Las tablas de paddle surf están más que presentes este verano en las playas malagueñas, en parte, gracias a TikTok, plataforma donde miles de jóvenes muestran cómo van a ver el amanecer y el atardecer sobre ellas, sin temer a la oscuridad dentro del mar; o incluso cómo tienen citas románticas con sus parejas dentro del mar, totalmente ajenos a las corrientes, con los riesgos que estas conllevan.
El aumento de emergencias relacionadas con el paddle surf es alarmante. Solo en las aguas malagueñas, entre los meses de junio y julio de este 2025, Salvamento Marítimo ha tenido que intervenir en seis emergencias con doce personas implicadas. Un salto significativo respecto al mismo periodo del año pasado, donde solo se registró una actuación con un único afectado. Aún más preocupante es que la mitad de los rescatados de este año eran menores de edad.
Así lo ha confirmado Patricia López, subjefa del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Tarifa, quien incide en que estas cifras solo se refieren a las intervenciones que se producen en el tiempo que el equipo de socorristas no están en la playa. Es decir, a primera hora o durante la noche, que es cuando Salvamento Marítimo actúa.
Lo que comenzó como una moda deportiva, ha evolucionado hacia un fenómeno popular entre adolescentes en la Costa del Sol. Muchos padres acceden a comprarla porque su precio no es del todo elevado, por unos 200 euros pueden conseguirse en cualquier tienda de material deportivo o por plataformas online.
"Hay familias que las ven como un juguete y las ponen en manos de niños sin tener en cuenta los riesgos reales que tiene. Hay que escuchar a la ley del mar y tener mucha precaución al adentrarse en él, ese es nuestro lema desde Salvamento Marítimo este verano", asevera López.
López insiste en que la tabla de paddle surf, pese a su apariencia inofensiva, no deja de ser una embarcación: "No es una colchoneta ni un rosquito para estar en la orilla. Si no se usa con cabeza, se puede convertir en una trampa peligrosa, sobre todo cuando hay corrientes o viento de levante", añade.
Se están encontrando a chavales sin chaleco, con la noche cerrada, en bañador o bikini y sin un móvil en una funda, algo que puede tener resultado mortal. Precisamente su recomendación es siempre vestir neopreno o al menos prendas llamativas; llevar un teléfono o al menos una linterna y en caso de no tener confianza nadando, chaleco salvavidas. También recomiendan nunca bajarse de la tabla, que ha de estar atada al tobillo de la persona que vaya sobre ella para no perder el punto de apoyo en ningún momento.
Patricia López lamenta que gran parte de las emergencias se producen por imprudencias. Por ello, dice, recomienda consultar siempre antes de entrar al mar la señalización de las banderas y la predicción del tiempo. "Las corrientes arrastran más que el viento y no son perceptibles a simple vista", insiste.
Cabe recordar el caso de Emmanuel y Maxi, dos chicos argentinos desaparecidos en la playa de la Misericordia desde finales de agosto de 2023, cuando acudieron al arenal malagueño a ver el amanecer sobre su tabla. Ese día, la Agencia Estatal de Meteorología tenía activado el aviso amarillo por fenómenos costeros. Nunca los localizaron.
Sus familiares supieron que algo iba mal cuando Maxi no acudió a su puesto de trabajo en el horario que debía. Las primeras horas son fundamentales, por lo que desde Salvamento Marítimo López recomienda que siempre se comunique a las familias o amigos que van a ir a hacer paddle surf.
"Aunque no vayas solo, siempre es bueno decir sobre qué hora estarás de vuelta. De esa forma, los familiares pueden solicitar ayuda si los tiempos de alargan más de la cuenta y preocuparse a tiempo. A veces nos avisan cuando ya ha pasado mucho rato", declara.
Para López no es cuestión de "tenerle miedo" al mar, pero sí respeto. "Hemo visto a gente que va a ver la luna llena sobre la tabla a oscuras absolutamente... Pues igual puedes verla desde la arena, creo que no hay necesidad de ponerte en peligro", confiesa.
Sobre su opinión acerca de si se debe crear o no un carné para usarlas, cree que es complicado, dependería de la Capitanía Marítima y ve difícil su puesta en marcha. "Al final habría que hacerlo con toda la variedad que hay de embarcaciones y francamente me parece complicado", dice. Pero llama a la responsabilidad de todos, pues teniendo respeto al mar disminuye mucho el riesgo de emergencias.
El centro de Tarifa se encarga de cubrir toda la zona de la Costa del Sol y para cada rescate disponen de un helicóptero con base en Jerez, tres embarcaciones Salvamar y una embarcación conveniada con Cruz Roja, aunque en los casos más graves, no dudan en pedir refuerzos a otros centros para ampliar la búsqueda. Un gran equipo que pide "respeto" hacia el mar, pero que está para todos en caso de que les necesitemos.
No solo tablas
Ojo, que aunque se hayan puesto de moda, no solo las tablas de paddle surf están siendo un imán para los críos. Algo similar ocurre con los kayaks. Esta misma semana, dos chicos de 14 y 18 años fueron rescatados a 177 metros de la costa después de que el padre de uno de ellos los perdiera de vista cuando habían salido a pescar en la embarcación.
El hombre estuvo buscándolos por la playa durante más de una hora y media sin éxito. Así, alertó al Servicio de Emergencias 112 de la situación. Desde Salvamento Marítimo explicaron a EL ESPAÑOL de Málaga que a esa hora ya todo estaba oscuro y que los menores no llevaban ningún móvil en el kayak.
Así, el 112 requirió la colaboración de Salvamento Marítimo, que desde su centro en Tarifa (que cubre toda la Costa del Sol) movilizó a la Salvamar Alnitak. Fueron momentos de mucha tensión, pero finalmente la embarcación los localizó en buen estado.
Los adolescentes fueron embarcados en un primer lugar en la Salvamar y luego en una embarcación donde viajaba también el padre de uno de ellos. Una emergencia que pudo acabar de muy mala forma, pero que culminó con un final feliz.