Época de fichajes, de configuración de plantillas… y de pretemporada, que para el futbolista viene a ser el anticipo de una nueva campaña y para el político, sencillamente, no debería existir siquiera. Con la que está cayendo, no parece haber margen para el entreno, para la adaptación de los nuevos o para amistosos. En clave política, el partido se juega cada día, y el descenso siempre parece estar en juego.

Cero supersticiones para un Juanma Moreno, que tira del número 13 para conformar el que ya es su nuevo equipo de trabajo, con el que aspira a llevar el timón de Andalucía en la nueva legislatura. Fueron designados el lunes y el martes ya estaban tomando posesión de sus cargos a primera hora, para posteriormente enfrentarse a su estreno en un Consejo de Gobierno con mucha tarea por delante.

La económica, que viene a ser la clave en cualquier casa, se la encomienda Moreno a alguien a quien conoce bien, no sólo por su trayectoria en el Partido Popular, sino por el hecho de ser de Málaga y formar parte de ese núcleo duro del partido en nuestra provincia. Solvencia más que sobrada en la gobernanza, Juanma se saca de la chistera a Carolina España como nueva "tesorera" de la Junta. Ya desempeñó esa misma tarea en el Ayuntamiento de Málaga, antes de dar el salto a la política nacional, donde su papel ha sido precisamente el de portavoz del PP en la Comisión de Hacienda y Función Pública.

Mujer de cuentas, que sabe llevarlas y contarlas. España para Andalucía, debió pensar Juanma Moreno antes de llamarla, y convencerle para asumir un papel que pasa (casi nada) por elaborar los nuevos presupuestos, que saldrán adelante antes de que acabe el año, ya sin el freno de Vox. Sumen a esa competencia el entenderse con un Gobierno del que ella misma ha sido azote, al tiempo que lograr que los Fondos Europeos sean algo más que un papel de muchos ceros, para convertirse en verdadero impulso de los sectores clave de esta Andalucía que se mueve con motor de Ferrari por una carretera (nacional) plagada de curvas y baches.

Al presidente le tocaba la semana pasada (y según cuentan algunos, hasta el mismo lunes por la mañana) afinar bien con los fichajes y convencer a unos y otros de que su proyecto es ganador. Al Laporta de la Junta le tocaba tirar de 'palancas' para conformar en pocos días un equipo sólido y candidato a ganarlo todo, que en el caso viene a ser mantener a Andalucía en la senda del crecimiento, seguir liderando la creación de empleo en España y lograr salir del atolladero en el que nos encontramos, merced a unos precios que crecen cual champiñón en un alcorque.

Trece consejeros, más mujeres que hombres (algún día esto dejará de ser noticia), reparto y un cierto equilibrio territorial (hay que tener contentas a las ocho provincias) y pocos repetidores en la clase: lo es la medio malagueña Marifrán Carazo (granadina pura cepa pero con el corazón medio antequerano); como lo es Rocío Blanco, una cordobesa a la que en Málaga muchos toman como paisana, habida cuenta de su trayectoria: más de un cuarto de siglo afincada en Málaga, desempeñando puestos de responsabilidad y, desde hace cuatro, responsable de la cartera de Empleo, que seguirá guiando aunque ahora con el cambio de colegiala de Empresa y Trabajadores Autónomos.

Mimbre para un cesto que ha considerado Moreno, no sería completo sin una consejería de Turismo liderada por alguien del sector. Y hablar de esa industria en Andalucía es hablar con acento malagueño, por mucho que a algunos todavía haya que explicárselo con puntitos y rayas.

Si la segunda palanca de Joan Moreno Laporta sirve para fichar en Almería a un alcalde que ya ha dejado de serlo, para ocupar el puesto de consejero de Medio Ambiente y Economía Azul, la tercera miró al Turismo y a un hombre, de apellido Bernal, de nombre Arturo, y de cualidad el saber estar, serenidad y el conocimiento de la materia. Arranca con el beneplácito del sector. 1-0 para el nuevo consejero.

Hechuras de jugador de rugby para un tipo que destaca por algo más que su corpulencia: comandó el área de turismo del Ayuntamiento, hizo lo propio con la 'nave' de la Costa del Sol, en la empresa dependiente de la Diputación provincial y, tras un paréntesis en la costura turística, le tocó curtirse en exportaciones y más gestión, a cargo de la promoción exterior de lo andaluz, ya desde Sevilla.

Ahora, se queda en el club de la Junta, pero cambia de categoría, una vez Moreno le asciende al primer equipo, para llevar la batuta de la orquesta del Turismo, pero también del Deporte y la Cultura. Una casa de considerables dimensiones, con las mejores vistas del mundo y tres amplias habitaciones, a las que dar luz y decorar con gusto.

Plantilla lista y temporada en marcha. No hay mes de agosto ni descanso que valga. Se les exigirá desde el primer minuto. Y así debe ser.