A principios de los 2000, en Málaga morían cada año una media de 150 personas en accidentes de tráfico; en 2022 fueron 58, nueve más que en los doce meses anteriores. La cifra de personas que pierden la vida en las carreteras malagueñas sigue siendo trágica, pero ha caído en más de un 60% en los últimos 20 años: por entonces había un fallecido cada dos días y medio aproximadamente; ahora, uno cada seis.

Los datos marcan una tendencia a la baja que comenzó en torno a 2003. A finales de los 80, las cifras de muertos estaban año tras año rondando los 200. En los 90, coincidiendo con la obligatoriedad de usar el cinturón de seguridad en todos los asientos de los vehículos (1992), las muertes en carreteras bajaron considerablemente y se estabilizaron en torno a las 150, con mínimos de 132 en 1994 y máximos de 180 cuatro años más tarde.

En 2007, por primera vez, las muertes en accidentes de tráfico anuales bajaron de las 130 y, desde entonces, el número no ha hecho más que descender hasta marcar en 2013 el mínimo, con 41 fallecimientos. Ese año, la caída da un frenazo, aunque las muertes se han estabilizado en torno al medio centenar, superando solo tres veces esa cifra en 2017 (61), 2020 (52) y en el pasado 2022 (58).

¿Cómo ha sido posible conseguir reducir esta cifra? Fundación Mapfre reunió las voces de 50 expertos en el libro Del infinito al cero. Así lo hicimos para descubrir las claves. Entre todos coinciden en subrayar la importancia de la entrada en vigor del permiso de conducir por puntos, vigente desde 2005; la mejora de la red viaria española y de la tecnología de los vehículos y educación vial.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, habló en la presentación de ese informe de “una revolución silenciosa” fruto de “una política de Estado por encima del debate político”.

Con todo, las instituciones reconocen que queda mucho camino por recorrer. “En siniestralidad vial nunca se puede estar satisfecho”, dijo hace unas semanas el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, en la presentación del balance de 2022. El pasado año, murieron en las carreteras de todo el país tres personas al día (1.145). Esta misma semana han muerto cuatro personas en dos accidentes en carreteras de Málaga. 

Muestra de ese optimismo cometido o pesimismo impuesto son las cifras provisionales que se manejan del año en curso. Hasta el 1 de agosto, habían fallecido en las carreteras españolas 620, 45 menos que en el mismo periodo del año anterior. Tan solo en julio, murieron 115 personas en 112 accidentes mortales, 15 menos que en el mismo mes de 2022. Sin embargo, todavía 16 de ellos no estaban usando en el momento del accidente el sistema de seguridad correspondiente: 13 eran conductores de coche y furgoneta que no llevaban el cinturón de seguridad y tres eran ciclistas y motoristas que viajaban sin casco.