La finca que ahora es objeto de atención de toda España por el incendio de Pujerra, La Resinera, lo fue hace años por ser propiedad del exdictador Muamar el Gadafi. Era, por así decirlo, su particular joya en la Costa del Sol.

Un bosque mediterráneo de alcornoques, encinas y pinos, ahora en parte quemados, que abraza parcialmente los municipios de Benahavís, Júzcar y Pujerra. Justamente los tres ahora tocados por el fuego.

Pero más allá de las condiciones ecológicas del paraje, ¿qué otro valor añadido tenía? Uno de ellos es que sobre la misma se planteó con fuerza un importante desarrollo inmobiliario con 1.200 viviendas, hoteles, apartamentos turísticos, equipamientos docentes, deportivos y sociales, geriátricos, clínicas y un palacio de congresos. Y todo ello al amparo del decreto de campo de golf de interés turístico especial que por aquel entonces estaba vigente.

Sin embargo, el deseo de la propiedad de ir adelante con esta actuación se enfrentó a la negativa de la Junta de Andalucía. Un bloqueo que estuvo motivado en el reglamento aprobado por el Consejo de Ministros de la Unión Europea mediante el que se ampliaban las medidas de bloqueo de fondos y actividades libias dentro de la UE. 

Esto hizo que, allá por el año 2011, el Lybian Foreing Bank (LFB), propietario de La Resinera, entrase en la lista de entidades bajo control de Gadafi o su familia, y fuente potencial de financiación de su régimen.

Pese a ello, poco tiempo después, tras la muerte de Gadafi y de que la Unión Europea levantase las restricciones que pesaban sobre los activos del país en el extranjero, el nuevo gobierno libio quiso reactivar el proyecto turístico de La Resinera. 

Los asesores en Málaga del Libyan Foreign Bank (Forebank) solicitaron a finales de enero de 2012 que siguiese adelante con la declaración de interés turístico del complejo que incluía un campo de golf de 18 hoyos, hoteles y 1.200 viviendas en Benahavís. 

La Resinera es la mayor finca de la provincia de Málaga y posiblemente la más grande de toda la costa mediterránea. En conjunto suma 6.780 hectáreas. Para comprender su dimensión hay que tener en cuenta que es mayor que el parque natural de Los Montes de Málaga (5.000 hectáreas).

Sólo 480 hectáreas de esta superficie, localizadas al Sur junto a la autopista, son urbanizables. El resto es un terreno muy montañoso, con desniveles que superan los 1.200 metros, poblado de pinares y alrededor de 1.500 alcornoques, sujeto a protección ambiental de grado uno. 

Y de esta parte del pastel, la propuesta inicial pasaba por destinar 725.000 metros a golf. Otros 122.000 metros eran equipamiento turístico; el uso hotelero se iba a limitar a 69.000 metros, mientras que otros 180.000 metros se reservaban para el desarrollo de 1.200 viviendas, de la que el 30% serán de protección oficial.

Desde la Administración regional, a consultas de EL ESPAÑOL de Málaga, confirman que ese plan urbanístico "quedó anulado hace años", sin que hayan sido formuladas nuevas propuestas en relación con el mismo.

Descubrimiento curioso

Una de las peculiaridades de la finca en cuestión es que en 2014 fue el espacio en el que se produjo un descubrimiento la mar de singular: fue hallada una nueva población de pez en peligro crítico de extinción en Andalucía.

Se trata de especie conocida popularmente como pez fraile. La misma fue localizada en el río Guadalmansa, cauce protegido por la Red Natura 2000 que recorre la malagueña Sierra Bermeja, en una zona calificada como urbanizable no sectorizado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Benahavís dentro de la finca La Resinera.

Precisamente el proyecto urbanizador llamado La Resinera Village estaba previsto junto al mismo tramo fluvial habitado por el citado pez, uno de los vertebrados más amenazados de Andalucía hasta ese momento.