Agentes de la Guardia Civil. Guardia Civil
Los ladrones que acechaban en el Caminito del Rey: cae un grupo especializado en robar en coches de alquiler
Los arrestados han sido puestos a disposición judicial y se les atribuye, al menos, 55 robos con fuerza. La investigación continúa abierta para determinar si existen más víctimas que aún no han denunciado o no han detectado el hurto.
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La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal que llevaba meses haciendo estragos entre los turistas que visitan algunos de los enclaves más concurridos de Málaga y Cádiz. La operación, bautizada como “Bell” y enmarcada en el Plan Turismo Seguro, ha sido desarrollada por agentes de la Compañía de Coín tras detectar un incremento inusual de robos en vehículos de alquiler estacionados cerca del Caminito del Rey, en Álora y Ardales.
El repunte comenzó en abril. A partir de ese momento, los investigadores empezaron a cruzar datos y a multiplicar las vigilancias en la zona. Las primeras pistas llevaron a sospechar de tres individuos cuya actividad terminó siendo monitorizada. Los agentes confirmaron entonces un patrón claro: los ladrones actuaban con una precisión casi quirúrgica y dirigían sus golpes exclusivamente contra dos modelos concretos de coches de alquiler utilizados por turistas.
El modus operandi era sofisticado. Antes de actuar, los delincuentes realizaban varios días de observación en aparcamientos de zonas turísticas muy concurridas. Elegían enclaves de alto tránsito, tanto del interior como de la costa, y actuaban justo cuando los visitantes se adentraban en sus rutas o monumentos.
Para acceder a los vehículos, utilizaban herramientas manipuladas o fabricadas expresamente para forzar las cerraduras sin dejar rastro. Esa habilidad les permitía abrir los coches sin causar daños visibles, lo que hacía que muchas víctimas no descubrieran el robo hasta horas después, cuando regresaban de la visita turística.
La organización operaba con especial movilidad. Cambiaban de vehículo de alquiler de manera constante y también de domicilio, instalándose en viviendas de forma temporal para dificultar el seguimiento policial. En ocasiones, llegaron a cometer hasta siete robos en un mismo día. Los agentes lograron documentar su actividad tanto en Málaga como en Cádiz.
Con suficientes pruebas acumuladas, la Guardia Civil desplegó el operativo final y detuvo a los tres sospechosos. Se realizaron registros en dos viviendas de Benahavís y Marbella, donde se encontraron herramientas utilizadas en los robos y varios objetos sustraídos.
Los arrestados han sido puestos a disposición judicial y se les atribuye, al menos, 55 robos con fuerza. La investigación continúa abierta para determinar si existen más víctimas que aún no han denunciado o no han detectado el hurto.
Una operación que, según fuentes del instituto armado, refuerza la seguridad en uno de los destinos más visitados de la provincia y en plena temporada turística.