Camisetas en repulsa de la violencia de género.

Camisetas en repulsa de la violencia de género. Shutterstock

Málaga

La violencia de género en Málaga: es la provincia de Andalucía con más víctimas mayores de 65 años

El sistema de seguimiento Viogén ha tenido en octubre de 2025 un total de 5.169 casos activos en Málaga, la segunda provincia andaluza por detrás de Sevilla.

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La lacra de la violencia de género sigue sin cesar. Según los informes mensuales del Sistema VioGén del Ministerio del Interior, la provincia cerró octubre con 5. 169 casos activos, una cifra ligeramente menor a la de septiembre, cuando las estadísticas marcaron 5.176 casos activos, cifra similar a la registrada en junio (5.152), julio (5.123) y agosto (5.190).

De este sumatorio de octubre, 4.661 casos son de riesgo bajo; 499, de riesgo medio y 36, de riesgo alto. En estos momentos en la provincia de Málaga, según el informe, no hay ninguna mujer en riesgo extremo.

El número de mujeres bajo seguimiento policial apenas se ha movido en el último cuatrimestre, lo que confirma que la incidencia no se relaja ni en los meses estivales. Esta idea se refuerza si se observa el número de asesinadas: Pilar y Zunilda fueron asesinadas a manos de sus parejas sentimentales en junio y Eva, una mujer de 83 años, falleció en octubre en Marbella, después de que su marido, de 84, la matara a puñaladas.

Este último caso es verdaderamente doloroso porque cuando uno imagina su vida en pareja a partir de los 65 años, se imagina lleno de amor, compartiendo espacios de una casa con nietos, o al menos con el amor de su vida. Jamás se imagina uno que a esas alturas, la persona que más ama le traicione de semejante manera. Pero el calvario de la violencia de género está mucho más presente en la tercera edad de lo que creemos.

Málaga es la provincia andaluza con más víctimas registradas en el Sistema Viogén que son mayores de 65 años. En estos momentos hay 121 mujeres en riesgo bajo y 7 en riesgo medio, un total de 128 casos activos. A ellos hay que sumar cinco que están siendo supervisados. Pero desconcierta que haya 2.892 mujeres cuyos casos quedaron inactivos y que también han vivido de cerca la lucha contra el maltrato.

Sin embargo, la franja de edad con más casos activos en el Sistema Viogén es la que va de los 31 a los 45 años, con un total de 2.454. De ellos, 14 son de riesgo alto. Es la franja de edad con más mujeres dentro de esta categoría, seguida de la de 18 a 30 años, que tiene a 12 mujeres en peligro alto y la que va de los 46 a los 64 años, con 10 mujeres con un riesgo alto.

En total, Málaga acumula 45.061 casos registrados en Viogén desde la puesta en marcha del sistema y más de 39.000 víctimas en toda la serie histórica. Es la provincia con más casos de Andalucía registrados en esta plataforma.

Menores

A fecha del 30 de octubre, casi la mitad de las mujeres a las que el Ministerio de Interior tiene protegidas tienen menores a su cargo, 2.612. 38 de ellos están, también, en situación de riesgo; cuatro en nivel alto y 34 en riesgo medio. A todos ellos, se les hace un control de seguimiento de amenazas y agresiones para evitar que acaben siendo otra víctima mortal del sistema.

Es llamativo ver también el número de chicas menores de 18 años que están registradas como víctimas en el Sistema Viogén. Hay 59 casos activos, cuatro de ellas en riesgo medio y 55, en riesgo bajo. Hace unos días Daniel, un profesor malagueño, explicaba a EL ESPAÑOL de Málaga que veía cómo sus alumnos y alumnas le contaban a diario detalles que le asombraban en cuanto a sus relaciones de pareja.

Sus estudiantes, de entre 14 y 16 años, viven el amor como una prolongación de las redes sociales. Y con ellas llegan los celos digitalizados: dobles ‘ticks’, ubicaciones compartidas, contraseñas reveladas y hasta objetos convertidos en símbolos de pertenencia.

“Las niñas se enfadan si ellos no llevan su gomilla del pelo en la muñeca”, explicaba Daniel, que ha empezado a registrar los patrones que detecta. “Ellos se ponen la gomilla para mostrar que están ‘pillados’, y si un día no la llevan, surge la sospecha: ‘¿Dónde la has dejado? ¿Con quién estabas?’”.

“Profe, mi novio me tiene la ubicación puesta y se enfada si la quito”. “Profe, si subo una historia y sale un chico, me hace borrar el vídeo”. “Profe, me revisa el móvil todos los días”… Son frases que Daniel escucha con naturalidad en su aula y en el patio. “El control se ha normalizado como muestra de cariño. Lo que antes era un ‘te quiero’, ahora es un ‘compárteme tu ubicación’. Y eso es muy preocupante”, aseveró.

Según cuenta, el problema no es solo la intensidad emocional de la adolescencia, sino el entorno digital que lo amplifica. “Ellos viven pegados al móvil y sienten que tienen derecho a saber qué hace el otro a todas horas. Si no contestan al momento, interpretan que algo pasa. Es una vigilancia constante, y además consentida”, explicaba.

El fenómeno tiene su raíz en el aprendizaje emocional que los jóvenes reciben desde la infancia. En muchos casos, la educación afectiva se reduce a lo que ven en TikTok o en las series. “Siguen modelos donde el amor se confunde con la posesión, con el drama, con los celos. Y eso se cuela en su manera de relacionarse”, señaló Daniel.

Estos datos son francamente preocupantes, puesto que, según apuntaba Ruth Sarabia. delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad en Málaga el pasado año, en Andalucía, el 23% de los varones adolescentes negaba la violencia de género, pero es que en las chicas, el porcentaje se situaba en un 12,9%.

“Les cuesta identificar que no es amor, que es control. Les parece bonito que alguien quiera saber dónde están o con quién. Pero detrás hay miedo, ansiedad y dependencia”, concluyó el docente.