
La medusa pelagia noctiluca, la más común en Málaga.
¿Qué medusas puede haber en las playas de Málaga este verano?: son urticantes y con grandes tentáculos
En esta época es habitual ver las especies Pelagia noctiluca y Rhizostoma luteum. A veces puede observarse la huevo frito, pero es menos común.
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Las playas de Málaga durante el verano no solo se llenan de turistas y de malagueños. También pueden aparecer diferentes tipos de una de las especies más antiguas del planeta: las medusas.
Estos animales llevan habitando los océanos de todo el mundo al menos 500 millones de años. Actualmente, la Costa del Sol es uno de sus hogares y dependiendo de la época del año las especies de medusas presentes varían.
En verano lo más normal es ver en las playas de Málaga a la Pelagia noctiluca, la Rhizostoma luteum o Aurelia aurita. Algunas pueden medir 20 centímetros y ser muy venenosas y otras varios metros y no perjudicar con su picadura.
La que más se ve por el litoral malagueño es la Pelagia noctiluca (medusa clavel), según Jesús Bellido, asesor científico de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo. Esa especie de medusa vive en esta zona y su presencia suele aumentar cuando hay vientos de levante.
“Tiene una picadura dolorosa”, asegura Bellido en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga, donde incide en que “en el 99% de los casos, la picadura se resuelve por sí sola o con atención médica primaria”.
Por otro lado, en las playas malagueñas también se puede encontrar la Rhizostoma luteum (medusa gigante). “Es muy fácil de identificar. Es una medusa muy grande con tentáculos larguísimos y marrones”, añade el experto.
Eso sí, su picadura es leve, pero “cuando se toca, aparentemente no pica, pero es verdad que su densidad de células urticantes es alta como un moquillo por eso si ese moquillo entra en contacto con los muslos o las zonas genitales, se nota una sensación de escozor leve y una molestia”.
En cuanto a la Aurelia aurita (medusa común), que cada vez se ve menos, pero sigue viéndose. Su tamaño medio es de 25 centímetros, su picadura también es leve y supuestamente aparecen en primavera y verano.
Por último, están las menos comunes pero que también se ven por la zona como la medusa huevo frito que suele aparecer en mitad del verano. “Es una medusa totalmente inofensiva”, remarca.
“Esta medusa no suele varar. Si llega a la orilla suele estar sana y cuando ve que el tiempo la empuja hacia la orilla, se sumerge y vuelve para dentro. Lo que hay que hacer es dejarla”, explica Bellido, que incide en que se debe dejar al animal y si se observa dejarla sin tocarla.