio ha cumplido este año un cuarto de siglo y, junto con el Premio de poesía Emilio Prados, es una muestra de que el Centro del 27, desde su creación en 1985 tiene el compromiso, tanto a través de su programación cultural como de su actividad editorial, de apoyar la creación literaria.