Imagen de archivo del pantano de La Viñuela, en Vélez-Málaga.

Imagen de archivo del pantano de La Viñuela, en Vélez-Málaga.

Málaga

El temor a las restricciones de agua por la sequía crece en Málaga: el cielo no da esperanzas

2023 va a cerrar en la provincia como el año más seco de la serie histórica, con lluvias que apenas representan poco más de un tercio del nivel medio.

24 diciembre, 2023 05:00

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Por más que se mire al cielo con la esperanza de encontrar una nube ennegrecida, cargada de agua, las previsiones meteorológicas dan una bofetada de realidad. Y empiezan a dibujar un escenario marcado por la inquietud y la confirmación de que, de no mediar un milagro en forma de lluvia, las restricciones irán a más.

Una realidad que ya dejó entrever hace algunos días el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. Tras apuntar como "última ventana de oportunidad" la próxima primavera, pidió a la población que asuma la posibilidad de que la región se encuentre en una situación "como jamás habíamos estado por falta de recursos hídricos". 

Es la consecuencia directa del periodo de sequía en el que se encuentra instalada la provincia y de acumular meses en los que los niveles de precipitaciones están lejos de la media en las últimas décadas. De hecho, este 2023 se va a convertir en el año más seco de la serie histórica de la que dispone el Centro Meteorológico, que arranca en 1961.

Así lo confirma Jesús Riesco, director del organismo. Analiza en detalle los datos, las estadísticas que se remontan al pasado y esas otras que nos sitúan en un presente dramático. No hay gotas de lluvia en el radar. Ni siquiera en forma de regalo adelantado en estas fechas navideñas.

Para medir objetivamente la dimensión del problema, Riesco tira de los registros estadísticos. En los primeros once meses de 2023 (sin que haya llovido de manera significativa en diciembre) habían caído en la provincia 199,6 milímetros, lo que equivale al 37% de la media. "Cuando se incluya diciembre lo normal es que estemos en un 33%", advierte.

Lo que ocurre en el conjunto de la provincia es perfectamente aplicable a la capital de la Costa del Sol. Las gráficas elaboradas con los datos de la estación del aeropuerto confirman de manera drástica la ausencia de precipitaciones en todo el ejercicio. 

Jesús Riesco, director del Centro Meteorológico de Málaga, en su despacho.

Jesús Riesco, director del Centro Meteorológico de Málaga, en su despacho.

"En enero sólo llovió un 19% de la media, con 12 milímetros; febrero casi llegó a la media, pero en marzo y abril las lluvias fueron, de nuevo, muy escasas", va relatando Jesús, quien pone sobre la mesa el dato definitivo. "Hasta noviembre la media era haber acumulado unos 424 milímetros; llevamos 175; es un 41% respecto a lo normal, lo que significa que hay un déficit muy grande", enfatiza. 

Y para redundar en las malas noticias, los valores actuales están debajo de los 205 milímetros que se habían acumulado hasta finales de noviembre de 2019, que hasta la fecha era el peor registro de la serie histórica en el aeropuerto, que se inicia en 1943.

Aunque el ejercicio científico no permite ir más allá de los meses inmediatos, el temor es evidente. Introduce en su ordenador la previsión para la zona sur de Europa para el primer trimestre del año. Mientras que en determinadas zonas del viejo continente se observa la previsión de lluvias, e incluso en el noroeste de España, en Andalucía "no hay señal". "Eso quiere decir que hay mucha incertidumbre", explica.

Temperatura media de 19,1 grados

Y eso, aunque Jesús no lo diga, no es una buena señal. La experiencia que da el analizar las estadísticas precedentes tampoco juegan a favor de quienes creen que la situación puede cambiar. "En primavera ya casi no llueve; los meses más lluviosos son octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo; ya en abril empieza a caer", precisa.

La alarma que ahora todos percibimos viene sonando desde hace varios ejercicios. Porque lo que ahora está ocurriendo se viene alargando desde 2019, teniendo continuidad en 2020, 2021 y 2022. En todas esas anualidades las lluvias han estado sensiblemente por debajo de la media.

Los datos puros y duros no sólo dibujan 2023 como el año más seco de la serie, sino que también es el más cálido. Lo dice el termómetro, que sentencia que la temperatura media en todo este periodo ha sido de 19,1 grados. O lo que es lo mismo, 1,8 grados por encima de la media de todo el periodo. "Es muchísimo", apunta.

"Salvo el mes de febrero, que fue más frío de lo normal, todos los demás meses han estado por encima", comenta Riesco. Las temperaturas extremas quedaron registradas en los meses de verano, como julio, con una media de 29,5 grados, o agosto, de 28,9 grados.